Escaleras personalizadas o cómo decorarlas con gracia y estilo

Si quieres darle a tu escalera un halo misterioso, decóralas con unas velas de té protegidas en portavelas transparentes. Para mayor seguridad, aplica esta idea en escaleras que no sean de madera. ¡Verás qué bienvenida más cálida te darán!

¿Tienes en tu casa escaleras de subida y bajada?  Decora el descansillo con un banco y una alfombra, como propone la interiorista Anna Vendrell. Una idea excelente para tomarse un respiro antes de continuar.

¿Te resulta un tanto sosa la pared de la escalera? Dale presencia con unas elegantes molduras, tal y como han hecho en esta las interioristas Ana Berganza y Paula Heredero. Y, por si fuera poco, han centrado en ellas unos apliques decorativos para iluminarla.

Otra fantástica idea para decorar la escalera es pintar la pared en colores diferentes. Gabriela Conde ha lacado el techo y la pared superior en blanco roto y la parte inferior en gris creando un original arrimadero. ¡Puro contraste!

Es una de las maneras más sencillas de decorar una escalera. Además de protegerla, la moqueta servirá para disimular alguna imperfección. La interiorista Pía Capdevila forró los peldaños de esta espectacular escalera de forja y detalles dorados, con un modelo elegante a rayas bicolor. El beis y el negro se prolonga por todo el recibidor llenándolo de estilo.

Si tu escalera es sencilla y quieres llamar su atención, fíjate en cómo han decorado Asun Antó y Javi Baldrich esta en blanco y madera: suspendiendo por su centro una elegante lámpara de araña. Sin duda, será el centro de todas las miradas.

Cuando la escalera está colocada en una zona infantil o lleva, como esta, al cuarto de juegos, decórala de forma divertida. Los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar colgaron unos farolillos de papel en los peldaños. A diferentes alturas, le da gracia a la escalera blanca.

Si lo que buscas es darle un toque acogedor a tu escalera, la interiorista Asun Antó propone colocar unos listones de madera, a modo de celosía. Decoran la barandilla, semi ocultan la escalera y, a la vez, dejan que la luz se cuele entre las tablas.

No sólo puedes poner una alfombra a los pies de la escalera, también en los diferentes tramos para hacerla más acogedora. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Jeanette Trensig: decorar el descansillo con un kilim en tono neutro y un mueble blanco para colocar una lámpara de sobremesa. 

¿Quieres que tu escalera de sensación de ligereza? Mira lo que ha hecho la interiorista Carmen Figueras: optar por unos peldaños volados y colocar una barandilla acristalada hasta el techo, mucho menos pesada visualmente que una de obra. Además de aportar agilidad a este moderno recibidor, deja pasar la luz iluminando los peldaños por el día de forma natural. La guinda de la decoración la puso un original arbolito ubicado en el descansillo.

Una opción más contemporánea de decorar e iluminar la escalera es descolgando por ella una, dos ¡o tres! lámparas con pantalla de fibra natural. Estas en negro van a juego con la barandilla. 

¿Quieres darle un toque otoñal a tu escalera? Empapela su pared con un papel pintado de cuadros, como este elegido por Sylvia Preslar. La arquitecta e interiorista, además, ha protegido la parte inferior con un arrimadero gris, a juego con el papel y la escalera metalizada.

Para quitarle formalidad a una escalera de mármol, decórala con objetos desenfadados. Una lámina o un póster enmarcado, mejor que un cuadro, será perfecto. Aquí se ha optado por un mapamundi XL. Si te fijas, en la repisa de la escalera se han colocado dos globos terráqueos muy vintage.

Fíjate en esta propuesta de Asun Antó que brinda la posibilidad de decorar la escalera y sus aledaños, dándole además un carácter práctico. En los peldaños ha instalado unos focos leds para iluminarla, en la pared ha integrado una estantería y bajo la escalera ha creado un armario como solución extra de almacenaje. ¡Eso sí que es aprovechar el espacio!

Los zapatos colocados en el lado interno de la escalera resulta una buena idea para decorarla y tener el calzado siempre a mano. Nos la cede la interiorista Laura Crespo. En este caso hay que procurar que estén bien alineados para evitar traspiés al subir o bajar. Laura ha ampliado la decoración con una planta en el peldaño del recodo y un armario ropero bajo la escalera.  

