Pia Capdevila, interiorista: "Un baño pequeño y rústico puede ser el baño más moderno que has visto en 100 años"

"Siempre pensamos en el baño como un espacio técnico", dice Pia Capdevila, "pero debería sentirse como una extensión del hogar". Y tiene toda la razón. Esta estancia ya no tiene por qué ser un lugar frío o sin carácter. Darle estilo no significa perder funcionalidad, sino sumar calidez, comodidad y coherencia con el resto de la casa. El estilo rústico moderno responde precisamente a esa necesidad: crear un baño que se sienta acogedor, sin dejar de ser práctico y actual.

Sí, la madera y el agua no son el mejor combo... pero cuando se usan con cabeza, se entienden de maravilla. Pia sugiere introducirla en zonas donde no esté en contacto directo con la humedad, como frentes de armario o marcos de espejo. Pero atención: que sea madera tratada y con veta a la vista. Lo rústico entra así con elegancia, y el diseño moderno lo equilibra con líneas sencillas y proporciones limpias. Ni casa rural, ni spa zen: una mezcla acogedora y con intención.

El rústico moderno se apoya en una buena mezcla de materiales. Pia recomienda combinar cerámica, madera, fibras y piedra, pero de forma equilibrada. El truco está en no llenar todo de elementos rústicos, sino elegir algunos con carácter y contrastarlos con superficies lisas, estructuras simples y colores neutros. Esa tensión entre lo táctil y lo depurado es lo que crea armonía.

Los típicos azulejos lisos y grandes no tienen cabida aquí. Pia apuesta por cerámica de pequeño formato, con cierto aire artesanal, tipo zellige. Su textura irregular aporta ese punto manual que pide el estilo rústico, pero aplicado de forma comedida para no saturar. ¿El giro contemporáneo? Usarlos solo en una pared, o combinarlos con zonas lisas. Así, el conjunto respira y mantiene ese aire actual que tanto gusta

Un mueble de obra bien diseñado es casi un manifiesto del rústico moderno. Frente a los diseños modulares prefabricados, Pia defiende los que se adaptan al espacio y al estilo. Para un look rústico moderno, los acabados en cal o cemento con detalles en madera clara van de maravilla. 

¿Un murete bajo que actúe como repisa? ¿Un tabique que oculte el inodoro? ¿Unas hornacinas en la zona de la ducha? Pia los considera elementos constructivos clave. Su aire artesanal los acerca al estilo rústico, pero su integración limpia y funcional los vuelve perfectamente contemporáneos. Si se combinan con una base de cemento pulido o detalles en blanco mate, el equilibrio se afina aún más. 

Pia lo tiene claro: latón o bronce envejecido, sí, pero con formas rectas y minimalistas. Es el ejemplo perfecto de cómo se puede introducir un acabado clásico sin caer en lo vintage. Aquí, lo rústico está en el material, y lo moderno en el diseño. Un equilibrio fácil de replicar.

Para Pia, el espejo es un recurso decorativo más. El truco está en elegir marcos con materiales naturales, como madera o fibras vegetales, pero con formas actuales.

Nada de luces blancas y planas. Pia insiste en usar iluminación cálida, que acompañe los materiales y cree una atmósfera envolvente. Y si van en lámparas de fibras o apliques con acabado mate mejor que mejor.

¿Un cesto de mimbre? ¿Una bandeja de barro o una alfombra tejida a mano? Sí, pero siempre bien colocados y en diálogo con el resto. Pia recomienda ser selectiva: elegir pocos detalles y con intención. Es la mejor manera de que lo artesanal sume personalidad sin saturar.