Antes y después: de piso hecho polvo a pisazo moderno y con mucho estilo en el barrio de Salamanca (con planos y vídeo)

En este vídeo te mostramos el impresionante cambio de este piso en pleno barrio de Salamanca. ¡No te lo pierdas!

Y ahora, veamos la transformación al detalle, estancia por estancia. 

La casa originalmente tenía dos entradas: la principal, por donde se accedía al salón, y la de servicio de la cocina. Las estancias estaban muy compartimentadas entre sí, lo que hacía que se vieran más pequeñas de lo que eran. Los propietarios tenían varias premisas claras que había que cumplir: mantener la máxima altura de techos; los espacios comunes debían ser diáfanos con la cocina integrada en el salón; una zona de trabajo independiente donde trabajar; tres habitaciones para ellos y los niños; dos baños y un aseo de cortesía y aerotermia. ¡Mira cómo se fueron cumpliendo sus deseos paso a paso!

Tras pasar por las manos del estudio de Mónica Garrido, se unieron los espacios de salón, comedor y cocina que ahora sí que quedan integrados en un solo espacio. A la hora de decorar el salón se optó por colocar un bonito papel pintado a rayas en tonos claros que ayuda a enmarcar el sofá blanco que contrasta con los sillones en tonos verde oscuro. Las mesas auxiliares en color negro le dan un aire moderno y elegante al salón.

Antes de la reforma el salón y el comedor estaban divididos por puertas correderas tradicionales que se recogían en la misma pared. Tanto el suelo como la decoración de estos espacios se habían quedado totalmente obsoletos y necesitaban un restyling completo para cumplir con las necesidades de los clientes. ¿Qué se hizo?

¡Tachan! Ahora, según entramos en el piso, encontramos el salón, el comedor y la cocina integrados en un único espacio. En esta estancia se aprecia un pilar cilíndrico revestido de cuerda que esconde los tubos de la calefacción. ¡Una solución ideal!

Gestionar cualquier reforma es estresante porque implica estar pendiente de un sinfín de cosas e ir apagando fuegos cuando surgen imprevistos. En esta imagen podemos apreciar lo complicado que es gestionar una reforma y todo lo que conlleva. Se hizo 'añicos' el salón y el comedor para dar lugar a un resultado de revista donde las estancias quedasen conectadas entre sí. ¿Quieres verlo? 

Voi-là! El salón y el comedor ahora están divididos por un mueble de televisión giratorio, concretamente diseñado para ver la televisión desde ambos lados. Una solución práctica y llena de estilo que ha conseguido mantener ese espacio diáfano que tanto ansiaban sus propietarios. 

Durante la reforma también se optó por reformar por completo la zona del comedor. Este espacio tenía muchas posibilidades: estaba al lado del salón y contaba con una gran ventana que permitía la entrada de luz natural. Había que estudiar la forma de sacarle partido a este espacio. ¿Qué se hizo?

¡Ahora sí! Este espacio está lleno de vida y mucha personalidad. Se pintaron las paredes en blanco, lo que, combinado con el suelo de parqué y la gran alfombra de fibras naturales, le dio esa frescura que necesitaba el espacio. El detalle de las plantas de interior sobre la mesa también ayuda a darle un aire renovado a la estancia. 

A través de este pasillo se accedía a una cocina antigua y típica del pasado. En realidad la imagen habla por sí sola, solo hay que ver la oscuridad que tenía el pasillo y que hacía poco apetecible dirigirse a lo que tendría que ser 'el corazón de la casa'. Sin duda era necesaria una reforma completa de este espacio. ¿Cuál fue el resultado?

¡Qué cambio! Tras la reforma se logró integrar la cocina abierta en un espacio compartido con el salón y el comedor. Esto hizo que este espacio también pudiese disfrutar de la luz natural que entraba a través del salón y el comedor. La cocina con isla revestida en un bonito mármol blanco integra la zona de fregar y además cuenta con una extensión que alberga una práctica barra de desayunos, ideal para el día a día.

En este estado se encontraron el equipo de Mónica Garrido los electrodomésticos de la cocina. Era evidente que había que reemplazarlos por unos más nuevos o que, por lo menos, lograsen cubrir con las necesidades de una cocina a la altura de las circunstancias. 

Ahora la cocina blanca y moderna SÍ que cuenta con todo lo necesario para su uso diario. Los armarios blancos hechos a medida tienen una gran capacidad de almacenaje y se integran perfectamente con el resto de mobiliario de la cocina. Se ha reservado un espacio para la zona de cocinar que combina el blanco y la madera, y la campana extractora queda perfectamente camuflada. 

Pasando a la zona de noche, encontrábamos este dormitorio principal que se había quedado totalmente anclado al pasado. Las paredes estaban desgastadas y el suelo de parqué antiguo le hacía un 'flaco favor' al espacio. ¿Qué se hizo para mejorarlo?

¡Qué cambio! Esta habitación era la antigua cocina. Sobre la marcha se decidió incorporar otra zona de trabajo en este espacio porque sus propietarios estaban teletrabajando desde la pandemia. El cabecero de cama en tonos beige aporta elegancia a esta estancia y ayuda a enmarcar la cama.

En este estado estaba el baño antes de pasar por las manos del estudio de Mónica Garrido. Los sanitarios se habían quedado totalmente obsoletos y el suelo de granito hacía que este espacio quedase anticuado. 

Ahora sí estamos ante un baño moderno que derrocha estilo. El mueble del lavamanos en tonos negros a juego con las lámparas de techo y la grifería le dan un toque atemporal a la estancia. Se ha redistribuido la ducha que ahora queda al lado de la ventana y la gran mampara de cristal con marcos en negro, aporta dinamismo y profundidad al espacio.

Para el dormitorio de los niños, son gemelos, se diseñó una cama alta aprovechando la altura de los techos y se situaron dos camas extensibles de IKEA en la parte de abajo. Esta estancia también cuenta con un pilar revestido de cuerda que esconde los tubos de calefacción, una propuesta que les encantó a los propietarios para evitar pilares. 

Alrededor de la ventana se diseñó una zona de librerías con bancos donde sentarse y guardar juguetes. Todo ello diseñado con módulos de IKEA. Esto permitió que la habitación quedase con un gran espacio central donde hoy en día los niños pueden jugar y, además, está pensada para adaptarla cuando sean mayores y necesiten mesas de estudio. 

El dormitorio de la niña está lleno de encanto. El papel pintado de la pared con motivos florales le da ese toque dulce al espacio. Los tonos rosas empolvados junto con los beige y blancos combinan a la perfección. La mesilla de noche de fibras naturales aporta frescura a este espacio. 

El baño del dormitorio de la niña está lleno de vitalidad. La combinación del blanco con la madera ha sido un acierto para hacer de este baño pequeño un espacio cálido y muy fresco. 

Así quedó la distribución de este piso tras la reforma del equipo de Mónica Garrido. Ahora la cocina, el salón y el comedor comparten u mismo espacio y las habitaciones están perfectamente aprovechadas para un matrimonio con tres hijos.