Casas de Lectoras

Casas de lectoras: la bonita casa blanca y con súper cocina de Mónica a las afueras de Madrid

La lectora Mónica Portillo y su marido se mudaron de un pisito de Madrid a una casa en plena naturaleza que llevan decorando hace años. Es su sexta casa. ¡Menudo cambio!

jardin y porchelectora monica
Mónica Portillo

La lectora Mónica nunca imaginó que cambiaria su estilo de vida urbanita por una casa con huerto en plena naturaleza. Fue cosa de Emilio, su marido. Es ingeniero, pero proviene de familia de ganaderos y agricultores y su vínculo con el campo es inherente: lo lleva en los genes.

salon lectora monica
Mónica Portillo
comedor lectora monica
Mónica Portillo

Convenció a Mónica para cambiar el pisito que compartían en Madrid por una gran casa con jardín donde poder ir aumentando la familia. Dicho y hecho. Sus dos hijos, de 13 y 11 años, han crecido entre aire puro y cosechas de temporada. ¡Tienen un huerco ecológico en el jardín!

rincon lectura butaca lectora monica
Mónica Portillo

La lectora vivió en seis viviendas antes de encontrar "la casa". Llevaba años cogiendo ideas de El Mueble para diseñar su hogar ideal. Y lo consiguió. ¿Un ejemplo? El rincón de lectura. La luz entra por el ventanal, las vistas al campo son infinitas y la butaca beige con acabado de madera te invita a perder la noción del tiempo.

cocina lectora monica
Mónica Portillo
isla cocina lectora monica
Mónica Portillo

¿Otro ejemplo? Nos trasladamos hasta la increíble cocina abierta con isla en el centro y fregadero integrado. Fíjate en las lámparas negras suspendidas. ¡Qué maravilla!

detalle cocina lectora monica
Mónica Portillo

Pero la pasión de Mónica por el interiorismo viene de mucho antes: "Tenía una tienda de moda y decoración infantil en Madrid y ahí me pasaba horas y horas, colocando la ropa y los muebles". La verdad es que nosotras nos pasaríamos horas en su dormitorio. Es un rincón realmente idílico.

dormitorio ifantil comoda lectora monica
Mónica Portillo
Baño suite lectora monica
Mónica Portillo

La pared con papel pintado hace de cabecero. Algo que se repite en las habitaciones de los peques. Que, quien sabe, si cambiarán pronto. Porque lo de mover muebles es un peculiar pasatiempo que mantiene hoy en día. "Mi familia me regaña porque estoy constantemente cambiando las cosas de sitio...", sentencia la anfitriona.

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Mónica Portillo

Aunque pueda parecerte extraño, llevan poquito tiempo arreglando la casa y confiesa que aún les queda mucho trabajo para terminar. Avanzan sin pausa, pero sin prisa. Porque disfrutar de estos atardeceres en este porche... relaja a cualquiera.