Javier Páramo y David Moya, interioristas: "Las plantas están siendo reemplazadas por estas ideas para ganar privacidad en la terraza"

"Elementos como celosías, paneles de madera o metal, cortinas técnicas y biombos modulares están en auge. Además, las pérgolas con cerramientos textiles o estores enrollables ofrecen privacidad parcial sin encerrar por completo el espacio. Nos gusta diseñar estructuras que no solo dividen, sino que transforman un área exterior en un refugio personal. Estas soluciones también responden a la necesidad de adaptabilidad y flexibilidad, dos pilares fundamentales en el interiorismo actual", continúa David Moya. 

Desde Dosalcubo, Javier nos habla de cómo afrontan ellos estos proyectos en los que hay que dar privacidad en la terraza: "Trabajamos mucho con madera sostenible, metales tratados para exterior y fibras técnicas reciclables. También usamos textiles con tratamiento UV y materiales de bajo impacto ecológico como el bambú o el composite reciclado. La sostenibilidad y la responsabilidad ambiental son aspectos esenciales en nuestros proyectos; elegimos materiales que no solo sean duraderos y bellos, sino también respetuosos con el entorno. Sin olvidarnos de lo que llamamos “memoria táctil”: materiales que invitan a ser tocados, que despiertan sensaciones y recuerdos. Un material que transmite algo al tacto genera una conexión emocional mucho más profunda con el espacio".

Según los interioristas de Dosalcubo, cada vez hay más soluciones que ofrecen una privacidad modulable o retráctil, permitiendo abrir o cerrar el espacio según la necesidad del momento. "Hay sistemas de paneles móviles, cortinas enrollables o estores screen que permiten gestionar la privacidad según la hora del día, la orientación solar o el uso del espacio. También estructuras abatibles o correderas que amplían o delimitan según se necesite. Estas soluciones son un reflejo de la flexibilidad que trabajamos desde el estudio: espacios que evolucionan con sus habitantes, que se adaptan a las emociones y rutinas de quienes los viven".

Las nuevas propuestas para conseguir privacidad pasan por ofrecer otras funcionalidades, como servir de soporte para iluminación, elementos decorativos o incluso almacenamiento. Javier nos explica: "Buscamos siempre que los elementos tengan más de una función. Por ejemplo, el diseño de celosías que además permiten colgar macetas, integrar apliques de luz cálida o colocar estantes decorativos. También la creación de respaldos altos que funcionan como divisores y bancos con almacenamiento oculto. Esta multifuncionalidad no solo ahorra espacio, sino que mejora la calidad de vida al responder a distintas necesidades cotidianas sin renunciar al diseño".

Según David, interiorista de Dosalcubo: "La clave está en usar soluciones ligeras y visualmente permeables: celosías delgadas, textiles flotantes, estores de malla técnica o separadores de listones verticales que tamicen sin bloquear. Tratamos de priorizar estructuras fáciles de manejar, seguras y que se integren con el mobiliario sin restar funcionalidad. Cada centímetro cuenta, y por eso todo debe estar bien pensado".

Para finalizar, Javier nos cuenta cuáles son los errores más comunes a la hora de elegir los elementos que nos proporcionen esa preciada intimidad. "El más común es incorporar soluciones improvisadas que no dialogan con el conjunto. También es un error usar materiales poco duraderos o poco respetuosos con el entorno. Otro riesgo es crear barreras demasiado opacas que terminan bloqueando la luz o el aire. Es importante diseñar pensando en las personas, en su salud y su confort, pero también en el impacto que dejamos en nuestro entorno. La elección de materiales y texturas con significado —que se sientan, que emocionen— y la búsqueda de armonías y contrastes equilibrados son parte esencial de ese enfoque", finaliza.