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1.

Un atrevido sofá de grandes y coloristas flores

Salón con paredes de lamas de madera blanca y sofá tapizado a flores_ 00458414

Este sofá es, sin duda, el gran protagonista de este salón. De hecho, la pared en blanco y diáfana que lo alberga es el lienzo perfecto para enmarcarlo sin que nada compita con él. Si optas por un diseño tan llamativo y extremado como este, lo mejor es compensar el resto de decoración para que el salón no se vea demasiado recargado. 

Sofá de herencia retapizado con tela de Gastón y Daniela. 

2.

Un sofá atemporal tapizado con tela de saco

Salón clásico con sofá y butaca clásica_00382731

En este salón de corte clásico el sofá se ha tapizado con una tela de saco con rayas azules que le da un punto más informal y muy natural al estar. Además es muy fácil de combinar con el resto de elementos textiles de la estancia.   

3.

Un clásico estampado a flores actual

Salón con sofá estampado a flores con base en gris_0507333

¿Clásico o actual? Un poco de ambos. Así es este estampado floral tan característico de Güell-Lamadrid con una base en gris –un color que sigue de moda– y grandes motivos florales que contrastan en blanco. La elección de un sofá de diseño contemporáneo le da un toque más actual. 

4.

Un sofá estampado de base neutra y a rayas

Sofás estampados El Corte Inglés

Las rayas son uno de los estampados clásicos de los sofás, porque nunca pasan de moda y, además, ayudan a estilizar una pieza que habitualmente es muy voluminosa. Si quieres que no pesen mucho, puedes optar por una base neutra y reservar el color para las rayas, como en este sofá de El Corte Inglés.  

5.

Un sofá con gruesas franjas beige

Salón pequeño con chimenea y sofá con franjas_00366822

En decoraciones muy neutras y cromáticamente planas, la tapicería de los sofás o las butacas puede dar mucho juego para dar personalidad al salón, como en este pequeño estar dominado por el beige en el que el sofá, sin ser muy atrevido, da color y carácter a la estancia. 

Sofá de Talmar.

6.

Un salón campestre y vintage con dos sofás a flores

Salón campestre y vintage con vigas de madera y sofás tapizados a flores_00330900

Un sofá estampado a flores, sobre todo en tonos pastel como estos, dará un look romántico y delicado a cualquier salón. Aquí, además, encaja a la perfección en un salón de aires campestres y vintage. Si quieres que el conjunto se vea más armónico, coordina los tonos de la decoración con el de la tapicería. Aquí, verdes y rosas pastel y blanco roto.

7.

Un sofá de rayas muy fresco y combinable

Salón con sofá a rayas azules y pared con papel pintado a rayas_00482995 O

¿Quién dice que las rayas no pueden combinarse con más rayas? Esta propuesta demuestra cómo los colores pueden ayudar a que dos estampados diferentes encajen perfectamente. El sofá, de finitas rayas azules, se ha combinado con un papel pintado también a rayas, aunque con un diseño diferente. Pero al llevar los colores del papel a los cojines, el look no podría ser más acertado: informal, fresco y personal. 

Sofá de Ikea con funda rayada.

8.

Un mix de liso y estampado muy personal

Salón con dos sofás enfrentados tapizados lisos y a rayas_00281820

Ni liso, ni estampado. ¡Ambos! Esta es una opción que también funciona, porque ni tiene el peso visual de un sofá totalmente estampado ni es tan neutro como uno liso. Lo importante en estos casos es que ambos tapizados estén coordinados, combinando colores. Aquí se ha tomado como nexo de unión el verde caqui.    

Sofá de Guadarte. 

9.

Un sofá tapizado con una tela a cuadros

Salon con vigas de madera y sofá y butaca a cuadros_00518490 O

Los cuadros son todo un clásico de las tapicerías por su carácter imperecedero y su look tradicional, si bien hoy en día existen propuestas de lo más modernas. En este salón se ha optado por un diseño clásico que encaja a la perfección con la estética, también clásica, del sofá tipo chéster y las butacas. 

10.

Un sofá rinconero a franjas bicolor

Salón con sofá rinconero tapizado a franjas bicolor_00391496

Podríamos pensar que optar por un sofá rinconero estampado sería un gran error, debido a su ya de por sí peso visual. Pero esta propuesta demuestra todo lo contrario. La clave es la integración con la decoración, dominada por el blanco roto y este color visón, un dúo cromático que se repite en las cortinas y los cojines. Además, el mobiliario es blanco e incluso la lámpara se ha escogido con la pantalla del mismo color. Personalidad pero sin estridencias.  

11.

Una tapicería de tartán en un salón de corte clásico

salón clásico con sofás y butacas tapizados a cuadros escoceses_00518494 O

El tartán o cuadro escocés es un clásico a la hora de tapizar. Son muchas las variaciones de estampado y de colores, pero en general se trata de un tapizado con mucho peso visual, por lo que convertirás al sofá, y en este caso, además, las butacas en los protagonistas del estar. 

12.

El mismo sofá, dos tapizados

Salón con dos sofás en "L" y librería

En salones amplios, combinar dos sofás de diferente estampado es una opción para crear un estar más personal y no tan "neutro". En este caso, puedes unificar el modelo de sofá, como se ha hecho, o por contra, si buscas darle aún más protagonismo al sofá estampado, elegir un diseño radicalmente diferente. Esto es una buena idea en antigüedades o piezas especiales que quieras resaltar. En cualquier caso, es básico que ambos sofás comparten tonos comunes. 

Sofás de Ascensión Latorre. 

13.

Un sofá con un discreto estampado a rayas

Salón con mesas nido, pufs, butacas y librería _00428086

Si quieres un sofá estampado, pero sin que sea muy extremado, una tapicería a rayas finitas es una muy buena opción, porque es atemporal y da personalidad al salón sin ser un robamiradas.

Sofá de El Corte Inglés.

  

14.

Dos sofás en gris con grandes motivos geométricos

Salón con gran ventanal al exterior y dos sofás en "L" con motivos geométricos_00319708

En este salón de base neutra optar por dos sofás estampados es todo un acierto, porque le da punch y personalidad a un espacio que, de lo contrario, se vería demasiado soso. Los motivos destacan sobre una base en gris, que da color al espacio. 

15.

Un sofá clásico a rayas de color caldero

Salón rústico con vigas y sofás a rayas rojas_00394866

A un sofá clásico, como este, las rayas le sientan de maravilla, sobre todo si quieres reforzar su carácter tradicional. Con el plus de que se trata de un estampado atemporal. Combinado con una base blanca, da color a este salón sin recargar el espacio. 

Sofá de Laura Ashley.

Además del diseño, es muy importante a la hora de elegir una tela para tapizar acertar con el tipo de tejido, porque no todos valen. ¿Te has enamorado de una seda? Mejor descártala, porque es una tela delicada que ofrece muy poca resistencia. Por lo que sería recomendable, tan solo, para piezas más bien decorativas.

El algodón, el lino o el Jacquard son tejidos estupendos para tapizar, porque son gruesos y, además muy resistentes. Para saber la resistencia de una tela debes mirar la etiqueta del tejido, donde se indica el índice de abrasión o Martindale, que indica el grado de resistencia del mismo. Se recomienda que sea a partir de 15.000 ciclos Martindale.

Además de la resistencia, es importante que la tela para tapizar sea fácil de mantener y lavable. En este sentido, las fibras naturales mezcladas con poliéster como el algodón y/o el lino son una muy buena opción, así como los que cuentan con tratamientos especiales antimanchas.