Una casa práctica y con jardín cerca de Barcelona era todo lo que deseaban. ¡Y lo lograron!

Aquí donde la vemos, esta casa ya tiene 40 años. "Es de los años 80 y estaba en condiciones, pero muy recargada", explica Rocío, la propietaria. Su familia y ella buscaban una vivienda muy práctica y pensada para disfrutar y la encontraron: era esta.

¿Qué los enamoró? Por ejemplo, que todas las estancias dan al exterior y tienen luz natural. "Aunque ampliamos la ventana del salón para que llegara a ser una puerta con salida directa al jardín", sigue. El blanco roto de las paredes y el sofá beige han sido su apuesta para reforzar esa sensación luminosa y son la base perfecta para las pinceladas de coral de la butaca, la alfombra y los cojines. ¡Buena combinación! 

El salón y el comedor están uno junto a otro y comparten esa estética serena. De hecho, las sillas son de lino con tachuelas y van a juego con el sofá, un buen truco para dar unidad.

¿El toque especial del comedor? Las dos lámparas de color arena, con un diseño clásico, pero que en realidad son de ganchillo, muy originales.

Con la cocina nos pasa lo mismo que con el resto de la casa: la sentimos alegre, tranquila, como su propietaria, y con el toque vital de las vistas al jardín. "Para mantener esa fluidez de espacio que buscábamos, pusimos una puerta acristalada corredera en la cocina, que la resguarda a la vez que la integra en el conjunto. Y así, mire donde mire, nunca pierdo de vista el jardín", comenta Rocío.

Los muebles son a medida y la encimera porcelánica combina con el negro de las correderas. "Inicialmente había elegido un tono más claro, pero vi este y quedaba genial el contraste, viste mucho", comenta la propietaria. Para proteger la pared, el antepecho es del mismo material de la encimera ¡y le da un look moderno! 

¿El toque campestre? Lo pone el gran fregadero de mármol. “Nos gusta mucho cocinar y la isla nos permite hacerlo con espacio y comer algo rápido aquí mismo. Adoramos pasar tiempo en la cocina”, comenta Rocío.

Subimos y en el dormitorio principal nos sorprende un original cabecero: son bandejas de mimbre redondas que, colgadas, decoran y dan un aire relajado y natural, como la banqueta de bambú y el mueble de madera lavada.

El cabecero, por cierto, está forrado con lino rústico, todo muy natural, acorde con las vistas al jardín y a las palmeras, tan mediterráneas.

El contraste moderno lo pone el baño, con microcemento continuo y poroso en color arena y grifería en negro. Para despedirse, la propietaria nos enseña orgullosa el paisaje: "¡Se ven hasta unos viñedos!". 

Te presentamos a Rocío, la propietaria de esta casa e interiorista de The New Home Concept (@thenewhomeconcept). ¡Ahora disfruta de un hogar luminoso, estiloso y muy familiar!