7 cosas que sí y 7 cosas que no deberías tener en el dormitorio

Un cabecero en el dormitorio es básico para proteger la cama del frío y contar con una superficie cómoda en la que apoyarte si te gusta leer o ver la televisión desde la cama. Pero también enmarca la cama y ayuda a decorar el dormitorio y darle estilo. Los cabeceros tapizados son una gran alternativa, ya que ofrecen calidez y comodidad. 

Como si lo hubieran fabricado pensando en tus necesidades. Para elegir el colchón perfecto asegúrate de hacerte con un modelo de calidad, que se ajuste a tu cuerpo, con un material y firmeza que garantice el confort. Los de muelles reducen la presión en todo el cuerpo, los viscoelásticos son ideales para los más frioleros y los de látex mejoran las presiones musculares.

Los tejidos como el algodón o el lino permiten que la piel traspire, así que decántate por estas opciones en lugar de otros tejidos sintéticos. Además, son frescos en verano y cálidos en invierno. Para las sábanas, las blancas aportan sensación de limpieza (¿por qué crees que siempre las eligen en los hoteles?) y pureza. En cuanto al edredón, los de plumas son los más calentitos, aunque también puedes decantarte por uno cuatro estaciones, perfecto para cualquier época del año. Finalmente, una colcha o plaid quedarán genial a los pies de la cama.

Si no quieres quedarte helada cuando pongas un pie en el suelo al levantarte por la mañana, no te olvides de colocar una alfombra en el dormitorio. En invierno, las de lana y algodón son la mejor opción, mientras que en verano con una de fibras verás cómo se refresca el ambiente. Elígela con unas medidas proporcionales a las del dormitorio 

Porque te ayudarán a crear un ambiente más acogedor y no deslumbrarán. Además, si te gusta leer en la cama son un básico. Y, sí, pueden ser apliques, lámparas de sobremesa o colgantes sobre la mesita de noche. También la iluminación led puede ayudarte a crear una atmósfera cálida. Sobre el cabecero de obra, como aquí, dotarán de luz ambiental, pero también en los bajos de la cama. 

¿Sabías que el aroma del jazmín calma nuestro cuerpo? ¿O que la hiedra inglesa puede mejorar los síntomas del asma y las alergias? El Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología, informó que esta planta elimina el 78% de moho en el aire en tan solo 12 horas. Hay muchas especies de plantas para el dormitorio que no solo contribuirán a tu descanso, sino que también purificarán el ambiente.  

Un dormitorio ordenado se convertirá en un templo del descanso. En cambio, si reina el caos, puede ser un espacio incómodo y frío. Por eso, evita siempre dejar la ropa encima de la silla o la butaca, y por supuesto tampoco por el suelo; haz la cama a diario y ventila bien. Para ayudarte, puedes hacerte con prácticos cestos de mimbre, que puedes cambiar de sitio cuando te apetezca. Cuanto menos desorden, mejor dormirás.

El dormitorio es la zona dedicada al descanso, así que intenta aislar el ruido al máximo. ¿Cómo? Utilizando textiles que amortigüen las vibraciones. Al elegir las cortinas para el dormitorio, decántate por unas tupidas, que no dejen entrar la luz y mantengan la temperatura en la habitación. ¿Sabías que existen plantas que también aíslan el ruido? Por ejemplo, la hiedra. Tener zonas ajardinadas alrededor también ayuda.

En tu dormitorio solo importa tu descanso y hasta que no te lo tomes en serio, no notarás los beneficios. Pon el móvil en modo avión o con la opción no molestar; decántate por relojes analógicos y huye de los digitales con sus incómodas luces; y saca la televisión del dormitorio. ¿Sabías que mirar las pantallas antes de irnos a la cama hace que nos cueste más conciliar el sueño? Cámbialo por un buen libro y verás cómo duermes como un angelito.

Ventilar cada día tu casa debería ser una de tus prioridades, pues es beneficioso para tu salud. Así evitas el riesgo de alergias e infecciones mientras que aumentamos la cantidad de oxígeno. Diez minutos son más que suficientes, pero hazlo durante las horas de menos tráfico y menor carga de polen.  

Sabemos que tras la pandemia, las zonas de trabajo se han multiplicado en tu casa. Ahora, tener esta área en el mismo sitio en el que descansas no es aconsejable. Por eso, puedes destinarlo a tocador o como escritorio, pero en el que realices actividades que te satisfagan. Ahora, a veces, no es posible o, sencillamente, te apetece tener en este espacio el escritorio. En ese caso, asegúrate de mantener el orden y de que no haya papeles por encima.

Si quieres decantarte por la mejor fórmula, elige colores claros o neutros. De esta forma, podrás jugar con las cortinas, mantas, cojines y otros accesorios para añadir pinceladas de color y hacer los contrastes necesarios. El azul, el amarillo y el verde también son relajantes. Los más intensos nunca tienen sueño y además, te contagian esa energía por la noche.

Revisa los cajones de la mesita de noche y cajones de la cómoda y saca todo lo que no sea necesario que tengas ahí. Hay muchas cosas que puedes tirar del dormitorio y esta es una. Si son viejas, tíralas. Si son más actuales, clasifícalas y guárdalas con el resto de papeles importantes. 

Claro que hay que decorar la pared del cabecero, así como todas las demás, pero sin sobrecargarlas, ya que estoy solo hará que tu dormitorio se vea abarrotado y poco cómodo. Selecciona todas y cada una de los cuadros y adornos de la habitación con mimo, no pongas cosas por poner. Reducirás el ruido visual y el dormitorio se verá más grande.