Papel pintado a rayas, todo un clásico Si vas a empapelar la pared del cabecero, procura que este sea discreto para no desviar el foco de atención. Las interioristas Hanne y Synne Brendmoe han optado por revestir la pared con un papel pintado en un cálido tono arena dividido en franjas por unas sutiles líneas blancas. Las rayas verticales alargan la pared visualmente. Al papel le acompaña un sencillo cabecero orejero, tapizado en neutro. Cabecero, mesita de noche, papel de la pared y alfombra, de Antima. A rayas y con textura, lo más Los papeles a rayas son todo un clásico gracias a su estampado atemporal. En la decoración de este dormitorio , las interioristas de Marina & Co, Laia y Marina Reguant, sugieren un modelo de rayas oblicuas en tonos tostados ¡y con textura! ¿Su truco? El efecto relieve que se produce y sus curiosos juegos de luz. Con ellos, la pared adquiere un armonioso dinamismo. Papel pintado, de Flamant. Banqueta y zona de escritorio, de Marina & Co. Alfombra, de Zara Home. Lámpara, en Marset. Un mural con toque oriental para el cabecero Los dormitorios modernos combinan con éxito lo antiguo y lo nuevo. Prueba de ello es este decorado por las interioristas Leticia y Gracia de Amescua. El precioso mural, que recuerda un antiguo tapiz oriental, ocupa toda la pared del cabecero convirtiéndolo en protagonista estelar. ¿Te has fijado lo bien que armoniza con las modernas mesillas negras y las lámparas doradas? Mesitas de noche, de Ikea. Mural de papel pintado, de Tres Tintas. Lámparas de techo doradas, de Aromas del Campo. Estampado green ¡qué fresco! Otro tipo de papel pintado que suma adeptos es el estampado botánico. Flores, ramas, hojas pondrán su alegre nota de color en la pared del cabecero. La interiorista Paula Duarte combinó aquí un cabecero de madera y rafia con un sutil revestimiento green. El resultado es un dormitorio rústico que, aunque urbano, trae esa serenidad propia del campo. Cabecero diseño de la decoradora. Mesita de noche, de Crisal. Papel pintado, de Pepe Peñalver. Aplique, de Ikea. Un paisaje boscoso para cabeceros súper románticos ¿Te gustaría que tu dormitorio se convirtiera en un decorado teatral? La interiorista Fanny Iniesta lo ha logrado con este espectacular mural inspirado en Los Alpes franceses. Bosques y montañas nevadas enmarcan el cabecero tapizado y decorado con tachuelas. Una manera muy chic de lograr un dormitorio romántico. Papel pintado, de Gancedo. Escritorio de anticuario. Funda nórdica, cojines y manta, de Zara Home. Papel pintado en la pared del cabecero que parece madera Los distintos acabados de los papeles pintados engañan a la vista. Y si no fíjate en este dormitorio. ¿A qué dirías que sobre el cabecero de obra hay un revestimiento de madera? Pues no, se trata de un papel pintado con efecto tejido de lino. La interiorista Marta Prats ha elegido un tono arena que le da al dormitorio un extra de calidez. Cabecero diseño de la decoradora, realizado por Fustería Catot. Papel pintado, de Casamance, en La Maison. Mesita de noche, de Ethnicraft. Apliques modelo Enna Wall, de Avanluce. Motivos geométricos en la pared Si te gusta el dibujo capitoné pero ya tienes un cabecero tapizado liso, ¡llévalo a la pared! Es lo que hizo en este dormitorio las interioristas Loreto Balbuena y Cristina Afán de Ribera. Gracias a este papel pintado geométrico se consigue dar volumen y estilazo al dormitorio. Cuando elijas un modelo tan potente como este, mejor ponlo solo en una pared, destacará más sin caer en el exceso. Cabecero de lino modelo Recto, de Casa y Campo. Papel pintado y aplique Birdy, en Proyecto 3 Interiorismo. Papeles pintados con estampados diferentes ¿Te consideras una persona atrevida decorativamente hablando? Si es así, te encantará la propuesta de la interiorista Mª Ángeles Morral: revestir el dormitorio con dos papeles pintados de estampados diferentes: uno más exótico para el cabecero y otro rayado en la pared contigua. Sus nexos comunes son la gama de colores, idéntica en ambos, y su estilo