Las 7 casas (y pisos) más bonitas de otoño de El Mueble

Esta maravilla de casa se encuentra en el Pirineo y lo que nos enamoró de ella, además de su decoración pausada, fueron sus vistas. Las interioristas de Marina&Co la integraron con el paisaje, creando una casa rústica, pero a la vez moderna y estilosa. Las telas suaves y naturales arropan la piedra, la madera y los detalles industriales. Según cuentan, este juego de texturas tan acogedoras ¡vino rodado! 

Es de nueva construcción y querían poder alojarse, con toda la familia, en cualquier estación del año. En un entorno así, no podía faltar una zona para celebrar barbacoas superequipada para la llegada del frío. ¿Su apuesta para ganar calidez? Las fibras de las lámparas suspendidas y las sillas y una gran mesa de madera. ¿Quieres ver el reportaje completo?

En esta casa de Boadilla del Monte vive Gema con su familia numerosa. Quería un estilo de vida respetuoso con el entorno y su decoración intenta reflejarlo. Rafia, lino, madera y, como elemento estrella, el blanco. ¡No se ha dejado ni un detalle! ¿Lo mejor? La fantástica luz que entra por los grandes ventanales y la atraviesa de punta a punta.

El rincón de lectura es su lugar favorito. Es muy relajante y perfecto para pasar las tardes de otoño "con un café y un buen libro o un té y la revista El Mueble", detalla la propietaria. ¿Otro truco decorativo que ha aplicado? El sofá tiene un tono crudo que le permite cambiar los cojines a su antojo según la temporada. ¡No te pierdas la casa!

Los jóvenes dueños de esta casita en la Cerdaña soñaban con un refugio acogedor, donde poder escaparse los fines de semana. Pero sus fríos acabados sin personalidad no les convencían. Y... ¡deseo concedido! La interiorista Clara Masllorens acudió al rescate y el verde, la madera y la luz se encargaron de conseguirlo. Esta casa, además de bella y rústica, está pensada para ser funcional y ordenada.

“Les hacía ilusión introducir el verde musgo porque todas las ventanas tienen vistas a paisajes verdes y es una forma de meter el exterior”, explica la decoradora. Para crear esta atmósfera cálida y envolvente, también jugaron con el piedra claro en paredes y la madera. Que está en los suelos, en las vigas y en los espectaculares acabados de las ventanas y las escaleras. ¡Menudo combo! ¿Quieres saber más?

Pero en nuestra selección otoñal no todo iban a ser casas rústicas entre montañas. A veces, los bosques más bonitos, nacen cerca de la costa. ¡O en la decoración de un piso en San Sebastián! En este dúplex marinero, no esperes encontrar el típico color azul. Los amarillos, ocres y verdes dan luz y las vistas panorámicas sobre el Cantábrico hipnotizan a cualquiera... ¿La culpable? Begoña Susaeta de SuBe Interiorismo.

Su reto principal fue ganarle la partida al clima del Norte. “Querían calefacción por suelo radiante y climatizar toda la vivienda. Además, una terraza aquí es preciosa, pero complicada en invierno”, explica la interiorista. ¿Un truco? Abrió la cocina al comedor con un cerramiento de cristal que, según dice, funciona como "caja mágica de luz". 

Nuestro flechazo continúa hasta el dormitorio: otro rincón espectacular. El suelo laminado trepa por la pared hacia el techo, creando un cabecero bonito, funcional y muy original. "Los propietarios se quedaron sin palabras cuando les entregamos la casa”, cuenta la interiorista. ¡Y quién no! Léelo completo aquí.

Esta casa pedía a gritos que la llenaran de vida y de luz. Y era solo cosa del destino que Paloma y su pareja acabaran comprándola. Ella es de Madrid y él de Barcelona. Y Cantabria era esa “zona neutral”, donde se encuentran con sus seres queridos. Berta Otero y Rocío Anós, del Estudio Boira, se encargaron de reformarla con dos peticiones: la primera, que la casa evolucionara en el tiempo, como ellos, y la segunda que se aprovecharan las vistas al mar. ¡Y vaya si lo consiguieron! 

Lo pintaron todo de blanco para ganar luminosidad y le dieron un estilo decorativo sereno con tonos neutros, fibras naturales y muebles con historia y personalidad. Y la ventana del comedor se transformó en una puerta para acceder al jardín y poder contemplar el mar. Ahora, la casa es perfecta para desconectar y arroparse junto a la chimenea. Puedes ver el reportaje completo aquí.

Otro piso que nos ha robado el corazón es el de Andrea Soler en Barcelona. Una interiorista y pintora enamorada del estilo afrancesado. Sus molduras, techos altos y decoración chic y elegante son una auténtica delicia. ¿Lo mejor? Su salón circular y algunos detalles con un look muy otoñal, divertidos y coquetos.

Los muebles modernos combinan con otros más clásicos y, el punto de contraste, lo dan algunas piezas de cobre. "En el dormitorio he usado el color beige, en lugar del blanco del salón, porque es más cálido para dormir", nos dice. Aquí los textiles naturales son los protagonistas. Un juego de texturas ideal para sentir calorcito mientras llega el frío. Mira el reportaje completo.

Acabamos la selección de las casas más bonitas de otoño con esta maravillosa casa rústica en Extremadura. Está junto al río Tiétar, en medio de un frondoso bosque. ¿Las responsables de su encanto? Tres mujeres: una madre y dos hermanas que supieron plasmar su sensibilidad y arte en una reforma muy poética. Desde su porche con troncos, los atardeceres otoñales son aún más mágicos...

“Buscábamos un aire rústico y acogedor”, explican. Convirtieron la planta baja, que era un garaje, en un salón y una cocina, comunicados con un cerramiento de cristal con contraventanas azul grisáceo. El suelo es de madera color avellana y las paredes, gris piedra. La verdad es que ¡todo de ella nos enamora! Sobre todo, la mezcla de texturas del papel pintado. ¿Quieres verla?