Desde cojines que no encajan con el resto de la decoración (ideales, sí, pero fuera de lugar) hasta figuras decorativas abarrotadas en la estantería o velas en composiciones poco o nada pensadas. ¿Quieres saber qué 10 cosas no merece la pena tener en casa? Soy Pia Capdevila, interiorista y decoradora al frente del estudio Pia Capdevila Interiorismo y Eventos y colaboradora habitual de la revista El Mueble, y esto es lo que nunca recomendaría tener (y lo que sí) decorando tu casa.

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1.

No merece tener un sofá en el que no estéis cómodos

Salón con chimenea y sofá chester.

Mesa de centro, de Becara. Lámpara de techo, en Villalba. Alfombra. de Kilombo Rugs en Grupo 13 y chimenea, de Chimeneas Lumbre.

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Un sofá es una pieza fundamental en la zona de estar y su comodidad debe ser una prioridad al elegirlo. Por mucho que te guste su línea, su diseño o tapicería, si no es cómodo, no cumplirá su función principal.

2.

¡Cuidado con tanto adorno!

estanteria a medida con apliques de luz.

Sofá, de Maisons du Monde. Apliques, de Triggo.

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Sé selectiva con los adornos y demás detalles que colocas en baldas, mesas o consolas. Con un exceso de figuritas solo conseguirás desorden visual, por no mencionar el momento limpiar el polvo.

3.

No merece la pena tener cojines sin ton ni son

Sofá blanco con cojines en tonos amarillos y azules.

Sofá blanco con cojines en tonos amarillos y azules.

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Que los textiles de una estancia coordinen entre sí es esencial para lograr una decoración armoniosa y agradable a la vista. Además, cuando los cojines son de colores o patrones muy diferentes al resto de telas, el ambiente puede parecer desordenado.

4.

No merece la pena tener cuadros en todas las paredes

Pared del sofá decorada con una composición de fotografías en blanco y negro.

Obras de la modelo Mónica de Tomás. Marcos, de El Corte Inglés.

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Una composición bien pensada y equilibrada en ciertas paredes clave, como la del sofá o la cama, tiene un impacto mucho mayor en la decoración de una estancia que simplemente llenar todas las paredes con cuadros.

5.

Ni muchas velas

Mesilla de noche vintage

Mesita vintage decorada con velas y flores.

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Es cierto que son elementos decorativos atractivos que, además, ayudan a crear una atmósfera acogedora, pero no merece la pena tener un exceso de velas (y menos aún encendidas). Mejor pocas y colocadas estratégicamente.

6.

No merece la pena tener plantas si no vas a cuidarlas

Macetas con plantas en mueble de madera

Macetas con plantas.

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Las plantas no solo ponen un toque de vida y color en la decoración, sino que también favorecen nuestro bienestar físico y mental. Pero para que luzcan en todo su esplendor, hay que cuidarlas. Por eso, si no vas a prestarlas la atención que merecen, mejor no las tengas.

7.

Espejos y más espejos

Salón con comedor y zona de estar en blanco y amarillo.

Sofá y puf color mostaza, de El Taller de las Cortinas. Espejo, sillas y butacas del comedor, en D'AQ Decoración y Antigüedades.

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Úsalos con moderación y estudia bien dónde vas a ponerlos. Son una herramienta poderosa para ganar sensación de amplitud y reflejar la luz de manera efectiva, pero deben usarse con cuidado para no saturar la estancia con reflejos y no sobrecargarla visualmente.

8.

Ni objetos decorativos muy frágiles

Botellas de cristal en alacena de madera.

Botellas de cristal en alacena de madera.

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Evita objetos que requieran un cuidado constante (tanta limpieza se convertirá en una tarea tediosa) o que sean propensos a romperse. Mejor, elige elementos que sean tanto estéticamente agradables como prácticos, que sean duraderos y fáciles de limpiar.

9.

No merece la pena tener muebles baratos de plástico

Comedor con mesa redonda, sillas blancas con patas de madera y lámparas de techo.

Comedor con mesa redonda, diseño de Vive Estudio y realizada por Miki Beumala. Sillas, de Pilma. Lámparas de techo, de Foscarini.

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Opta por piezas realizadas con materiales y acabados de calidad, ya no solo porque subirán el nivel decorativo de tu casa, sino también porque los muebles baratos de plástico tienden a desgastarse y romperse con facilidad, lo que significa que tendrás que reemplazarlos con frecuencia.

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