Si quieres convertir tu cama en la estrella del dormitorio, estos consejos te servirán de gran utilidad para tener (y lucir) una cama de revista. ¿Te animas a ponerlos en práctica? Trucos de estilista para una cama de revista Mullida. Para los días de frío, no hay nada como jugar con distintas texturas mullidas (terciopelo, mohair, algodón...) pero poco pesadas, así al moverte mientras duermes no te molestarán. Ropa de cama. Si dudas, apuesta por el blanco. Es la base neutra perfecta con la que podrás combinar cojines y complementos textiles de diferentes colores e incluso estampados. Colores. Elige una gama cálida que dé al dormitorio un aire acogedor y luminoso a la vez. Cojines. Son un detalle más importante de lo que parece. Es básico que tengan un tamaño proporcional a la cama y que sean siempre un número impar porque la puesta en escena queda más desenfadada. No te pases en el número, porque una cama con demasiados cojines al final te resultará incómoda. Plaids y mantas. Resérvalos para los pies de la cama y elígelos en los mismos tonos de los cojines o cuadrantes. Colócalos cubriendo el tercio inferior de la cama y elige piezas de distinto tamaño para que puedas ponerlas de forma escalonada, de más grande a más pequeña. Camas de revista para 2023 Una cama mullida y bien vestida El blanco es el color fetiche para lograr el máximo de luz. Aplícalo no solos en paredes, techo y carpintería sino también en el mobiliario. La interiorista Gemma Gallego, de Knowhaus, diseñó la cama de este dormitorio con cajones de madera alistonada en blanco. Y para vestirla eligió unos gustosos y acolchados textiles en amarillo y rosa empolvado que invitan al descanso. Con los cojines a juego con las colchas Beatriz Hernández ha optado en este dormitorio por un moderno cabecero a medida con mesillas integradas y repisa en roble. Ha vestido la cama en beige y gris, con los cojines a juego. Fíjate en el número y la disposición de ellos. En El Mueble solemos poner entre 5 y 7 cojines . La interiorista ha dispuesto primero la almohada, luego los cuadrantes y, por último, los cojines. Trucos para hacer la cama perfecta ¿Quieres saber cómo hacemos en El Mueble la cama perfecta? En este vídeo te explicamos paso a paso los mejores trucos de nuestras estilistas para convertirla en una cama de revista. ¡Dale al play! Textiles en tonos terrosos ¡Qué bien se llevan el blanco y los tonos terrosos! Los neutros son únicos para ganar luz y calidez en el dormitorio . Esta cama con cabecero de lino blanco comparte color con las sábanas. Sobre estas, Eva Baena ha dispuesto mantas y plaids en un tono arena. Y para almohadones y cojines ha jugado con distintas tonalidades de marrón. A los pies, un banco de madera resulta perfecto. El ribete negro del cabecero y las molduras son dos detalles que dan a esta cama un toque elegante y sofisticado . Una cama alta arropada en tonos neutros Este dormitorio es todo un templo del relax. La interiorista Bijan Laufer, de The Art-Interior Design, ha dispuesto una cama alta orientada para disfrutar de la vegetación exterior nada más despertar. El cabecero y el banco, tapizados a juego, la alfombra de pelo largo y la ropa de cama en suaves tonos beige dan al dormitorio un look acogedor y romántico. Vestida de azul ¿Quieres darle a tu cama un toque refrescante? Lo lograrás si añades pinceladas de azul, en la pared, el cabecero o la ropa de cama. Esto último es lo que ha hecho Gabriela Conde en esta cama de la imagen. Vestida de blanco inmaculado, un edredón y un cojín azul son suficientes para conseguir ese look mediterráneo . La presencia de madera y fibra también ayudan. Una cama en suave turquesa Un truco para transmitir en el dormitorio paz absoluta es optar por un verde turquesa. En este la ropa de cama, lisa y estampada, es fiel reflejo del mar que se divisa por la ventana. ¿Y qué color armoniza con el verde? El gris. Dorotea Estudio lo ha elegido para el cabecero tapizado , los estores de lino y las pantallas de las lámparas. En tonos