¿Quieres que tu escalera sea tan decorativa como práctica? Aquí tienes un ejemplo que no dejará indiferente a nadie. Se trata de una estantería escalonada de madera, diseñada por la interiorista Beatriz Wolf. Sus peldaños son perfectos para subir al altillo y sus huecos mantienen libros y documentos ordenados.

Evitar que se vea desde el comedor la escalera del recibidor es la excusa perfecta para levantar unas lamas de madera verticales. Estas, a la vez que decoran, sirven de elemento divisorio de ambas estancias. Y lo mejor de todo, no les resta luz.

La interiorista Marta Torres ha decorado esta escalera sin barandilla con unos botes de cristal con asas a modo de prácticos portavelas. ¿Te has fijado en la originalidad de la construcción? Un primer tramo con peldaños volados de madera natural se une a un segundo módulo lacado en gris. Marta ha creado bajo la escalera una zona de almacenamiento extra. 

Las barandillas de cristal modernizan las escaleras. Prueba de ello es esta de madera, reformada por la interiorista Laura Ehlis. Además de salvar una columna de la estructura, Laura aprovechó su pared interior para instalar una librería a medida. ¡Qué idea tan práctica!

¿Las escaleras con barandilla baja o sin ella te producen vértigos? ¡Aquí tienes la solución! Coloca unas plantas en la parte externa de la escalera. En esta de madera con peldaños volados, las interioristas Natalia y Dulo Roma depositaron unos socorridos cactus en unas cestas de fibra natural que, además de decorarla con ese toque green, ayudan a frenar ese miedo al vacío.

A veces es la propia escalera la que resulta decorativa, bien por la forma de sus peldaños o la barandilla. Un ejemplo de ello es esta de la imagen de madera clara y con una original baranda de cuerda, de suelo a techo, para dar seguridad. La genial idea es de la interiorista Cuca Arraut.

La mezcla de materiales se hace notar en esta escalera de madera con barandilla blanca. Unos azulejos de cerámica con motivos muy mediterráneos decoran el frente de los escalones poniendo de relieve su toque artesanal. ¡No te pierdas el pomo de cristal que la personaliza aún más!

Una escalera de obra con barandilla metálica, como esta, puede parecer muy fría y seria a primera vista. Ganará calidez y desenfado si la decoras con unos faroles de fibra natural. Es lo que ha hecho la interiorista Marta Jáudenes en esta de la imagen. Alterna dos o tres farolillos en los peldaños. ¡Verás qué cambio!

Las escaleras de caracol son una auténtica obra maestra. Esta de la imagen, en blanco y madera, construida por las arquitectas Irma Aleu y Rosa Viñets roza lo escultórico. Como tiene altura, se ha decorado con una lámpara suspendida que cae con gracia por su hueco. ¡Todo un derroche de estilo!

Dos columnas determinan la estructura de esta escalera luminosa en blanco y madera. En lugar de instalar en ella una barandilla clásica, el interiorista Miquel Gomila ha colocado unos estantes decorados con libros y objetos pequeños. A través de sus huecos libres se cuela la luz procedente del salón. La creación de esta estantería/barandilla separa visualmente ambas estancias, a la vez que hace de mueble de salón por el otro lado.

¿Quieres conseguir un ambiente romántico? Las interioristas Laia y Marina Reguant han decorado los peldaños de esta escalera con grupitos de velas de diferentes tamaños. Con la mesa de comedor al lado crean una atmósfera de lo más intimista.

Otra versión de escalera decorada con una súper librería. De obra, lacada en beis y con los peldaños de madera, ha sido reformada por la arquitecta Clara de Castro. ¡El resultado es perfecto! Y para remate, el hueco inferior de la izquierda se ha aprovechado también con estantes.

Mármol, forja y madera se dan cita en esta escalera espectacular reformada por las interioristas Mausha Marsá y Tanana Montero. Su diseño brilla por sí solo. Para decorarla han recurrido a una planta de tallo largo con portamaceta de fibra que han ubicado bajo la escalera.