Georgina Wilson, arquitecta australiana: "Olvida el triángulo clásico: lo importante es juntar basura, fregadero y lavavajillas"

"Olvida la vieja regla del triángulo fregadero, nevera y fogones". Para Georgina, el verdadero combo eficiente está en colocar juntos la basura, el fregadero y el lavavajillas. Así todo lo relacionado con la limpieza queda conectado: tiras, enjuagas y guardas… sin dar mil vueltas por la cocina.

Georgina lo tiene claro: colgar lámparas sobre la isla da un aire de bufé de hotel más que de cocina moderna y estilosa. En su lugar, recomienda optar por iluminación empotrada o focos discretos como se ha hecho en esta cocina, que aporten buena luz de trabajo sin romper la armonía visual del espacio.

Georgina está fascinada con los lavavajillas industriales que caben en cocinas domésticas. ¿Lo mejor? ¡Lavan en solo tres minutos! "Son los típicos que ves en cafeterías o bares, compactos pero potentes. Vale, cuestan más y requieren instalación profesional, pero si en tu casa se generan platos como si hubiera un banquete diario, la inversión compensa. Ahorro de tiempo, de agua y cero montañas de loza".

"Los cajones grandes y bien organizados son el presente (y futuro) del almacenaje de cocina. Tienen más capacidad, te permiten ver todo de un vistazo y son mucho más cómodos. Bien diseñados, incluso puedes prescindir de los armarios altos. Menos muebles arriba, más sensación de espacio".

Este es su consejo estrella, y no se cansa de repetirlo: "no pongas el fregadero ni la placa de cocina en la isla. La isla debe ser un espacio limpio, multifunción: mesa improvisada, bufé en fiestas, zona de preparación… Si le metes agua o fuego, pierdes versatilidad. ¿De verdad merece la pena?".

¿Despensa organizada? "Empieza por sacar todos esos paquetes feos y mal aprovechados. Lo ideal es volcar todo en tarros o botes del tamaño justo, etiquetarlos y mantener un orden visual. Así aprovechas el espacio al máximo y de paso… ¡da gusto verlo!"

Poner el frigorífico justo en la zona de trabajo de la cocina es un error más común de lo que parece. Georgina recomienda dejarlo ligeramente apartado, para que cualquiera pueda abrirlo y coger algo sin interrumpir al que está cocinando. Flujo libre y cero empujones.

"Una superficie despejada en el centro de tu cocina, sin fregadero ni fogones, es una maravilla. Te sirve para todo, desde preparar recetas hasta montar una cena informal. Además, es un punto de encuentro perfecto en casa. Si la llenas de funciones técnicas, le quitas toda esa magia" dice la arquitecta.

Georgina lanza una pregunta realista: ¿cuánto tiempo pasas realmente cocinando de cara a los invitados? ¿Y cuánto fregando? La mayoría pasamos más tiempo picando y preparando que cocinando en los fogones. Así que diseña para tu día a día, no para una imagen idílica.