Las 10 casas más vistas de El Mueble del mes de junio te enamorarán. ¿Cuál ha sido tu favorita?

¡Este piso de 80 m² ha sido vuestro favorito! Sus propietarios, una pareja jubilada residente en el norte, querían amueblar este piso de vacaciones en Málaga. ¿El mayor reto? Encajar de alguna forma 9 camas para que sus hijos, amigos y nietos cupieran todos a la vez cuando vinieran de visita. ¡Y lo consiguieron!  Todos los sofás son sofá cama y hasta la librería del salón esconde una cama plegable.

La decoración es cálida y acogedora en tonos blancos, con ese toque playero propio de una segunda residencia vacacional. Además, al juntarse tantos en casa, compartimentar espacios se volvió un requisito muy necesario. En la cocina querían un espacio donde poder desayunar, comer o cenar mientras otros miembros de la familia están en otro lugar, por lo que cerraron la zona del tendedero y añadieron un office. Descubre cómo es el resto de este piso playero de 80 m².

En segunda posición, encontramos esta original buhardilla en Palma de Mallorca. Antes era un dormitorio en una buhardilla, pero una joven pareja tiró los falsos techos y quedó como nuevo. Durante la reforma, su arquitecto Rafael Fullana decidió conservar las vigas, pintarlas y dejarlas a la vista. De esta forma, ganó altura y sensación de espacio. Además, los muebles blancos amplían visualmente la vivienda y parece un lugar mucho más luminoso. 

El tabique de cristal es el éxito de esta reforma: divide ambientes sin ser un obstáculo y deja pasar la luz.  La distribución también ha sido todo un acierto, con el office detrás del sofá y el murete y cristalera como divisor, que en el dormitorio ejerce de cabecero de la cama. En este piso, todo ha sido bien pensado e ingeniosamente aprovechado. ¡El resultado es una maravilla! ¿Quieres ver este pequeño piso abuhardillado al detalle?

Los inquilinos de este piso en Vitoria decidieron comprarlo y no se equivocaron. Tenía mucho potencial, y con la reforma a manos del Estudio Martínez Elorza lograron todo lo que tenían en mente. En la zona de estar tiraron todos los tabiques para crear un concepto abierto de salón, comedor y cocina. La gran cristalera ayudó a separar un poco la cocina de lo demás sin perder luz natural ni sensación de amplitud.

El pasillo era estrecho, ¡pero ha quedado espectacular! Lo delimitaron con blancas molduras en el techo y ganaron en elegancia. Además, detrás de las puertas con espejos que amplían el espacio, se encuentran varios armarios para guardar cosas. En uno de ellos han guardado la lavadora y secadora y así no han robado metros a la cocina. ¡Mira todas las ingeniosas ideas de este piso ubicado en Vitoria!

Esta cómoda casa del Ampurdán tiene 225 m² y un terreno de 2.000 m². Sus propietarios decidieron comprarla y poder disfrutar tanto de la montaña como de la playa. Tiene forma de granja americana, con techos altos, con vigas y una estructura abierta. ¿Lo mejor? El maravilloso paisaje rural que pueden ver desde la comodidad de su salón. En el exterior tienen un porche idílico y una piscina al mismo nivel. 

La cocina está hecha de microcemento pulido teñido en gris antracita, con mucho carácter y calidez en ese bonito tono de gris, y una larga y fuerte mesa de madera capaz de albergar entre 14 y 16 comensales. Las vigas son esenciales para enmarcar la estancia y no perder ese look rústico tan propio de la casa. Además, todas las habitaciones tienen salida al jardín y ganan en luz, ideal para esta casa de estilo rústico.

Cuando Joana y su pareja buscaron piso pensaban en uno con dos dormitorios y un balconcito, pero terminaron comprando una casa con una amplia terraza y un solo dormitorio. ¡Se enamoraron a primera vista! Este moderno piso en el País Vasco es sencillo, pero elegante y actual, y fue concretamente esta decoración moderna lo que acabó convenciendo a los nuevos propietarios. 

La terraza cuenta con dos zonas: una más de chill out con sofás y una butaca, y otra que cumple la función de comedor exterior. Se amuebló con una pequeña mesa y un par de sillas de exterior. ¡Y listo! Otra de las perlas de este dúplex fue el dormitorio en suite que, aunque preferían una vivienda con más de una habitación, les acabó convenciendo por el baño sobrio y el gran vestidor. Descubre el resto de rincones de este dúplex.

