Cómo decorar un salón con un look natural

Una decoración natural no tiene por qué ser rústica o con sabor a campo. Con el look natural se busca crear una atmósfera sosegada, serena, que transmita calma y que respire un halo natural, ¡por descontado! En este salón se ha logrado con una base en blanco, abriendo el salón al exterior y con la presencia de fibras y plantas.  

Es la paleta cromática que mejor le sienta a este look, sobre todo los colores más pálidos de los tierra, por su vinculación directa con la naturaleza. Si apuestas por el total look, como se ha hecho en este salón, crearás una atmósfera más serena y envolvente. 

Aunque los tejidos sintéticos suelen ser más fáciles de mantener gracias a sus tratamientos antimanchas o antipeeling en el caso de las tapicerías, los naturales son transpirables, suelen tener propiedades antialergénicas y son muy agradables al tacto. 

Es decir, con la madera al natural. Son tendencia sus vetas marcadas y su acabado bruto, da un aspecto artesanal y auténtico a cualquier pieza. En este salón, el chéster recuperado, con su tapicería cuarteada de cuero, completa un look 100% natural. 

¡Se llevan las fibras! Además de alfombras y cestos, las fibras naturales lo han colonizado casi todo. Así que no temas abusar de ellas, sobre todo si te gustan. Los muebles de fibras han perdido su etiqueta de "exterior" para entrar en casa y sumar un plus de calidez y, a la vez, tradición. 

¿Qué sería de una estética natural sin las plantas? No solo darán un aspecto más fresco y vivido a tu casa, sino que además te ayudarán a purificar el aire y regular los niveles de humedad, entre otras propiedades beneficiosas. Usa macetas de fibras o cestos para reforzar el look natural. 

Suelos de madera, de barro, de microcemento, de piedra... Si buscas un look natural para tu casa, estos materiales vinculados a la tierra te ayudarán a lograrlo desde abajo.

Y no solo por la presencia de plantas, sino también por su representación, ya sea en estampados textiles, en papeles pintados o en cuadros o láminas, como aquí. Si te va el DIY, incluso puedes crear tu pequeño bosque en casa enmarcando una colección de hojas. 

Paredes ecofriendly No todas las pinturas son iguales. Apuesta por pinturas ecológicas elaboradas con materias primas de origen natural. Si buscas un acabado más "rústico", las pinturas a la cal con pigmentos naturales son un acierto. Además de ser eco, son transpirables, bactericidas y antimoho. 

Son la conexión de la casa con el exterior, por lo que es importante vestirlas con acierto. Si tienes vistas al jardín o a una zona verde, elige telas vaporosas y ligeras, que dejen pasar la luz y permitan que el exterior se cuele en casa. Si no es el caso, una opción que dará un look de lo más natural es vestirlas por estores de caña de bambú.

Son el broche de toda decoración, por lo que conviene no descuidarlos. Un cesto de fibras junto el sofá, una bandeja o un cuenco de madera, un jarrón de cerámica, una damajuna de cristal... ¿O por qué no? Una lámpara de sobremesa de madera, como esta.  

Si cuentas con una salida al exterior, que nada obstaculice las vistas. No hay look más natural que el que regala la propia naturaleza al colarse dentro de casa. 

No pueden faltar en una decoración que persigue un look natural. De yute, de esparto –¡que vuelve a estar de moda!–, de cáñamo... Darán un extra de calidez y, en función del tipo de fibra que elijas, un toque más rústico o contemporáneo a la estancia.