Con permiso de Carlos Alcaraz, Novak Djokovic es el hombre del momento sobre las pistas de tenis. El serbio se ha consolidado como uno de los mejores tenistas y deportistas de la historia, conquistando la cima de este deporte al ganar por cuarta vez el US Open ante Daniil Medvedev, por 6-3, 7-6(5) y 6-3. Con 24 títulos Grand Slam a sus espaldas, dos más que Nadal y cuatro más que Federer, y los mismos que la tenista Margaret Court, Djokovic volverá a ser el número uno del mundo. Con este palmarés lleno de éxitos no es de extrañar que el deportista haya querido invertir su fortuna en el sector inmobiliario, donde se ha hecho con distintas propiedades lujosas en diferentes partes del mundo a lo largo de su trayectoria, que comenzó allá por 2003.
Comenzó viviendo en Montecarlo, donde se hizo con una vivienda con vistas al Mediterráneo. Después, en 2017, Nueva York y Miami llamaron su atención y compró dos pisos en un edificio proyectado por Renzo Piano en el barrio neoyorquino del SoHo y un ático diseñado por el mismo arquitecto en "la capital del sol". Tan solo un año más tarde, sus derroteros le llevaron de vuelta a sus raíces, a Belgrado (Serbia). Allí adquirió un ático con vistas al lago Pavlova cuyo coste ascendía a los 600.000 euros. Pero llegó la pandemia y Marbella se convirtió en el segundo hogar del tenista, su mujer Jelena, y sus dos hijos, Stefan y Tara. ¿Entramos en la lujosa mansión de Novac Djokovic?