empolvados Las buhardillas y los tonos pastel tienen un encanto especial. Este dormitorio de invitados reúne ambas características. Decorado por la interiorista Marta Castellano-Mas, sus paredes pintadas a la cal en un tono arena le dan ese aspecto de cueva que tanto se lleva. La cama vestida en verde, azul y rosa empolvado detienen el tiempo y llenan el ambiente de romanticismo. Unas láminas botánicas y la butaca de mimbre completan la escena bucólica. Una cama de estilo natural ¿Quién ha dicho que los cuadros y las flores no pegan? Esta cama es el mejor ejemplo para desmentirlo. Se le quería dar un aspecto muy natural, por eso se eligió un mix de fibras: el cabecero de esparto, la lámpara de rafia y la alfombra de ratán. Para la ropa de cama textiles de lino en beige y verde , muy serenos, que combinan estampados de cuadros en los cojines con pequeñas hojitas en el edredón. Con edredón reversible ¡Somos fans de los edredones reversibles! Te permiten cambiar el look de la cama, según tu estado de ánimo. Dafne Vijande eligió un modelo que combina un tono beige, más suave, por un lado y un vibrante mostaza, por el otro . Los cojines, a juego, como el resto de textiles sumado a la presencia de madera y fibra. Una cama con faldones Si el canapé es antiguo o tiene un color que no te pega con el resto del dormitorio, ocúltalo con faldones. Es lo que ha hecho en este dormitorio Asun Antó y Javi Baldrich. Para vestir la cama han elegido textiles gustosos en lino y terciopelo en tonos verdes y marrones, que van desde el beige hasta el caldero. Colores con fuerza como el cabecero panelado de cuarterones lacado en un gris oscuro. Madera y lana para entrar en calor Cada vez que vas a esquiar, te encanta dormir en esa habitación tipo cabaña en la que te sientes tan protegida. Inspírate en este dormitorio rústico para transformar tu dormitorio : vigas de madera, mantas de lana y alfombras de pelo largo que hagan tus pisadas más cálidas... ¡Y lo habrás conseguido! Una cama con cabecero hasta el techo ¿Quieres una cama cálida y acogedora? Coloca un cabecero de madera hasta el techo que proporcione ese aspecto envolvente . En este dormitorio moderno de la imagen, Loreto Prieto y Elena Llorente han colocado un modelo en gres porcelánico con efecto madera, súper resistente y de fácil mantenimiento. La cama en tonos neutros la han dinamizado con colchas y plaids verdes y fucsias. Clásica y con toques campestres Fíjate en esta cama de primavera porque resume muy bien el estilo El Mueble. Es clásica, como lo demuestra el cabecero tapizado y el banco en capitoné. Para vestirla se jugó con distintas capas que llegan hasta el suelo culminando con varias colchas superpuestas. El estampado bordado de la funda nórdica es muy discreto, como los colores neutros con pequeñas pinceladas en amarillo. En clave rústica Tonos corales y naranjas son los elegidos por Deulonder Arquitectura Doméstica para dinamizar esta cama neutra. ¿Te has fijado en el número de cojines que han puesto? ¡Hasta 11! Va arropada por paredes en gris como el cabecero tapizado y enmarcado en madera. Las mesillas se integraron en él para ahorrar espacio. El resultado es un dormitorio rústico y cálido que respira paz. En beige y rosa Grande, cómoda y cálida. Así es esta cama con vistas al jardín enmarcada en un cabecero a medida con hornacina central . La ubicación y el diseño es obra de Toya Trías de Bes y Sandra Gibert, de ST Interiorismo. La ropa de cama en beige y rosa dan serenidad al dormitorio. Y el banco de madera, a los pies, resulta súper práctico para dejar por la noche plaids y cojines. Una cama con cajones ¿Otra manera para guardar los cojines y las mantas? En el canapé, bien sea abatible o con cajones como este. Carmen Figueras eligió este modelo de seis cajones tapizados en color piedra , uno de los colores base de este dormitorio. A él se le suman el gris oscuro, el verde y el mostaza. Para los tejidos, Carmen ha combinado linos y terciopelos lavados que le dan a la cama calidez. De menos a más