Con las altas temperaturas, no hay nada más apetecible que un plato fresco y sabroso. Afortunadamente, en verano contamos con dos delicias clásicas españolas: el salmorejo y el gazpacho, las cuales podríamos comer día tras día. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el salmorejo tradicional lleva pan, y no siempre es recomendable abusar de este ingrediente, especialmente para aquellos que son celiacos o están siguiendo una dieta de pérdida de peso. Es por eso que hoy queremos compartir contigo el secreto para disfrutar de esta receta clásica sin pan, sin tener que renunciar a su textura cremosa y su delicioso sabor.

Hoy nos aventuramos a crear una nueva versión de este clásico plato cordobés, prescindiendo del pan y descubriendo un secreto que transformará su consistencia sin perder su cremosidad y sabor característicos. Lo mejor de todo es que esta receta es apta para celíacos y perfecta para aquellos que siguen una dieta de control de peso.

El primer truco que utilizamos para lograr este salmorejo sin pan es seleccionar tomates carnosos y dejar que suelten todo su líquido al escurrirlos, asegurándonos de que queden lo más secos posible. Pero eso no es suficiente para obtener la consistencia espesa que tanto amamos en el salmorejo. Aquí es donde entra en juego nuestro segundo truco: ¡añadir huevo cocido a la receta!

El huevo duro actúa como un excelente espesante, añadiendo una textura idéntica a la del salmorejo tradicional, pero sin necesidad de utilizar pan. Es increíble cómo un pequeño cambio puede hacer una gran diferencia. Así que si quieres disfrutar de un salmorejo sin gluten y con menos calorías, pero sin sacrificar su deliciosa consistencia y sabor, ¡este es el secreto que estabas esperando descubrir!

La receta paso a paso del salmorejo sin pan

Prepárate para sorprender a tus invitados o a ti mismo con esta versión saludable de un clásico español. Te guiamos paso a paso para que puedas disfrutar de un salmorejo sin pan sin complicaciones. 

Salmorejo sin pan

Dificultad fácil.

Para 2 personas.

TIEMPO

30 minutos

Ingredientes:

  • 600 gramos de tomate en rama o pera
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 huevo cocido y pelado
  • 5 ml de vinagre de Jerez (opcional)
  • Sal
  • 40 ml de aceite de oliva virgen extra
salmorejo
RBA

Pasos a seguir: 

  • Paso 1. Lava y seca bien los tomates. Córtalos en octavos y espolvoréalos con media cucharadita de sal. Remuévelos para que se impregnen bien.
  • Paso 2. Coloca los tomates troceados en un colador amplio, que a su vez esté sobre un cuenco. Deja que escurran durante 10-15 minutos, o hasta que hayan soltado la mayor parte de su agua. De vez en cuando, presiónalos ligeramente y remuévelos para ayudar en el proceso.
  • Paso 3. En el vaso de una batidora o robot de cocina, coloca los tomates escurridos junto con el diente de ajo pelado (puedes usar medio si prefieres un sabor más suave), una cucharadita de vinagre (si lo deseas) y medio huevo cocido. Reserva la otra mitad del huevo para decorar al servir.
  • Paso 4. Tritura todos los ingredientes juntos hasta que estén bien integrados. Añade el aceite de oliva virgen extra en forma de hilo mientras sigues triturando a máxima potencia durante tres o cuatro minutos. Esto ayudará a emulsionar el salmorejo.
  • Paso 5. Prueba el punto de sazón y corrige según tu gusto. Si deseas más sabor a ajo, tritura de nuevo a máxima potencia. Si solo necesitas ajustar la cantidad de sal y/o vinagre, simplemente mezcla los ingredientes.
  • Paso 6. Deja que el salmorejo tome cuerpo en la nevera durante al menos dos horas. Al momento de servir, decora con la otra mitad del huevo cocido picado.

Con qué acompañar el salmorejo sin pan

Para disfrutar de nuestro salmorejo sin pan, es importante servirlo bien frío después de haberlo sacado de la nevera. Al reposar, notaremos que ha adquirido una textura más espesa y deliciosa. Simplemente, lo vertemos en cuencos y lo saboreamos con una cuchara.

Para añadir un toque de sabor adicional, picamos un poco de huevo duro para acompañarlo, un poco de jamón e incluso hay quien le añade atún, pepino, naranja o melón. Estos ingredientes complementan perfectamente el salmorejo, añadiendo una deliciosa combinación de sabores. ¡Que aproveche!

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