¿Es muy caro contratar un decorador?

"Porque dada su amplia experiencia –nos explica Natalia Zubizarreta– prevé desde el presupuesto las numerosas contingencias que pueden surgir, se adelanta a los sustos. No tenemos rayos X pero sí podemos intuir que, en una estructura de madera, habrá que sustituir parte de la misma, reforzarla, etc". 

Natalia sigue contándonos que conoce muy pocas personas que hayan reformado su casa ellos mismos sin sufrir retrasos, " engaños de gremios, sustos varios, desviaciones de presupuesto, imprevistos y resultados ingratamente inesperados con dolorosas postventas".

Dara Díaz, de Nice Home Barcelona, insiste en que "el interiorista te ofrecerá alternativas que, aunque tú tengas muy buen gusto, nunca se te hubieran ocurrido. Cada mueble, cada objeto, cada color está más que estudiado para que el conjunto final encaje a la perfección. Y conocemos bien el sector, el mercado y las tendencias".

Es la clave de la estilista e interiorista Sol Van Dorssen. "En general, veo que la gente que intenta decorar su casa por su cuenta, va comprando elementos sueltos sin pensar en un 'todo' y luego no encajan entre sí porque no fueron pensados como una composición". 

"La mayoría de nuestros clientes andan asustados pensado que contratar los servicios de un interiorista es algo súper exclusivo. Pero a posteriori se dan cuenta de que el coste está más que recompensado por el trabajo tan laborioso que hay detrás y el éxito en el resultado", explica Dara. 

También puede hacerlo un interiorista. Sol está especializada en entrar una vez realizada la reforma: "Entro para vestir cada ambiente: elegir muebles, objetos, iluminación y textiles, así como su distribución. Me gusta dejar colocado hasta el último detalle, ¡como una casa de revista!".  

El trabajo es complejo. Dara lo explica: "Hacemos desde reformas básicas hasta integrales, para luego pasar al proyecto de interiorismo: distribuir, amueblar y decorar. El cliente no se tiene que encargar absolutamente de nada. Nosotros realizamos la dirección, la ejecución y la gestión".

"El precio oscila dependiendo del servicio. En realidad no hay una tarifa fija, ya que cada proyecto es diferente –nos cuenta Dara–. Lo que es importante es cerrar un presupuesto real al principio para no llevarse sustos innecesarios a medida que se desarrolla el proyecto".  

"Lo primero que debe saber el cliente es cuánto quiere/puede gastarse. Transmitir una cifra realista de gasto es el principio de un buen trabajo porque el profesional deberá adaptar, en la medida de las posibilidades, la obra y los materiales a la misma", advierte Natalia, que nos cuenta también que una reforma integral se calcula sobre los 1000 €/m2.

"Un presupuesto de obra debe estar minuciosamente detallado. En nuestro estudio valoramos hasta los topes de puerta, que aunque en el montante son una pequeñísima parte, ¡todo suma! Así, la factura final no debería suponer más de un 5%-10% por encima de lo inicialmente presupuestado. ¡OJO con los presupuestos poco detallados y de literatura 'amplia' y ambigua".

 Un estudio previo, vamos. "Medimos la casa hasta el último detalle, analizamos la estructura del edificio con nuestro departamento de arquitectura –cuenta Natalia–, consultamos planos municipales si es necesario y hacemos una propuesta, modificable, de distribución. En ella el cliente sabrá hasta dónde va a guardar ¡incluso los zapatos o la cafetera!".

"Varía considerablemente según el interiorista –sigue Natalia–. Incluso algunos no lo cobran, pero lo habitual es que ronde los 800-1.200 €. En nuestro caso descontamos el estudio previo del total en caso de adjudicación de la obra".

Si finalmente te decides por sus servicios, debes contar, como nos dice Natalia, "aproximadamente un 20% más de lo que saldría a priori hacerlo por ti mismo, pero dado el control de gastos y plazos, la previsión y la reducción de imprevistos técnicos y económicos, supone un ahorro en el total".