Si no te decides en qué color vestir la cama, opta por el blanco luminoso . Va bien en todos los dormitorios, independientemente de su estilo y sus dimensiones. Asun Antó así lo hizo en esta cama de la imagen. Dispuso una funda nórdica blanca y mantas y plaids en color beige (como el canapé) y caldero. De más suave a más intenso. El cabecero discreto se revistió de papel pintado a rayas. Una cama rebosante de estilo No sabemos si nos gusta más el papel pintado a rayas o el fabuloso cabecero en lino azul , el caso es que esta cama es un derroche de estilo y elegancia. Es un proyecto de Natalia Zubizarreta, quien ha elegido la ropa de cama blanca con pequeñas pinceladas en color caldero. Buena manera de dinamizar la frialdad del azul. Súper cálida ¿Tu dormitorio tiene el cabecero neutro y las paredes blancas? Perfecto porque le dará claridad y amplitud al espacio. Para evitar esa sensación de acabado plano, elige ropa de cama en colores intensos que lo alegren. Es lo que ha hecho en esta cama Dafne Vijande, dotarla de calidez con esos cojines y mantas en tonos ocre que le dan un aspecto otoñal y vistoso. En blanco y negro Si quieres un dormitorio de contrastes, decántate por una deco black & white. Las interioristas Loreto Prieto y Elena Llorente optaron por lacar el cabecero en gris oscuro y vestir la cama en blanco y piedra . ¿Te has fijado en las borlas que caen de la funda nórdica? ¡Qué coquetos! Cualquier detalle es bueno para no dejar indiferente a nadie y dar a la cama ese plus de estilo. Un nórdico para cada temperatura Si por las noches notas los pies fríos, a lo mejor ya es hora de cambiar el relleno del nórdico por uno más calentito. Sustituye el de fibra por un modelo de plumón y no habrá humano que te saque de la cama. La decoradora Dafne Vijande ha optado por vestir esta cama con una funda de color mostaza, a juego con los cojines y la butaca. Una cama con la pared bien abrigada Siéntete arropada en tu dormitorio y no solo por la ropa de cama. Un revestimiento con textura también abriga. En este de la imagen, la interiorista Bárbara Serra ha forrado la pared del cabecero con una moqueta parecida al sisal. Te hará sentir la mar de cómoda. Gris y azul para alegrar los días de invierno Tu dormitorio blanco es perfecto para iluminar los días oscuros de invierno. Ahora falta dinamizar la ropa de cama con colores que aporten serenidad. Azules y verdes son los mejores candidatos. En este de la imagen, Inés Bernadés ha optado por combinar grises y azules, en textiles lisos o estampados (con cuadros, por supuesto). Con múltiples cojines ¿A qué no hay cosa que te guste más que quedarte por la mañana unos minutos en la cama? Antes de acostarte, prepárala para este momento: ten a mano cojines de diferentes texturas y tamaños. Colócalos bajo la cabeza e incorpórate poco a poco mientras dejas que los rayos de sol te vayan desperezando. ¡Qué gustito! Una cama que recrea un jardín ¿Eres más de edredón, nórdico o colcha? Si no eres demasiado friolera, puede que un boutí, esa colcha de entretiempo, sea suficiente para abrigarte por las noches, sin agobios. Elige un modelo alegre de estampado floral, como este de la imagen. La interiorista Celia Crego propone dejar una mantita de lana a los pies para mantenerlos calientes. Date un privilegio y desayuna en la cama Si cuando llega el fin de semana te llevan el desayuno a la cama, ¡menudo detalle! Estás tan calentita dentro que no te apetece ni levantarte. Como mucho de la cama al banco y del banco a la cama. Un cabecero de madera, a juego con la carpintería, ayuda a mantener esa sensación de calidez tan placentera. Una cama donde el tiempo se detiene Hay paisajes que con solo mirarlos te transportan a otros lugares. Revivirás esa sensación si revistes la pared del cabecero con un papel pintado tan exótico como este, elegido por Leticia y Gracia de Amescua: unas palmeras que te trasladan a un destino cálido donde el tiempo se detiene. Rodeada de este panorama tan relajante ¿quién quiere salir de la escena? Una cama rodeada de madera Ya puede nevar o caer chuzos de punta en el exterior. En un dormitorio como este rodeado de madera, tú estarás tan a gusto divisando desde la cama el paisaje nevado. La interiorista Carme Caubet la ha vestido muy gustosa: con textiles calentitos de lana, terciopelo y lino en los que arrebujarte y no salir. Con un cabecero tapizado, la cama es más cómoda Si disfrutas desde tu cama de unas vistas maravillosas, nada más despertarte sientáte en ella, apóyate en tu cabecero tapizado —¡qué cómodo es!