Tener una chimenea es un lujo que no hay que desaprovechar. Aunque puede que gracias a nuestro clima mediterráneo podamos prescindir de ella, si en el salón o en el comedor —o incluso en el dormitorio— tienes una chimenea, el ambiente se volverá mucho más acogedor y mágico cuando esté encendida.
Durante las fiestas, la chimenea es testigo de la magia de Navidad regalando verdaderas postales para recordar (o subir a Instagram). Así que ya sabes, decora la chimenea siguiendo el mismo hilo conductor del salón o de la estancia donde se encuentra y disfruta de su cálida presencia.