Las casas de El Mueble más vistas del verano en la web

Este piso urbano de 80 m² os ha encantado y se ha convertido en el preferido de los usuarios de la web de El Mueble del verano. Tiene todo lo que buscas y está lleno de buenas ideas. La reforma estuvo en manos de la arquitecta Mar Marcos y la estilista Olga Gil-Vernet. 

La gran peculiaridad de este piso es que el salón comedor forma una L, pero no le falta de nada: gracias a unas puertas correderas que funcionan como paneles, pudieron convertir una misma estancia en despacho, sala para ver el televisor o cuarto de invitados gracias al sofá cama. En la cocina, se añadio un bonito pero funcional office para los desayunos en familia. La calidez y practicidad de esta vivienda fueron los puntos decisivos para que os enamorara. ¡Y a nosotros también nos encantó!

Este piso de 80 m² tenía mucho potencial, pero había algo que lo impedía: era el típico piso con muchos pasillos y una mala distribución. Gracias a la decoradora Marta Tobella, se redefinieron todas aquellas zonas muertas que no estaban siendo usadas y se les dio una nueva vida: ahora la casa ha crecido exponencialmente y no queda ni un centímetro desaprovechado. En salón, por ejemplo, sustituyeron un sofá normal y corriente por este sofá rinconero, porque aprovecha mejor el espacio que dos en forma de L. 

Una de las principales premisas de esta reforma fue conseguir la fluidez de los espacios abiertos: en la cocina, la corredera acristalada ha transformado por completo esta estancia, porque ahora aprovecha la luz del salón. Además, puedes conversar con los invitados del salón o el comedor. Sin duda, Marta Tobella ha optimizado al máximo el espacio de este pequeño piso eliminando las zonas de paso y abriendo paso a la luz. 

Junto al río Tiétar y en medio de un frondoso bosque, se encuentra un precioso hogar extremeño que destaca por su decoración rústica y sus espacios exteriores. El porche de esta casa, sin duda, es un lugar de ensueño: de estilo balsámico, este lugar mágico es muy especial, ideal para disfrutar del buen tiempo con familia y amigos. El techo de troncos transmite ese encanto campestre que tanto buscaron conseguir en la reforma. 

Aunque el color al que se dirigen los ojos es el provenzal azul grisáceo de la cerrajería y de los muebles de la cocina, es un azul que ya hemos visto en las contraventanas del porche, y que se extiende por todas las estancias de la vivienda. Este color contrasta con el estilo de campo de la decoración, y sitúa el interior al nivel del exterior de la casa. Para nosotros, el estilo provenzal y campestre de este hogar merecía todo el cariño y amor que le habéis dado. 

De solo 60 m², esta monada de piso es ideal para las vacaciones de verano. En esta casa de playa se apostó por fibras naturales como mimbre y ratán, que dan ligereza y sensación de vacaciones. La interiorista Marta Tobella, responsable de la reforma, confiesa que los metros eran un hándicap, pero la ubicación fue una bendición: con pocos colores, mucha madera y una mini cocina abierta, este piso de vacaciones mira al mar y es pura calma. 

En este apartamento playero, solo cuatro materiales se repiten: la misma baldosa porcelánica, el hierro negro, el contrachapado en blanco decapado y la madera envejecida. En el dormitorio se añadieron camas y se hizo un verdadero encaje de bolillos: el armario de una es el cabecero de otra.

Este bajo estuvo cerrado durante casi quince años, hasta que lo heredó una joven pareja y decidieron rejuvenecerlo con detalles que aportaron mucha personalidad. Situado en Barcelona, el piso mide 134 m² y es todo exterior, por lo que recibe luz por todos lados. Ana Blanco de Mengíbar Blanco Estudio, autora de esta reforma, apostó por una decoración mucho más actual, pero conservando algunos detalles antiguos. En la cocina, los muebles eran de madera y para actualizarlos los lacaron de blanco, ¡buena idea! 

¿Por dónde empezó el cambio? Por potenciar y aprovechar la terraza que rodea toda la casa. ¿Cómo? Pensándola como una extensión del interior. Acondicionaron el suelo con madera de pino y diseñaron zonas para diferentes usos, sacando provecho de que la mayoría de estancias tienen acceso al exterior. Así, acondicionaron este espacio para todo el año. ¡Y aún falta una cocina de exterior, con su barbacoa!

Esta casa tenía un patio que parecía una selva. Hasta que la estilista y decoradora Gabriela Conde la reformó y le dio un estilo playero, con este patio de inspiración marroquí espectacular. Ella misma compró parte del mobiliario del patio en Marruecos, con tal de conseguir una casa mucho más alegre y natural con una esencia especial. En la terraza, una pérgola semi-suspendida ofrece sombra al comedor de verano sin restar ni un centímetro útil al patio. Además, la casa está por debajo del nivel de la calle, lo que crea aún más esa sensación de cabañita escondida. 