clásico. Al predominar en ellos tonalidades oscuras, se ha elegido el cabecero y la ropa de cama clara. Un truco que ilumina el amplio dormitorio. Cama y mesita de noche, en Coton et Bois. Un cabecero de papel en el que cabe todo el mundo Si te encanta viajar y te sientes ciudadana del mundo, tenlo presente en tu dormitorio. ¿Cómo? Con un mural que represente esos países que ya conoces y los que te quedan por visitar aún. El Estudio Hoc Volo revistió la pared del cabecero con un mapa mundi XL que hace soñar cada vez que se mira. Sus colores grises y tostados se repiten en la ropa de cama. Mural y cortinas, diseño del Estudio Hoc Volo. Banqueta, de Deco & Living. Un papel pintado de cuadros tipo patchwork Vista de lejos, parece que la pared del cabecero de este dormitorio abuhardillado se ha revestido con una tela. ¡Nada más lejos! Se trata de un peculiar papel pintado con estampado de cuadros que le va como anillo al dedo a esta deco tipo cabaña. Sus rayas, a modo de pespuntes, hacen dividir visualmente cada cuadro en una especie de manta patchwork. Lo han elegido las interioristas Laia y Marina Raguant ¡y han acertado de pleno! Mural en la pared, a modo de cabecero. Lámpara flexo, de Marina & Co. Mesita de noche, diseño de Jorge Laucirica, de Integra. Un papel pintado muy natural para el cabecero ¿Quieres conseguir profundidad en tu dormitorio? Reviste la pared del cabecero con un papel pintado que tenga perspectiva. Este paisaje natural con árboles desnudos es perfecto. Lo eligió el interiorista Pablo González para enfatizar el carácter rústico de la estancia. Cabecero, de Tejidos Julián Sánchez. Revestimiento de papel pintado, de Cole & Son. Banqueta, de Sandra Marcos. Alfombra, de Ikea. Estampado paisley para dormitorios relajantes Además de las rayas, los cuadros y las flores, hay otro estampado atemporal. Se trata de los motivos paisley o cachemir, el print setentero que las interioristas Marta Herrera y Chari Manzano han elegido en el papel pintado que reviste la pared de este cabecero. Ambos coinciden en la misma gama cromática: un marrón grisáceo, muy elegante. Al ser los motivos grandes, se ha procurado que el resto de muebles y textiles sean lisos. Papel pintado, de Casamance. Cabecero con papel pintado geométrico Si te gusta el efecto cerámico en las paredes, te encantará esta propuesta del interiorista Pablo González. Ha colocado la cama en el centro del dormitorio y ha levantado un medio tabique que lo separa del cuarto de baño y del vestidor. Tanto el cabecero como la pared del baño y el interior del armario los ha revestido con un papel pintado geométrico alegre y colorista. Se trata de un dibujo tradicional turco en un azul vibrante que evoca el mar. Mesita de noche y apliques empotrados en el cabecero, de Maisons du Monde. Alfombra, de Carolina Blue. Papel pintado, de Leroy Merlin. Un papel pintado para la pared del cabecero dividido en cuarterones Si quieres un papel pintado para la pared del cabecero de tu cama que sea discreto y de profundidad, toma nota de este modelo que sugieren las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa. Dividido en cuarterones, tiene una apariencia añeja con sus tonalidades desvaídas y en lugar de camuflar el cabecero de tachuelas, lo refuerza. Ambos, cabecero y papel, forman un buen equipo. Papel, de Papelespintadosonline.com. Cabecero tapizado, de Ormoss. Estores, de KA International. Un papel pintado, de cuadros y en gris Los cuadros son otros de esos estampados que no pasan de moda. La interiorista Carolina Juanes se ha decantado por ellos para el papel pintado que reviste la pared de este cabecero tapizado. Eso sí, ha optado por un tono gris más claro que hace destacar el papel. La perfecta distribución de cuadrados del mismo tamaño imprime al dormitorio sensación de orden y serenidad. Pared revestida de papel pintado, de Flamant. Cabecero tapizado de lana, realizado a medida. Estores, de Cortinas Sant Jordi. Alfombra, de Ikea. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.