Hoy en día, encontrar una casa con chimenea es menos habitual que antes: sobre todo, si se trata de un piso urbano. Esta galería llega como una oda a la vieja costumbre de sentarse frente al fuego en una tarde lluviosa de invierno y simplemente mirar las llamas: estos nueve salones con chimenea te harán querer instalar una chimenea en el tuyo antes de que lleguen los meses de frío, sin importar si vives en una casa, en un piso pequeño o en un apartamento de ciudad. ¡Te advertimos! Las opciones son infinitas y muy variadas. ¿Las vemos?

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1.

De estilo clásico con la calidez de la madera

Salón con librería a medida y chimenea, en blanco.

Sofá de Margarita Ventura, mesa de centro de Taller de las Indias, butacas tapizadas de Gancedo y alfombra de Francisco Cumellas.

El Mueble

Una de las formas más clásicas y habituales de encajar una chimenea en un salón es a través de un mueble encastrado a la pared con librerías en los laterales: y no nos sorprende, pues siempre funciona y queda de lujo. Además de almacenaje, la librería es un escaparate perfecto para piezas decorativas, como jarrones o arreglos florales, que elevan la personalidad del espacio y lo hacen más hogar. Clásico pero efectivo.

2.

Sustituye el fuego de la chimenea por el de unas velas

Salón con espejo en semiarco sobre la chimenea, maxi alfombra y mesa de centro metálica.

Sofás, diseño de la interiorista Pia Capdevila. Mesa de centro metálica de Última Parada, y alfombra de El Papiol.

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La última tendencia es mezclar estilos, y este salón aprueba el examen: la chimenea de toque neoclásico encaja a la perfección con la moderna mesa de centro de acabado en bronce y el espejo en semi arco con marco en hierro negro, de lo más actual. Como en la anterior, te invitamos a usar la chimenea como un elemento decorativo más: unas velas o un pequeño busto le darán ese toque tan original que atraerá las miradas de todos los invitados. ¡Le da un giro de 180º a toda la estancia!

3.

Un muro con doble función

Salon comedor con chimenea incorporada en el muro divisor.

Sofá, mesa de centro y auxiliar, diseño de Lucía Mariñas. Butacas, en Qbika y puff, en Casa y Campo.

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Si tu salón es lo suficientemente grande y está distribuido de forma abierta, sin tabiques, colocar un muro divisorio con la chimenea incorporada es una forma estupenda de separar espacios, y aportar ligereza visual.

4.

Una chimenea clásica con un twist de lo más moderno

Salón chimenea encendida con azulejos en diseño de espiga, mesas de centro de madera y puff en turquesa.

Sofá de IKEA, mesas de centro de Coco-Mat, puff de Gancedo y alfombra de BSB.

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Si quieres que la chimenea protagonice la decoración de tu salón, puedes decorarla con azulejos, tal y como se ha hecho es el de la imagen. El diseño en espiga crea un efecto de lo más original y actualiza una pieza de estilo clásico.

5.

Sin el calor del fuego, pero con la misma calidez

Salón de paredes verde con chimenea de madera, alfombra e fibras naturales y butaca tapizada.

Butaca de Sacum y alfombra de IKEA.

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Y si te encantaría tener una chimenea, pero no dispones de salida de humos, no hace falta que renuncies a ella: puedes conservar la embocadura como pieza decorativa. En este salón decorado por Elena Eyre, es, sin duda, la joya de la corona, y el verde de la pared sirve para destacarla por contraste. Quizás no oigas el crujir del fuego, pero la sensación de calidez es igual de reconfortante.

6.

La chimenea como elemento unificador

Salón con toque vintage en blanco con chimenea

Escritorio de Omnibus, silla de Little House, alfombra de IKEA y chimenea de Cottage Little House.

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En un salón grande, las alfombras son un estupendo recurso para dividir los espacios visualmente, sin que resulte compartimentado. En este caso, además, situar el sofá mirando hacia la zona de trabajo, y colocar la chimenea en medio de la estancia como elemento unificador, derriba cualquier barrera visual.

7.

Con carácter chic

Chimenea blanca en salón rosa.

Mesas de mármol con patas doradas, lámpara y alfombra, todo de El Corte Inglés.

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La dupla rosa empolvado y blanco es siempre una apuesta ganadora. Si a esto le sumamos los detalles en dorado envejecido, aportamos un toque de lo más chic que nunca pasará de moda.

8.

Con alma mediterránea

Salón con mueble de obra blanco, y sofá tapizado en lino.

Jarrones turquesas de Sacum y plantas de Mayflower.

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Este apartamento combina un estilo marinero de verano, típico de la Costa Brava (donde está situado), con un aire de invierno, y se complementan a la perfección. La clave del éxito está en el mueble de obra que encabeza la estancia y acoge la chimenea: de líneas imperfectas, le da ese toque rústico tan mediterráneo y atractivo. En verano, unas plantas aportan una nota de color y vitalidad.

9.

Tradición y modernidad, todo en uno

Salón con chimenea y alfombra de flores.

Espacio de Meritxell Ribé - The Room Studio. Salón con chimenea y alfombra de flores.

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La mezcla de una chimenea moderna (con todas las ventajas que conlleva en cuanto a funcionalidad), y una antigua (de estética elegante) nos tiene enamoradas, ¡funciona a la perfección! Acompáñala con piezas decorativas que vayan en sintonía con ambos estilos: una alfombra de estampado clásico, una mesa de centro con un punto de minimalismo nórdico, o unos sofás tapizados tradicionales... en el punto medio está la perfección.