Bienvenidos a una selección especial de El Mueble, donde te presentamos los 30 mejores porches y terrazas embellecidos por la magia de las plantas trepadoras y enredaderas. Prepárate para dejarte llevar por la inspiración y descubrir cómo la combinación perfecta entre estilo y naturaleza puede convertir tu espacio exterior en un lugar de ensueño. ¡Acompáñanos en este maravilloso recorrido lleno de magia verde! Pero antes de decidirte por una u otra, conviene tener claro qué es qué y sus características.

Plantas enredaderas y trepadoras: las características y diferencias

Enredaderas

Las enredaderas tienen la ventaja respecto a las plantas trepadoras de no necesitar ningún tipo de soporte o sujeción, porque tienen la capacidad de sujetarse y ascender por las superficies verticales por sí mismas. Por esta razón, son una opción idónea para tapizar muros, ya que basta con plantarla para que ella sola ascienda por la pared decorando con sus hojas o flores la fachada. Entre las enredaderas más comunes destacan la hiedra, que es de hoja perenne, o la parra virgen, de hoja caduca, ambas de crecimiento rápido.

Plantas trepadoras

Como su nombre indica, tienen la capacidad de trepar, pero para ello, necesitan un soporte o una guía para sujetarse. Su verticalidad las hace vulnerables al viento, por lo que conviene plantarlas en zonas resguardadas. La madreselva, el jazmín, los rosales, las glicinas o las buganvillas son algunas de las plantas trepadoras más comunes y preciadas.

Cómo acertar al elegir

Para Alejandra Coll, paisajista y fundadora de "Asilvestrada", lo primero es pensar qué podemos ofrecer a la planta en cuestión, en cuanto a condiciones de sol, sombra, lluvia, viento... y con base en ello, después elegir el tipo de variedad. "Solo entonces tendremos un perfect match. Si lo hacemos al revés, y elegimos la planta solo por un impulso estético será una lotería que sobreviva".

Una vez ya sabes qué puedes ofrecer y cuáles son las opciones que el paisajista te propone, entonces sí que puedes plantearte si prefieres una planta trepadora o una enredadera de hoja caduca o no –esto merece la pena tenerlo en cuenta para una pérgola, porque puedes disfrutar de sombra en verano y de sol en invierno–, con o sin flores o con frut

o. En este sentido, Alejandra destaca que si optas por una variedad con fruto, como por ejemplo la parra, necesitará más mantenimiento y deberás aplicarle más tratamientos –insecticidas, fungicidas...–. En cuanto a las variedades con flores, "per se no necesitan más cuidados, pero por ejemplo, si optas por un rosal, deberás saber cómo podarlo para que su floración sea más abundante".

A cada terraza, su planta

  • Si es muy soleada: Para Alejandra, la glicina, la buganvilla y el jazmín serían una buena opción de planta trepadora con flor. Además, son de crecimiento rápido. Una alternativa sin flor sería el ficus pumila o repens, una enredadera con una decorativa hoja pequeña que necesita agua abundante y puede vivir incluso a media sombra.
  • Si domina más la sombra: La parra, la passiflora o la clematis agradecen exteriores resguardados del sol directo.
  • Si está muy expuesta al viento: "La hiedra y, si prefieres que tenga flores, la bignonia, son dos variedades que toleran bastante bien el viento. El viento es el peor enemigo de las plantas. Las deshidrata y las debilita mucho", explica Alejandra.
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1.

Un porche con sabor mediterráneo con buganvilla

Un porche con sabor mediterráneo con buganvilla.

Un porche con sabor mediterráneo con buganvilla.

El Mueble

Estamos tan habituados a ver buganvillas decorando porches y fachadas mediterráneas que pocos sabemos que se trata de una trepadora tropical, originaria de Brasil. Para su crecimiento necesita sol directo, temperaturas elevadas –las heladas pueden matarla– y estar reguardada del viento. Con el paso del tiempo la buganvilla forma un tronco, como se aprecia en este porche en el que esta enredadera da sombra y color. 

2.

Un porche tapizado por un oloroso jazmín

Plantas trepadoras: jazmín.

Un porche tapizado por un oloroso jazmín.

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El jazmín es una trepadora que destaca por sus bellas y aromáticas flores. Perfecto para tapizar con sus hojas verde oscuro y sus pequeñas flores blancas un porche o una terraza siempre y cuando le dé la luz del sol de manera directa. Su crecimiento es rápido y necesita muy poco mantenimiento. 

3.

Una cortina vegetal para un agradable salón de verano

Una cortina vegetal para un agradable salón de verano.

Una cortina vegetal de hiedra para un agradable salón de verano.

