Casas de lectoras: la impresionante casa de la abuela Dolors, lectora de El Mueble desde hace 50 años

"Hace muchísimos años que soy lectora de El Mueble. Prácticamente desde el año 71. He ido rescatando las ediciones que tengo guardadas en cajas en el desván, he llegado al año 71. Aún recuerdo cuando la revista era en formato blanco y negro y cada 5 o 6 ediciones te regalaban unas tapas de color rojo que te permitía encuadernar una revista. ¡Qué tiempos!". Así se presenta nuestra fiel lectora Dolors Bustins, quien tiene una casa en Cornellà del Terri, un pueblo de Girona.

"Soy madre de siete hijos y siempre he tenido que ir adaptando la casa conforme iban naciendo. Así, después de analizar varias revistas de decoración llegué a la conclusión que El Mueble era la que más se adaptaba a mi estilo: clásico y muy señorial. Además, por aquel entonces compramos un nuevo piso en la costa, el cual tenia que decorar. Así que El Mueble empezó cada vez más a ser todo un referente para mi. Con el tiempo fuimos adquiriendo algunas casas más, hasta llegar a la finca que os presento. Un lugar que pronto se convirtió en un sitio muy especial para nosotros", explica Dolors.

"La casa que os presento no es mi primera residencia. Yo vivo en Camós, un pequeño pueblo del Pla de l’Estany. Junto con mi marido, que falleció hace 3 años, fundamos un negocio dentro de la industria cárnica. Así, íbamos comprando distintas fincas para situar granjas y casas con sus respectivos masoveros para que las cuidasen. Pero esta casa que os presento fue amor a primera vista", confiesa nuestra lectora.

"Una finca grande que compramos a los años 70 y que decidimos quedárnosla para nosotros y nuestra familia. Así, pasó a ser el lugar donde celebrábamos las fiestas familiares: aniversarios, comuniones, etc. Vivíamos en Camós pero la casa de allí se nos hacía pequeña, así, necesitábamos un sitio en donde todos nos sintiéramos cómodos y pudiésemos hacer celebraciones. A mi marido no le gustaba ir de restaurantes y, por tanto, era una casa ideal donde había espacio para todos y podíamos gozar de naturaleza por los grandes prados que hay alrededor", cuenta Dolors.

Y la protagonista de este reportaje sigue narrándonos la historia de su vida: "Posteriormente, la finca pasó a manos de masoveros quienes se dedicaban a cuidar las granjas que hay alrededor a cambio de vivir en la casa. Fue una decisión práctica al ver que cada vez más los hijos se hacían mayores y ya no venían tanto con nosotros en la finca. Una pena. Así, mi sueño durante muchos años fue poder reformar la casa y volver a prepararla para la familia".

"Fue cuando mi marido murió hace 3 años que decidí que era mi momento: era hora de reformar la casa. Y aquí empezó todo hasta llegar a la actualidad, momento en el cual volvemos a celebrar las festividades en familia en la finca y nos lo pasamos muy bien. Un espacio donde reunirnos", revela.

En la planta baja, Dolors tiene un salón, que es uno de sus sitios favoritos, y que está conectado con la cocina y el comedor, ideal para tomar el café y el té después de una comida familiar.

Así lo explica ella misma: "La casa esta distribuida en tres plantas, todas conectadas por escaleras y por ascensor. En la planta baja encontramos la cocina que conecta con el comedor formado por una mesa pequeña y una de grande. La mesa pequeña la utilizamos para los nietos y la grande para los mayores cuando nos reunimos todos. Además, la cocina conecta con un pequeño salón donde hay la chimenea. Un lugar muy rústico y agradable. Finalmente, en la planta baja también encontramos la bodega y un pequeño baño".

Y subimos a la segunda planta...

"En la segunda planta encontramos tres dormitorios, con sus respectivos baños, y un gran salón. Una de las habitaciones, además, es doble ya que es pensada para una familia de cuatro. Así, está formada por una cama de matrimonio y dos camas separadas, además de su baño. Las otras dos habitaciones solo tienen una cama de matrimonio y el baño. En cuanto al salón, es una maravilla. Grande y con mucha luz, pensado para que todos podamos reunirnos sin tener problemas de espacio ni sillones", describe Dolors.

"Es difícil elegir mi estancia preferida de la casa, porque realmente hay muchas que me encantan. Sin embargo, si me tengo que quedar con una de sola creo que escojo el salón del primer piso. Es muy grande y cabe mucha gente, pero también se vuelve el lugar ideal para leer, mirar una película o disfrutar de largas conversaciones con familia y amigos", desvela.

Esta habitación está conectada con la que podéis ver aquí abajo.

Este dormitorio que veréis a continuación está también en la segunda planta. Cada habitación tiene su cuarto de baño.

Otra de las habitaciones es esta, en la que vemos una cómoda vintage restaurada.

"Finalmente, en la tercera planta encontramos dos habitaciones más. Ambas son pensadas para familias ya que disponen de una cama de matrimonio y dos camas separadas. Una de ellas es muy especial, ya que la habitación de los niños esta situada en una especie de altillo donde se ve todo el exterior gracias a un gran ventanal. Todas las habitaciones incluyen su propio baño. Además, encontramos un magnífico salón, un espacio pensado para relajarse y gozar de lecturas individuales", cuenta nuestra protagonista de hoy.

"La finca ha sido totalmente reformada pero no se ha realizado ningún tipo de obra. Hemos mantenido su estructura inicial y hemos reformado al completo su interior. Incluso la hemos equipado pensando en si algún día queremos que se convierte en una finca alquilable al público se pueda hacer sin problema por cumplir con toda la normativa necesaria", explica Dolors.

En la siguiente imagen podéis ver el ascensor.

"La mayoría de los muebles han sido recuperados, y algunos otros comprados en tiendas, principalmente de antigüedades. Me he pasado largos ratos en mercadillos y todo tipo de tiendas encontrando los muebles ideales. Y aún creo que faltan cosas. Nunca se termina del todo con la decoración. Mi última incorporación han sido dos espejos que he situado en la pared del salón de la chimenea (en la planta baja) que compré en Maisons du Monde. Son estupendos y con un aire rústico que me encanta. Junto con la ayuda de mi interiorista, Maite Prats, creo que hemos creado una casa de ensueño y realmente toda la familia la disfruta", concluye Dolors.