— y dedica unos minutos a contemplarlas. ¡Te levantarás de otro talante! Las interioristas Laia y Marina Reguant eligieron aquí un modelo de capitoné blanco en contraste con el papel en forma de espiga que reviste la pared. Ambos y la presencia de vigas hacen la estancia más confortable. El secreto del dormitorio moderno Amplio, con un cabecero tapizado en gris, una pared empapelada y una cama bien vestida con varias capas son la fórmula del éxito de un dormitorio moderno. Buenas razones para no salir de él, ¿no crees? Grises y tostados se han dado cita en este proyecto de Asun Antó que lo llenan de actualidad. Una cama con colores relajantes La presencia de un color sereno en tu dormitorio te mantiene relajado en la cama. En este dormitorio, el interiorista Carlos Álvarez optó por un cálido tono avainillado en el cabecero, el revestimiento de pared y el armario ropero. Blanco, mostazas y toques dorados hacen de este espacio un lugar perfecto para soñar despierto. Abuhardillada y con colores cálidos Los dormitorios abuhardillados rezuman encanto. En ellos te sientes resguardada, cómoda ¡y tan calentita! Potencia esa imagen con muebles de madera y textiles ultra cálidos en ropa de cama y alfombras. Carme Caubet ha dinamizado la cama con mantas y plaids de lana en color burdeos que hacen subir la temperatura. En tonos arena que evocan la playa Los tonos tierra son únicos para llevar a cualquier estancia ese toque de calidez que le falta. En este dormitorio, Marta Prats ha decidido revestir la pared del cabecero de obra con un papel pintado en un acogedor arena. Color que comparte con el edredón y las mantas que cubren la cama. ¿A qué ya te imaginas acurrucada debajo de ellos? Una cama diferente según tu estado de ánimo ¿Quieres una fórmula sencilla para estrenar cama cada semana? Elige un edredón reversible y muestra la cara que más te apetezca. Este de la imagen, por un lado más claro y por el otro más oscuro, te permite jugar con sus tonalidades atendiendo a cómo te sientas, más meláncolica o más alegre. Así, siempre estarás feliz en tu cama. Con doble cabecero y un detalle original En este dormitorio, la interiorista Elena Eyre ha encajado la cama en una amplia hornacina pintada de gris que enmarca el cabecero. La ha vestido con ropa de cama en gris y mostaza —nueva muestra de lo bien que se llevan— y la ha acompañado con muebles y complementos en madera y fibra. ¿Te has fijado en la lámpara suspendida? ¡Es un bol de Ikea convertido en luminaria! En blanco, negro y beige La atracción de este dormitorio está precisamente en el uso equilibrado de sus colores. Ninguno de los tres se eleva por encima del otro. En este proyecto de Pia Capdevila el cabecero, las cortinas, el banco y la ropa de cama son pura armonía. Pon a prueba tus sentidos Nos movemos mucho por los sentidos. Nos gusta lo que vemos, olemos y tocamos. Por eso, no te olvides para estar en tu cama como en la gloria de elegir ropa de cama suave al tacto y perfumarla con aromas sugerentes: a castañas asadas, calabaza, canela, tierra mojada, leña... Que te recuerden lo a gusto que estás allí dentro. Esta cama abrigada en tonos marrones es obra de Marta Tobella. Baja los techos y crea un espacio más acogedor ¿Tu dormitorio es más alto que un día sin pan? Intenta bajar los techos en la zona de la cama. Crearás un efecto de doble altura envolvente y acogedor. Estos de la imagen además están inclinados, detalle que les da más carácter. Es un proyecto de