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La hiedra es una enredadera idónea para tapizar muros o porches, porque no necesita de un soporte para crecer. Además, es de crecimiento muy rápido, por lo que reviste de verde cualquier superficie en poco tiempo. Aquí, cae en cascada como una cortina vegetal frente el salón de verano, regalando un extra de sombra. 

4.

Una cascada de flores violetas

Una cascada de flores violetas dela glicina.

Porche decorado con glicina.

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La glicina suele cautivar por sus bellas y olorosas flores colgantes, de colores entre violeta, púrpura o azul. Pero esta trepadora es muy buena opción para revestir un comedor o un salón de verano porque, mientras en los meses calurosos regala sombra, durante el invierno pierde sus hojas, pudiendo disfrutar del sol sin que la glicina te lo prive. Una advertencia: la planta, así como las vainas y sus semillas, pueden ser algo tóxicas. Cuidado si hay niños pequeños o mascotas en casa. 

5.

Un cenador abrazado por la hiedra

Un cenador abrazado por la hiedra.

Un cenador abrazado por la hiedra.

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Y sin duda la clave del éxito es la hiedra que tapiza la estructura del cenador, convirtiendo este espacio en un rincón casi mágico oculto por la naturaleza. La hiedra es una muy buena opción para "tapizar" estructuras, como pérgolas o cenadores, porque crece muy rápido, del orden de 10-20 centímetros por año. Pero ojo, aunque el sol la ayuda a crecer, agradece más la sombra. 

6.

Un comedor de verano lleno de rosas

Un comedor de verano lleno de rosas.

Un comedor de verano lleno de rosas.

El Mueble

Romántico, campestre, natural, vintage, delicado... Esto y mucho más es este comedor de verano que disfruta de una sombra de excepción, la que le brinda este frondoso rosal. Se trata de una trepadora de la variedad Sanateur la Follette, que destaca por ser muy frondosa y ofrecer una floración de carácter extraordinario que se mantiene a lo largo de 5-6 semanas. Como curiosidad: sus bellas flores tienen un suave perfume a té. 

7.

Un porche multicolor con sabor otoñal

Porche decorado por un arbusto de hoja caduca.

Porche decorado por un arbusto de hoja caduca.

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Y lo que le delata es precisamente la parra virgen que cubre las paredes de este comedor de exterior. La parra es un arbusto de hoja caduca pero antes de perder las hojas, estas cambian su color a un tono rojizo, aunque pueden encontrarse en variedad de tonalidades, como se aprecia en este porche. 

8.

Un comedor bajo un manto de flores

Un comedor bajo un manto de flores.

Un comedor bajo un manto de flores.

El Mueble

Para resguardarlo del sol en este comedor de verano se optó por una cubierta vegetal que hiciera una doble función: dar sombra y, a la vez, integrarse a la perfección en el entorno natural de este jardín. Además, las rosadas flores en forma de trompeta de esta planta trepadora crean una atmósfera romántica y delicada.  

9.

Una cascada de buganvillas en flor

Un porche decorado por una buganvilla en flor.

Un porche decorado por una buganvilla en flor.

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De gran belleza por su frondosa y llamativa floración, la buganvilla es una planta trepadora que, según Alejandra Coll, de Asilvestrada, es mejor evitar si hay niños pequeños en casa, porque posee abundantes espinas que, además, provocan urticaria. 

10.

Un comedor con una pérgola muy natural

Comedor decorado con plantas trepadoras sobre la pérgola.

Comedor decorado con plantas trepadoras sobre la pérgola.

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Para integrar el comedor mejor en el entorno natural se ha optado por una pérgola de estructura muy discreta que sirve, básicamente, de soporte para la trepadora, que hace de cubierta vegetal en este rincón con tanto encanto. 

11.

Un comedor de verano a sol y sombra

Comedor decorado con plantas trepadoras.

Comedor decorado con plantas trepadoras.

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Gracias a la pérgola, que se ha planificado con una zona con techo de cañizo, que protege del sol durante los meses más calurosos, y otra zona abierta que permite disfrutar del preciado sol de invierno. Para integrar mejor el comedor en su entorno natural, la pérgola se ha recubierto con plantas trepadoras. 

12.

Un cenador con una frondosa glicina

Un cenador con una frondosa glicina.

Un cenador con una frondosa glicina.

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La glicina lo tiene todo: ofrece sombra, color y crea estampas de postal, como en este cenador, donde regala además intimidad, como si de unas cortinas vegetales se tratara. Es una planta trepadora longeva –puede vivir más de 100 años– y de rápido crecimiento, pudiendo alcanzar los 15 metros de altura. 

13.

Una galería floral de buganvillas

Una pérgola rodeada de plantas trepadoras y buganvillas.

Una pérgola rodeada de plantas trepadoras y buganvillas.

