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1.

Todo al blanco

El blanco nuclear es, sin duda, la marca del estilo ibicenco. Presente en paredes y en gran parte del mobiliario y la decoración, el blanco transmite paz, relax, armonía y frescor.

2.

Blanco y azul: un tándem 100% mediterráneo

Aunque el blanco es el color por excelencia del estilo ibicenco, no es raro encontrar pinceladas de azul, ya sea en su tono más añil o en su matiz turquesa, como en este dormitorio, un guiño a las aguas de sus playas de postal. Es habitual verlo en puertas, ventanas o vigas: además de romper con la neutralidad del blanco, aporta frescor.

3.

Paredes encaladas

Las casas tradicionales ibicencas, de formas cúbicas, sencillas, funcionales y pequeñas ventanas en sus fachadas, encalaban sus paredes como método de desinfección y aislamiento frente a las inclemencias del tiempo. Hoy en día, se ha mantenido como símbolo del método constructivo tradicional del estilo ibicenco.

4.

Arquitectura de esencia mediterránea

La arquitectura ibicenca, con sus fachadas encaladas en blanco, comparte puntos en común con el estilo de otros pueblos mediterráneos, como Túnez, o emblemáticas ciudades costeras de Grecia, con Santorini como máximo icono.

5.

Elementos naturales: vigas de madera, muros de piedra...

La naturaleza es la principal fuente de inspiración del estilo mediterráneo y, también, del estilo ibicenco. De ahí que sea habitual dejar las vigas de madera a la vista o paramentos de piedra, convirtiéndose en un elemento decorativo más, tanto en el interior como en el exterior.

6.

Que no falten los arcos

Los arcos, tanto en el interior como en los porches, junto con los muros gruesos –eran habituales las paredes de más de un metro de grosor–, que protegían del calor en verano y hacían las viviendas más cálidas en invierno, son una constante en las casas tradicionales ibicencas. 

7.

Un equilibrado mix de estilos

El estilo de Ibiza destaca por su equilibrado eclecticismo. Mezcla lo rústico y lo campestre con una estética minimalista y sobria dominada por la funcionalidad y la sencillez. Pero a su vez, con piezas de mobiliario de clara influencia oriental, detalles glam, como lámparas de techo de cristal o espejos con marcos dorados o plateados, o piezas vintage o recuperadas. 

8.

El estilo boho en clave ibicenca

Si el blanco es un elemento característico del estilo ibicenco, también lo es la estética hippie, encarnada a la perfección por la tendencia boho. Así, el estilo ibicenco sorprende con pufs y cojines de suelo, accesorios que mezclan características hippies, étnicas y orientales, kilims, mesas y lámparas de mosaico, farolillos árabes… En definitiva, un ambiente relajado y alegre.

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Porches muy frescos con cubiertas de caña

Son un elemento 100% estilo ibicenco. Y es que los porches no pueden faltar en una casa típicamente ibicenca. Para protegerlos del sol, pero sin renunciar a una ventilación natural, no hay nada como las cubiertas vegetales. Y el cañizo es uno de los materiales autóctonos estrella. Pintado en blanco, como aquí, resultará más fresco. 

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Pavimentos frescos y naturales: barro y cemento

En el estilo decorativo ibicenco no pueden faltar las baldosas de barro y el cemento pulido para revestir los suelos, dos materiales naturales y típicos de las construcciones de la isla.

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Muebles de obra

Una de las peculiaridades de las casas típicamente ibicencas son los muebles de obra encalados. Sofás, armarios o bancos que se integran de manera natural en la propia construcción creando espacios sin estridencias donde reina la armonía y la sencillez. Para prueba este mirado al mar. 

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Textiles naturales

Algodón y lino son los materiales estrella si buscas que tu casa respire un look ibicenco. Apuesta por telas vaporosas, frescas, de tacto agradable y en colores suaves para vestir el sofá, la cama o las ventanas. Y reserva las notas de color para los pequeños complementos, como cojines o plaids.

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Estampados coloristas y étnicos

No todo es blanco en el estilo ibicenco. Las notas de color suelen venir por parte de los textiles. Los estampados con coloristas motivos étnicos, geométricos o florales darán una nota de color a los espacios y ese toque tan característico del estilo ibicenco.

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Complementos de fibras vegetales

Ya sea por su frescor o por su carácter natural y campestre, las fibras vegetales no pueden faltar en una decoración de estilo ibicenco. Detalles de fibras vegetales, alfombras de yute, cortinas de arpillera, cestos de mimbre o lámparas, como estas originales propuestas confeccionadas con pequeños capazos.

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Una atmósfera que invita al dolce far niente

Quizás es por su estrecha vinculación con el verano y las vacaciones, o por su look sosegado que invita a bajar las revoluciones, o por su estrecha vinculación con el entorno natural... Pero el estilo ibicenco es una invitación al relax, por lo que no pueden faltar rincones o espacios destinados a este fin. Una hamaca, una tumbona o, como aquí, una cama recuperada convertida en sofá, bastarán. 

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Alíate con las plantas

Las plantas son el complemento obligado en una decoración de estilo ibicenco. En el interior, pero sobre todo en el exterior, decorando porches, a modo de coloristas cubiertas vegetales o tapizando las blancas fachadas de las casas. Darán ese toque informal y "salvajamente" natural tan típicamente ibicenco.  

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Detalles artesanales y piezas vintage

Estrechamente vinculado al estilo de vida hippie y alternativo tan característico de la isla, los detalles artesanales, como estos decorativos vaivenes de hierro, y las piezas vintage y recuperadas no pueden faltar.

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Un estilo con sabor veraniego

El estilo ibicenco se asocia, irremediablemente, con el verano y el relax. De ahí que en una decoración que se inspira en este estilo no pueden faltar los detalles en azul o los complementos marinos o con sabor a verano. Como este salvavidas antiguo, que da un toque muy personal a este comedor con vistas al mar. 

Ibiza es uno de nuestros paraísos naturales por excelencia. Esta pequeña isla de las Baleares se caracteriza por sus agrestes y bellas calas rebosantes de vegetación y sus paisajes rurales salpicados por las icónicas casas blancas tan típicas de la isla. No es de extrañar que a Ibiza se la conozca con el sobrenombre de la "Isla blanca". Pero su atractivo más va más allá de su belleza y la singularidad de esta isla pitiusa ha cristalizado en un estilo decorativo propio, que destaca por su luminosidad, frescura, sus raíces tradicionales, su conexión con el mar, el campo y la naturaleza y la simplicidad y pureza de sus espacios teñidos de blanco.

Y es que la decoración ibicenca fusiona con equilibrio el estilo hippie más desenfadado, informal y colorista, con la elegancia y el sabor rural más original. ¿El resultado? Ambientes luminosos, que invitan a la calma y al relax, acogedores y simples, en los que nada sobra pero tampoco se echa en falta.

Y si tras este paseo decorativo por el estilo ibicenco, te apetece una escapa a la isla blanca, no te pierdas esta ruta deco que te proponemos.