El piso de soltera de Meghan Markle

La prometida del Príncipe Harry vive (al menos de momento) en esta preciosa casa en Toronto. La abandará para poner rumbo a Londres cuando se case con el Príncipe. Vivirá en un palacete, pero ¿podrá darle tanto encanto como a su casa, con este jardín y su mobiliario de exterior? ¡Seguro que sí! Por estas fotos de su Instagram vemos que le va la deco casi tanto como a nosotras.

Lo tengo claro: me basta con ver su salón. No sólo la deco, ¡también las tendencias! Si no, fijaros: plantas y espejo tamaño XL. Blanco por todas partes, ¡el color de moda! Sofás con funda 'fantasma' (de las que me gustan, yeah). Una pared oscura (solo una). Y mezcla de estilo con unas sillas contemporáneas. 

Así tituló la futura princesa (aunque he leído por ahí que no ostentará el título) esta foto en Instagram. Mirad hacia el fondo y veréis cómo Meghan (el apellido aún me cuesta) mezcla diferentes estilos de silla y se atreve a combinar ¡fibras con pieles! Es una chica de mundo. Y se nota.

Se nota por las fotos que Meghan Markle adora a sus perritos. Pero este labrador que adoptó hace un tiempo, Bogart, no podrá acompañarla en su nueva vida, porque ya no tiene edad para resistir el viaje hasta Reino Unido. Se habrá quedado así de triste (ya vive con unos amigos en EEUU) mientras mira por la ventana... ¡Pobre! Me gustan las cortinas blancas, pero ahora mismo solo puedo pensar en la tristeza de esta despedida... 

Es un clásico y no falla. Un bául antiguo, incluso con aspecto algo desgastado, con la belleza de lo imperfecto... Pones encima un gran ramo de flores, y unos libros imponentes y ya tienes tu mesa de centro muy fotogénica. Si lo unes a una alfombra y tus perritos, ¡la foto perfecta! O al menos es la fórmula que se ha aplicado la hasta ahora actriz (cuando se case con Harry deberá dedicarse solo a las labores humanitarias). 

Es un truco que leo mucho en El Mueble para tener "una casa de revista" y veo que Meghan ¡se lo aplica! Todo en blanco y unas flores coloridas, qué alegría, incluso en invierno.

Meghan Markle deberá renunciar a esta casa en Canadá cuando se case. También a vivir en Canadá y en EEUU. A sus amigos. A su perrito. Se bautizará anglicana. Ya no elegirá ella sus proyectos humanitarios, sino que los decidirá el palacio de Kensington... Pero ay, ¡sus zapatos!... Tal vez ya no pueda llevar diseños tan atrevidos, claro. Aunque no dudo de que el nuevo vestidor (y zapatero) de la princesa no tendrá nada que envidiar a este (Y ahora es cuando noto cómo la envidia me sube por los pies a mí también...)

Tienes ante ti a la futura duquesa de Sussex. Y me gustas, espejito. Con tu rollo vintage-modernete. Me gustan las pieles, la fibra, el blanco. Hasta me hace gracia Meghan y su pose (que en Palacio ya no creo que repita mucho)... Pero la vaca con esos cuernos colgada en la pared... Eso sí que no, espejito. Rotundamente, ¡no!

Ha sido una de las modas decorativas que ha arrasado en 2017 (¿o es muy 2016? Ya no recuerdo, perdonad). O al menos, una de las modas más instagrameables. Los libros a modo de mesilla han causado furor en las redes y los cactus-crasas, ¡también! Este amigo perrito, por cierto, se llama Guy y sí la acompañará en su nueva vida en la Corte inglesa.

Al menos hasta ahora, Meghan Markle recibía a sus invitados en este dormitorio, decorado como el resto de la casa, en blanco. Y es que este color tan fresquito ¡no es solo para el verano! También nos da luz y calidez todo el año. Aunque en este caso el cuadro creo que rompe la calidez del cuarto, que ya estaba bien con su blanquito, su beige y su madera...

Por estas fotos de Instagram deducimos que a Meghan Markle le va un estilo relajado-chic en casa, que se logra también con fundas en sofás y pufs. Aunque no sabemos si en palacio podrá ponerlas en los sofás Luis XV y similares que se encuentre. ¿O sí?

¿Cómo será su nuevo baño? ¿Clásico o moderno y de líneas depuradas que dicen los 'design-victim'? ¿Tendrá una bañera exenta en su nuevo hogar palaciego? ¿Meterá en ella a sus perritos como hacía en Canadá? Bueno, a uno de ellos, que el otro se queda... snif ¡Cuántas incógnitas nos dejas, Meghan!