Gran dilema

Escritorio en el salón o el dormitorio: ¿dónde es mejor ubicarlo? Los expertos responden

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene colocar la zona de trabajo en uno u otro espacio de la casa? Hemos sondeado a expertos y estas son sus opiniones

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El teletrabajo ha puesto patas arriba nuestro hogar. A falta de despacho independiente, muchos hemos tenido que idear una zona específica en casa que nos permita trabajar. Algunas habéis optado por colocar el escritorio en el salón, otras habéis preferido instalarlo en el dormitorio. Todo dependiendo de cada necesidad y, por supuesto, del espacio.

La velocidad con la que se ha producido este cambio de escenario laboral ha impedido que prestáramos verdadera atención a los beneficios e inconvenientes de uno y otro sitio. Hemos preguntado a expertos en decoración y descanso para que nos cuenten los pros y los contras de ambas elecciones. Y esto es lo que nos han contado.

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Ventajas de ubicar el escritorio en el salón

Pegado a la pared, junto a la ventana, bajo la escalera, en una librería, detrás del sofá, la ubicación del escritorio en el salón es muy variada. Incluso puede que la propia mesa de comedor haga las veces de él. Y todo por esa nueva consigna de convertir el salón en centro multitarea, donde tú trabajas, los niños hacen deberes y los más peques juegan. Estas son las principales ventajas:

Dispones de más espacio

El salón suele ser la zona más amplia de la casa lo que permite que estemos más de una persona trabajando en él sin molestarnos. Sentir la presencia de otro nos hace interactuar socialmente, aunque cada uno esté a lo suyo.

Tienes más luz natural y vistas

Además de amplitud, "el salón suele ser la estancia de la casa que cuenta con mejor entrada de luz natural y la que nos conecta con el exterior —apunta Manuel Delgado, interiorista de Ikea— lo que supone toda una ventaja para ubicar el escritorio en este espacio. Es importante que el mobiliario de trabajo esté conectado con el resto de muebles de la estancia (materiales, colores, formas...)".

"Si el escritorio o mesa de trabajo es un espacio compartido con otros miembros de la familia, siempre es mejor ubicarlo en un espacio común con el fin de que nadie invada la privacidad de nadie", afirman desde La Redoute España.

Mejora la concentración

Disponer de un lugar fijo en el salón para poder trabajar aumenta la concentración, y por tanto, la productividad. Así que es una gran ventaja, ¿no crees?

Separa ambientes

Si ubicas el escritorio detrás del sofá, por ejemplo, te servirá a la vez de elemento separador entre el salón y el comedor, tal y como muestra la propuesta de la interiorista Laura Ehlis en la imagen inferior.

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Inconvenientes de ubicar el escritorio en el salón

A ninguno nos gusta convertir nuestro salón en una oficina. Ubicar en él el escritorio obliga a mantener un orden severo antes, durante y, sobre todo, después de cada jornada de trabajo. Veamos cuáles son sus principales inconvenientes:

Se invade el espacio común

Desde el equipo de La Redoute España aseguran: "Conviene no invadir demasiado este espacio común que también se utiliza para otros fines (comer, ver la tele, jugar...). Es vital mantener el salón ordenado con estanterías, cajas, bandejas o cestas para poder dejarlo todo recogido al finalizar las tareas".

Uno de los grandes problemas de trabajar en el salón comedor es la privacidad, si vivimos o trabajamos con más personas en casa. Para ello, Manuel Delgado, propone "dividir los espacios con cortinas, muebles altos o paneles que nos ayuden a mejorar la acústica y subdividir el espacio para crear una atmósfera más íntima y personal".

En caso de tener que compartir el salón —añaden desde Kave Home— "pondríamos horarios para cada actividad, más o menos flexibles. Acordar los momentos adecuados a la hora de realizar cada tarea es vital para organizarte bien".

Los muebles de trabajo no se integran con la decoración del salón

La silla del comedor o el taburete de la cocina han estado bien para empezar, pero tras un año de teletrabajo tu espalda se ha resentido y pide a gritos una silla en condiciones, cómoda y ergonómica. Y claro los diseños de este tipo de asientos no son especialmente bonitos ni casan con el estilo de tu salón. ¡Atención diseñador@s, queremos sillas con respaldo regulable que nos entren por los ojos!

Manuel Delgado sugiere a la hora de integrar el escritorio en la decoración del salón "pensar en muebles flexibles que podamos utilizar para diferentes actividades como, por ejemplo, aparadores o estanterías de almacenaje compartido (trabajo, objetos decorativos) y sillas con doble uso (trabajo/asiento extra para el comedor). Además de ayudarnos a optimizar el espacio, facilitará la integración de la solución de trabajo con el resto de la estancia".

¿Tentada de tumbarte en el sofá?

Repanchingarse en el sofá está muy bien de vez en cuando para tomarte un respiro pero ¡ojo! no lo cojas como algo habitual a la hora de trabajar sino quieres que le pase factura a tu cuello. Si te sientas en el sofá para trabajar—no tumbarte— necesitarás un soporte práctico para colocar el portátil.

¡Otro mueble más en el salón!

Sí, para muchos introducir un escritorio en el salón ha significado recortar espacio. "El tamaño del escritorio debe ser proporcional al tamaño de la estancia" —apunta Manuel Delgado.

Lo mejor es elegir un modelo que quede camuflado cuando no estés trabajando (consola, mueble abatible, un estante en la librería o un tablero bajo la ventana, una mesa con ruedas que aparezca y desaparezca del salón cuando tú quieras). Ocupan el mínimo espacio y no interfieren visualmente con el resto de la deco.