los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar. Tonos tostados con poder de atracción Flores, cuadros, mandalas... ¿Qué estampado te gusta más? Coloca un edredón con tu motivo favorito. Será un buen gancho para permanecer en él. En este de la imagen, Pia Capdevila eligió un bonito edredón de florecillas y vistió la cama en distintos tonos de marrones, del beige al café, que dan a la estancia un plus de calidez. Equilibrio térmico Colores fríos, como el azul, dejan de serlo combinados con madera, como se ha hecho aquí. Si quieres reforzar más su calidez, apuesta por vestir la cama con un edredón mullido, plaids y mantas de texturas abrigadas. ¡Y adiós al frío! Una cama con dosel de hierro Las camas con dosel visten por sí solas el dormitorio. El único "pero" es que para que luzcan necesitas contar con un dormitorio amplio. Esta, de hierro a juego con la barra de las cortinas, se ha vestido con unas caídas que suavizan su estructura. ¿Y qué me dices del columpio suspendido de las vigas? Ubicado junto a la chimenea invita a disfrutar de momentos de relax infinitos. Con un papel pintado tipo mural Como si de una gran pintura mural se tratara, este papel pintado viste por completo la pared del cabecero y llena de personalidad y encanto este dormitorio. De DM y con mesillas con cajones La decoradora Asun Antó completó la cama, bajo el lucernario, con un cabecero de obra pared a pared de DM que integra, a modo de hornacina, las dos mesillas. Para que sean más prácticas, cuentan con un pequeño cajón. Tapizado en capitoné Clásico pero no tanto. Así es este cabecero, que encaja a la perfección en el dormitorio de corte señorial decorado por Natalia Zubizarreta. Su diseño en capitoné viste de elegancia la cama y, a la vez, le da un aire atemporal. Un cabecero XL tapizado Sin duda, este dormitorio decorado por Miriam Barrio es personalísimo. Empezando por el color rosa de las paredes, siguiendo por las molduras y terminando por el mega cabecero tapizado simulando terciopelo, de fa´cil limpieza, y sus detalles en negro para crear contraste. De obra y con hornacinas a modo de mesillas Optar por una cabecero de obra es una solución muy práctica por su versatilidad y porque puedes confeccionarlo a la medida de tus necesidades. Aquí, además, Vera Salvat y Victoria Amat han planificado dos hornacinas que sirven de mesitas de noche. Con una pared con molduras ¿No quieres (o no te cabe) vestir la cama con un cabecero? Una opción es revestir la pared con molduras decorativas, como ha hecho aquí Miriam Barrio. Adornan pero apenas restan espacio. Además, se han pintado de un gris intenso muy elegante. Un cabecero de madera que sube del suelo En este dormitorio el suelo se sube, literalmente, por las paredes. La decoradora Begoña Susaeta revistió la pared del cabecero y el techo de la misma madera del suelo para crear un cabecero muy original. Y lo completó con molduras a ambos lados. Una cama bien calentita Con una cama así, ¡no hay frío que valga! Si quieres que la tuya sea igual de apetecible, juega con distintas texturas mullidas pero poco pesadas que no impidan moverte con comodidad —terciopelo, mohair, acolchados...—y elige una gama de colores cálidos que le den un aire acogedor y luminoso. ¡Éxito garantizado! Un cabecero con espejos El cabecero es el gran protagonista de este dormitorio. La interiorista Chiara Torri eligió un diseño a modo de libro y con espejos, que lo convierten en una pieza muy singular de gran poder decorativo. Un mural como cabecero Aquí se ha prescindido del tradicional cabecero en pro de un original mural que simula las tradicionales costuras del cuero. Esta original propuesta, de Marina & Co., refuerza la atmósfera natural del dormitorio y da un plus de calidez. Una cama con dosel de madera en blanco La cama es la gran protagonista de este dormitorio, donde se ha buscado un look minimalista con pocas piezas pero con mucha presencia. El blanco, que tiñe paredes, suelo, techo y mobiliario, aún refuerza más esta atmósfera de calma. Un cabecero