En el corazón de Barcelona se encuentra este piso de 130 m² que era soso y demasiado blanco. La interiorista Bárbara Sindreu se puso al cargo de la reforma y le dio mucha más calidez con nuevos muebles y estancias más amplias. ¿Cómo lo consiguió? Unificando todas las estancias con tonos neutros, así como instalando una chimenea y una librería de grandes dimensiones. El salón tiene, además, una enorme librería y espaciosos armarios en los que cabe prácticamente de todo. 

El dormitorio principal tiene mucha personalidad, pero, como era de esperar, también tiene muchos más armarios. Con un diseño moderno, la interiorista camufló su imagen pintándolos del mismo color que las paredes y con frentes lisos. Además, el cabecero de la cama hace la función de mesita de noche  y sirve para apoyar los cuadros, los libros y la lamparita. Para multiplicar la luz en el dormitorio, colocaron un gran espejo de pared mirando hacia la ventana. ¡Una gran idea! Mira cómo es el resto de este piso. 

Aunque no lo parezca, esta era la típica casa de pueblo en Castellón: lo que ahora es la planta baja, antes era un corral con gallinero. ¿Cómo consiguieron este cambio? Utilizando colores neutros y materiales de calidad para crear un ambiente "amoroso". El comedor fue colocado bajo un cerramiento que parece un invernadero. Ahora es el corazón de la casa y es agradable para disfrutar tanto en invierno como en verano. 

En la cocina, mezclaron una baldosa hidráulica con una alacena de madera y ha quedado un ambiente muy fresco y desenfadado. De esta manera, fueron diseñando todos los muebles de la cocina en un tono piedra muy parecido al del salón. En el fondo, la alacena que ya estaba en la casa fue decapada y empapelaron su interior. ¡No podemos imaginarnos una cocina mejor! Mira cómo ha quedado el resto de esta casa en Castellón.  

Los padres de la propietaria dividieron en dos este bajo barcelonés de 75 m² y les dejaron la mitad a ella y su marido. Llamaron a Belén Campos, de BCA Interiors, y decidieron sacarle partido a la bonita terraza que escondía mucho potencial. Gracias a esta decisión, ahora se ha convertido en un rincón verde lleno de plantas y alegría. La mesas del comedor, así como la de la terraza, fueron recuperadas y lijadas hasta convertirse en una pieza única. Contrastan con las modernas sillas de rafia, que encajan a la perfección con la decoración tan vital y fresca. 

Con tal de crear un espacio abierto y poco compartimentado, el pasillo fue convertido en el hilo conductor de la casa gracias a un único mueble que va desde la entrada hasta la terraza. Primero, son unos armarios altos; luego se transforma a una mesa de estudio y por último es una librería. Sin duda, actúa como columna vertebral a la vez que abre el espacio. En la cocina, los muebles son de color gris antracita y madera de roble y cuenta con una práctica barra para desayunar. Descubre todas las ideas de este bajo de 75 m².

El proyecto de esta casa en La Moraleja fue desde cero e integral: desde los planos hasta la elección de la última lámpara del salón fue llevado a cabo por Coton et Bois Madrid y su interiorista, Asun Antó. Como la zona del salón comedor era muy larga y estrecha, decidieron cortar ambos espacios con una chimenea decorativa de bioetanol. ¡Nos encanta la idea! También la librería, un mueble pensado para simplemente, ganar capacidad de almacenaje.

Sin duda, llama la atención la habitación infantil de la hija de los propietarios. Como era muy pequeñita, colocaron una cama alta que integra una cama extra debajo y varios cajones para guardar cosas. Además, se ha apostado por el papel pintado, para darle un toque extra de calidez y color. Enfrente de la cama hay una mesa para estudiar con un escritorio a juego con el resto de mobiliario de la habitación. Mira cómo quedó el resto de esta casa en La Moraleja. 

Una pareja joven contrató a Nice Home Barcelona para hacer un restyling a su casa en la Costa Brava. El equipo de interioristas apostó por una decoración con un toque ibicenco. Para el mobiliario se escogieron piezas de estilo mediterráneo como la madera y fibras naturales, que fueron los materiales base de las lámparas. 

Tanto en el dormitorio como en el baño los dueños querían la misma decoración, por lo que usaron el mismo material que en el resto de la casa para asegurar la continuidad y estilo de la vivienda. El mueble de baño se diseñó de obra y revestido con este material similar a microcemento y llamado Mortex. Además, cuenta con dos zonas: por un lado, la ducha y, por otro lado, ¡una espectacular bañera exenta! Ye invitamos a descubrir el resto de la decoración de esta casa en la Costa Brava. ​