María y Claudio, los propietarios de un piso en La Moraleja (Madrid), buscaban rediseñar las estancias de su casa en la que también viven sus dos hijas. Esta vivienda, de 130 m2, necesitaba un mix de frescor y calidez que convirtiera todo el espacio en su refugio seguro y acogedor. No dudaron en depositar su confianza en las manos de Michelle Vasconcelos, quien puso todo el interiorismo y la decoración bajo el concepto de 'minimalista cálido' que tanto caracteriza a su estudio.
El mobiliario hecho a medida y las distintas piezas de arte fueron claves para dar a las estancias rediseñadas un aire elegante pero calmado, sin excesos ornamentales o cromáticos. La propietaria quedó impresionada con el cambio: "Mi casa parece un hotel, ¡Brutal!". Con esta frase, que sin duda expresa toda su sorpresa, nos entran aún más ganas de ver cómo ha quedado su casa. ¿La vemos? ¡Vamos!