de esparto muy natural Las fibras son tendencia. Así que, ¿por qué no llevarlas al cabecero? Dara Díaz ha elegido un modelo de este material que refuerza el aire tradicional y el sabor a campo del dormitorio. Un cuadro como cabecero Si tienes una obra de arte que te apasiona, conviértala en protagonista de tu cama, como se ha hecho aquí. Es una opción tan original como personal. Para que nada compita con ella, elige la ropa de cama en sintonía con los tonos del cuadro: dorados, tostados y blanco, en este caso. Rosa y gris, ¡qué buena pareja! Son dos colores atemporales que se llevan a las mil maravillas. Y este dormitorio decorado por Begoña Susaeta es buena prueba de ello: el cabecero, tapizado en terciopelo rosa, se ha combinado con la banqueta, con el diseño a juego, pero en gris. Y esta combinación de colores se repite en la ropa de cama. Un súper cabecero de madera Es una manera de enmarcar la cama, darle protagonismo y, a la vez, sumar calidez. Aquí, Asun Antó lo ha llevado hasta el techo y lo ha elegido a juego con la mesilla de noche, creando un conjunto coordinado. Con un panel acristalado Rematar el cabecero con un panel acristalado es una opcio´n muy u´til para separar visualmente la zona de cama del vestidor , por ejemplo, sin renunciar a la claridad. Es un proyecto de Begoña Susaeta. Una cama con un cabecero de obra La pared de piedra vista ha condicionado la elección del cabecero con el que vestir la cama. Para salvarla, Dadà Interiors ha planificado un cabecero de obra de pared a pared, cuya repisa sirve de complemento de las mesillas y para apoyar objetos decorativos. Tapizado y tipo orejero Los cabeceros tapizados son los más confortables, sobre todo si sueles leer en la cama. Mejor si los eliges desenfundables, porque son más fáciles de mantener. Aquí, Asun Antó y Javi Baldrich han optado, además, por un diseño orejero, que le da un extra decorativo. Con un cabecero separador tipo murete La interiorista Cayetana Quiroga ha enmarcado esta cama con un cabecero de DM a medida de triple uso: sirve de repisa a modo de mesita de noche, de separador de ambientes y por el lado del baño es un armario con poco fondo pensado para guardar las camisas. Tapizado y con un marco de madera La decoradora Asun Antó quería darle protagonismo a la cama, así que diseñó un cabecero XL tapizado y lo enmarcó, a modo de cuadro , con madera, dándole volumen y presencia. Un antiguo arrimadero recuperado La decoradora Lara Pujol reconvirtió este arrimadero antiguo, que ya no tenía cabida en este piso, en un cabecero personalísimo tras su restauración. Personalidad y tradición. Un tablero de madera con estampado botánico Este cabecero apenas ocupa espacio y da vida a este dormitorio minimalista . Se trata de un tablero de madera colgado en la pared con un estampado botánico. Su responsable, la decoradora Paz de Tord. Un cabecero de crochet ¿Se te da bien el crochet? Inspírate en esta idea y confecciona un cabecero DIY : será único y 100% personalizable. Tapizado y de estilo art decó Con este cabecero tan personal, por su diseño de inspiración art decó, el terciopelo —tan de tendencia— y su color rosa, no hace falta nada más en este dormitorio. Decora por sí solo la cama y la estancia. La acertada elección ha sido obra de la interiorista Teresa Gutiérrez. Un cabecero de madera tipo rejilla Este cabecero de madera, con un diseño tramado, viste la cama sin recargarla. Y, además, parece ir a juego con la lámpara de techo. Un cabecero revestido de papel pintado Este cabecero no podría ser más original. La interiorista Ajanta Velasco ha forrado su estructura, a modo de mini murete, con un papel pintado que imita la piel de potro. Un tablero de madera de roble en la superficie sirve de repisa. Una cama abrazada por las molduras Las molduras son tendencia y un recurso muy útil para enmarcar la cama y darle carácter. Aquí, por ejemplo, se ha prescindido incluso de cabecero, porque las molduras hacen esta función. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.