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ventajas de ubicar el Escritorio en el dormitorio

Dentro del armario, bajo las ventanas, en la estantería... Las interioristas nos han mostrado múltiples maneras de adaptar el escritorio al dormitorio. Pero ¿es recomendable su ubicación aquí? Veamos algunas de sus ventajas:

Mantiene el salón despejado

Ubicar el escritorio en el dormitorio evita que tengas el salón empantanado, como si fuera un campo de batalla. Y además, el escritorio en el dormitorio está menos a la vista de las visitas.

Ofrece desconexión

"Si el home office está en el dormitorio —apuntan desde Kave Home— aseguras que sea una zona más tranquila, es tu espacio de confort y, por lo tanto, será más fácil que puedas trabajar con tranquilidad".

El dormitorio es una de las estancias más privadas de la casa y "cuando buscamos intimidad y desconexión para trabajar, es quizá el espacio en el que primero pensamos" —afirma Manuel Delgado, de Ikea. El interiorista aconseja ubicarlo cerca de la ventana para aprovechar la luz natural, optar por un mobiliario con almacenaje cerrado que permita en cuanto termine la jornada, guardar todo para que no quede a la vista y poder desconectar.

En cuanto a materiales y colores, Manuel Delgado recomienda a la hora de integrar el escritorio en la decoración del dormitorio optar por maderas y fibras naturales, colores neutros (blanco, gris, tonos pastel) y formas sencillas que ocupen poco espacio. De esta forma conseguiremos mantener la esencia del dormitorio como lugar de descanso y desconexión.

Da al escritorio una doble función

Colocar una mesa o tablero en el dormitorio es una solución ambivalente, ya que "permite utilizarlo de escritorio pero también como tocador o rincón de lectura. Actividades complementarias que nos aportan confort y relajación" —sugiere Manuel Delgado.

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Inconvenientes de ubicar el escritorio en el dormitorio

El dormitorio —según la firma de mobiliario Kibuc— no es un lugar apropiado para ubicar una zona de trabajo ya que es el espacio para el descanso y la desconexión. "El tiempo que invertimos en descansar es igual o más importante que el que invertimos en ser productivos" —asegura Manuel Delgado, de Ikea.

infravalora el descanso

Algo en lo que coincide el doctor Carlos Egea, miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES), quien apunta: "El dormitorio no es un espacio más de la casa, es uno de los núcleos de salud de la casa. Es la habitación de la salud, en lugar de como hasta ahora se reinterpretaba que era un espacio que podía ser multitarea".

"Desde la Sociedad Española del Sueño —continúa el doctor Egea— creemos que en la habitación debe ser todo en modo avión, no debe haber elementos tecnológicos que puedan perturbar el descanso ni introducirte o prolongar tu trabajo. Si tu tienes un portátil en el dormitorio es muy probable que utilices parte del tiempo de dormir para trabajar". Todo entorno que no induzca a conciliar y mantener el sueño tendrá un impacto en nuestra salud mental, emocional y física.

"Siempre es más recomendable separar en diferentes estancias las actividades de producción y descanso, de lo contrario, nuestro tiempo de recuperación no será de la misma calidad —afirma Manuel Delgado—. La habitación de invitados, por ejemplo, sería ideal para crear nuestro puesto de trabajo sin que pierda su función principal como dormitorio secundario".

¿Otra opción? "Colocar un biombo —proponen desde Kave Home— es un buen método para levantar paredes y separar espacios sin obras".

Favorece el desorden

Siempre hay que mantener el dormitorio limpio y ordenado. Y si trabajas en él, más. El desorden de objetos en el entorno, como ropa, libros, ordenadores... no permite que la mente se desactive.

Aquí, como en el salón, es importante mantener el espacio ordenado con sistemas de almacenaje en los que guardar los objetos cuando no los utilizamos. "Es vital que el dormitorio siempre esté organizado —aconsejan desde Kave Home— y pueda seguir siendo tu templo de relax cuando apagues el ordenador".

Lo ideal es no introducir en él ni televisión, ni ordenadores ni móviles y, si se tienen, no hacer uso de ellos dos horas antes de conciliar el sueño.

Dificulta el sueño

Además de la luz, el ruido, el colchón o la temperatura, el ambiente también es muy importante porque condiciona el sueño. Colocar elementos como ordenadores que pueden prolongar la jornada laboral dificulta la conciliación, por eso, desde la Sociedad Española del Sueño no recomiendan el uso de dispositivos en la habitación. "Es más propio de hoteles que de un centro de sueño en casa" —afirma el doctor Egea.

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Escritorio en dormitorios infantiles ¿sí o no?

En la mayoría de las habitaciones infantiles, el escritorio es una pieza más del mobiliario. El tiempo que dedican a hacer deberes a veces se prolonga demasiado, sobre todo, cuando llegan a la adolescencia.

En el caso de los niños, "creemos igual o más importante que se distingan en su dormitorio las zonas de relax y las de trabajo —aseguran desde Kave Home—. Los más peques deben aprender a estudiar bien sentados en una mesa que les permita escribir con facilidad y tener todo el material a mano".

"Los adolescentes son otra especie y necesitan un período de adaptación a las tecnologías —afirma el doctor Egea—. Hay que insistir en unas pautas culturales. Aunque por motivos de espacio es verdad que tienen dispositivos tecnológicos en su habitación, hay que culturizar a padres e hijos para que utilicen los dispositivos durante los tiempos que no vayan a dormir".

Y tú ¿eres más de ubicar el escritorio en el salón o en el dormitorio?

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