A pesar de ser pequeñito, el dormitorio parece una suite. Se abrió al salón para no estar encajonado y se aprovechó una terraza para crear este anexo al dormitorio y ganar metros. Aquí puedes disfrutar de una buena lectura en este pequeño sofá turquesa, fresquito y decorativo. Y tienen truco, porque se transforma en una cómoda cama cuando es necesario. Y los pufs, a juego, dan juego al espacio y evitan que sea demasiado estático. Toda reforma es la historia de una transformación, y en el caso de esta casita de Sitges, ¡la fábula del patito feo que se convierte en un precioso cisne le va como anillo al dedo! 

Este pequeño piso de 70 m² en Barcelona necesitaba una reforma por falta de espacio. Ahora, gracias a soluciones muy imaginativas y trucos ópticos, esta casa en Barcelona tiene todo lo que necesita una familia. De la mano de la interiorista Marta Prats, la reforma duró tres meses y su secreto para un gran orden fueron los numerosos armarios a medida, como los que vemos en la parte baja de la estantería del salón. ¡Ahora es un salón mini pero muy aprovechado! 

La cocina estrecha y alargada solo contaba con una ventana al fondo, por ese motivo no solo se eligió un mobiliario blanco, sino que se colocó el cerramiento que deja que la luz del salón se cuele también en la cocina y, además, une y separa los espacios al mismo tiempo. Centímetro a centímetro, el armario de la cocina fue "robado" al lavadero. Esconde cafeteras, tostadoras y todos esos cables que tanto estorban. A pesar de que parecía imposible, este piso ahora está mucho más aprovechado y estiloso. 

Rodeada de campo, esta casa cuenta con 400 m² y espacio suficiente para el matrimonio y sus tres hijos. Las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa se encargaron de darle ese lavado de cara que tanto necesitaba ese chalet madrileño. La estancia estrella, el porche, parece de película: el sofá blanco potencia los rayos del sol y permite colores atrevidos, como el color mostaza en los cojines. Luego, con unas cortinas blancas, ganaron intimidad y frescura a la vez. ¡Una vivienda espectacular para disfrutar del verano en familia!

Entramos y hablamos de los cambios profundos. A lo largo de las habitaciones, podemos ver el juego de papeles pintados por toda la casa, que le da muchísima personalidad y sirvió para dividir estancias. En el salón, la mesa de centro, en cambio, es de madera decapada en azul y completa el look de la estancia junto a las butacas Luis XV retapizadas con un estampado geométrico actual. Sin duda, esta casa presenta una declaración de intenciones que nos dice "mezclar es ganar". 

Este piso es un primero y creían que no tendría suficiente luz y sería oscuro. Gracias a la interiorista Bárbara Serra, los propietarios se atrevieron con el color gris verdoso y mezclaron estilos. Este color unifica toda la vivienda y se aleja por completo del clásico blanco. El gris piedra de las paredes, con el tono más subido en las molduras, fue toda una apuesta, pero ha sido un acierto. La casa queda muy vestida y elegante, y el color verde grisáceo da luz a la casa. 

Quién diría que las cocinas no pueden ser verdes. La cocina de este piso en Barcelona es un gran ejemplo de que un toque de color siempre viene bien. Perfecta para una gran familia, esta estancia se integra de una manera muy natural en la decoración gracias, de nuevo, al color gris verdoso y al estilo de los muebles, que siguen la estética de los del comedor y el salón. Para añadir un toque cálido a la cocina, en el office se decantaron por las lámparas y las sillas de mimbre, y el espejo y los estantes de madera. ¡Esta reforma os encantó!

Una familia compró un piso de nueva construcción luminoso en Madrid donde todo era "correcto", pero decidieron convertirlo en "fabuloso". Era el típico piso de obra nueva sin personalidad y una reforma lo dotó de estilo atemporal y muy chic. La interiorista Lucía Mariñas es su responsable, y se encargó de personalizar esta vivienda en Madrid. Su intención fue potenciar la luz y las vistas creando muebles a medida con vocación atemporal. 

El cabecero del dormitorio se diseñó a medida en terciopelo azul petróleo, a juego con la alfombra. Se consigue así el mismo efecto de glamour y estilo que tiene toda la vivienda. Todo es gracias a la interiorista Lucía Mariñas, que se encargó desde la redistribución al diseño de los muebles a medida pasando por elegir las lámparas y hasta el último tejido. Sin duda, un piso de lo más inolvidable e inspirador.