12 claves que definen un salón millennial

Entre las cosas que necesitan los millennials para vivir felices destaca la comunicación con el resto del mundo a través de internet y las redes sociales. No por nada son la primera generación digital de la historia. Por eso necesitan salones cómodos desde los que conectarse sin problemas con el universo exterior.

No es que a los millennials les apasione el minimalismo como estilo principal y único para decorar salones, pero sí prefieren una decoración moderada y sobria, que no abuse de los adornos y objetos ornamentales. Ellos apuestan por una mezcla de estilos, con elementos nórdicos y pinceladas vintage perfectas para aportar carácter a cualquier espacio.

Es el color dominante en las casas de los millennials y también en sus salones. Las paredes blancas son el lienzo perfecto para todo tipo de decoración y potencian al máximo la luminosidad. Además, el blanco es uno de los colores protagonistas del estilo nórdico, muy apreciado por esta generación.

Utilizan piezas de este estilo en la decoración del salón y les dan un papel destacado. Como, además, apuestan por el DIY, incorporan a los espacios muebles restaurados o reciclados, como las sillas pintadas en amarillo y blanco de este rincón de comedor.

La conciencia ecológica les hace amar el mundo vegetal y las plantas, por lo que las incorporan al salón de manera natural. Crear espacios frondosos en el interior, como pequeños jardines, es importante para ellos. Así las plantas de interior están muy presentes en la decoración. 

El arte, la decoración o el diseño están muy presentes en los salones millennials, siempre bajo el prisma de sus artífices. Son una generación creativa, que huye de la ostentación y apuesta por los espacios con carácter.

Pósters, fotografías, ilustraciones y láminas encuentran un hueco en las paredes de los salones millennial. Sus dueños tienen ideas propias y muy personales para crear galerías de "obras de arte" y las utilizan como un recurso decorativo clave.

Los materiales naturales juegan un papel fundamental en las casas de los millennials, en especial la madera y los textiles como el algodón o el lino. Valoran mucho todo lo relacionado con el cuidado y el respeto por el medioambiente, y apuestan por estilo de vida zero waste.

Es una de las condiciones que ha de cumplir un salón millennial: que sea luminoso y tenga luz natural a raudales. Les encantan los espacios abiertos, con ventanas grandes vestidas con cortinas sencillas o visillos livianos que no impidan la circulación de la luz.

Además de acogedores y decorativos, los salones millennial han de ser funcionales. Espacios prácticos que optimicen el espacio, con muebles con varias posibilidades de uso y múltiples elementos de almacenaje que ayuden a que el salón se mantenga en orden.

Es una de las corrientes decorativas que definen los salones millennial, aunque suele aparecer combinada con elementos de otros estilos como el minimalismo o el vintage. Una paleta de colores claros, con el blanco a la cabeza, y los muebles de madera son algunas de las claves.

Los escritorios, prácticos y funcionales, pueden convertirse en un elemento principal del salón, ya que los miembros de la generación millennial son emprendedores y pueden sentirse atraídos por las profesiones que permiten el teletrabajo desde casa. O simplemente apuestan por tener un espacio cómodo en el que dar rienda suelta a sus proyectos.