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Por la belleza de sus brácteas (llamadas flores) multicolor, la buganvilla es una trepadora muy indicada para crear pasilllos o galerías florales, como este en fase de crecimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que su crecimiento es más bien lento y que en invierno, según el clima, pierden sus hojas, por lo que la estructura quedará al descubierto. 

14.

Una terracita campestre con hiedra

Una terraza con hiedra trepando por la pared.

Una terraza con hiedra trepando por la pared.

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Cuesta de creer, pero esta terraza está en plena ciudad. ¿El truco del espejismo? La frondosa hiedra que tapiza las paredes, que envuelve de naturaleza y frescor esta pequeña salida al exterior. Con el plus de que, al ser una planta enredadera de hoja perenne, se mantiene verde todo el año. 

15.

Una pérgola XL cubierta por una frondosa trepadora

Una pérgola cubierta por una trepadora muy frondosa.

Una pérgola cubierta por una trepadora muy frondosa.

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El encanto de este comedor radica, en gran medida, en su singular entorno centenario y en la gran trepadora que reviste la pérgola y que, por su desarrollo, atesora muchos años de vida. 

16.

Comer en el jardín bajo un techo verde y lila

Comedor exterior cubierto por una planta trepadora.

Comedor exterior cubierto por una planta trepadora.

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Este comedor de verano se ha ganado al jardín mediante una pérgola cuya estructura queda oculta gracias a la planta trepadora que tapiza, no solo sus postes, sino también su cubierta. Las flores lilas en forma de racimo que caen en cascada aromatizan y decoran este espacio tan natural con encanto. 

17.

Una terraza urbana que parece un jardín

Terraza urbana con una frondosa planta trepadora.

Terraza urbana con una frondosa planta trepadora.

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Si no tienes un jardín, ¡invéntatelo! Es lo que se ha hecho en esta terraza urbana, donde una de las paredes se ha tapizado con una hiedra, el perímetro se ha poblado de plantas de grandes y frondosas hojas y la zona del comedor se ha vestido con una planta trepadora cuyas hojas caen como una decorativa cascada. 

18.

Un jardín perfumado por el jazmín

Comedor exterior con pared decorada por jazmín.

Comedor exterior con pared decorada por jazmín.

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Su intenso aroma primaveral y sus delicadas y abundantes flores blancas son la carta de presentación del jazmín, una opción perfecta para tapizar muros, ya que al tratarse de una planta de hoja perenne, se mantiene verde durante todo el año. Aquí, es el aromático telón de fondo de un comedor de verano en pleno jardín. 

19.

Un comedor de exterior campestre y chic

Comedor exterior elegante con cortinas, iluminación y plantas enredaderas encima de la pérgola.

Comedor exterior elegante con cortinas, iluminación y plantas enredaderas encima de la pérgola.

El Mueble

Precisamente este contraste de estilos es parte de la gran magia de este comedor de verano. Las icónicas sillas Panton contrastan con un entorno natural y con sabor campestre, creando una mezcla de estilo muy atractiva. El gran candelabro de hierro forjado a modo de lámpara crea una nota romántica, acentuada por las vaporosas cortinas y la trepadora con sus flores liláceas. 

20.

Un comedor exterior de verano abrazado por la naturaleza

Comedor exterior con pérgola y plantas trepadoras.

Comedor exterior con pérgola y plantas trepadoras.

El Mueble

Mires dónde mires en este comedor de verano, ves verde. Desde el perímetro del espacio, que se ha poblado de plantas, hasta la pérgola, con un techo de cañizo que se ha tapizado con una frondosa trepadora que regala una cubierta verde, en total sintonía con el entorno natural de este comedor. 

21.

El porche de las buganvillas

Porche blanco decorado por una buganvilla.

Porche blanco decorado por una buganvilla.

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Este salón de verano no sería el mismo sin las buganvillas que tapizan la estructura de la pérgola como si de una colorista cortina vegetal se tratara. Aunque el color más habitual de la buganvilla es el violeta o el rosado, también las hay con las brácteas rojas, amarillas o incluso blancas. Si optas por estas variedades menos comunes debes saber que son más delicadas a las bajas temperaturas. 

22.

Un salón de verano con un techo verde

Salón exterior con árbol y planta trepadora.

Salón exterior con árbol y planta trepadora.

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Es un porche, sí. Pero mirando hacia el techo, ¿quién lo diría? Bien podríamos estar en plena naturaleza. Un manto de hiedra cubre techo y paredes tapizando este salón de verano con sus brillantes hojas verdes. 

23.

Un comedor que cambia al ritmo de las estaciones

Comedor exterior decorado con una parra.

Comedor exterior decorado con una parra.

El Mueble

La parra es una opción muy decorativa para vestir la pérgola o el porche, porque tapiza con sus carnosas hojas paredes y estructuras. Con el plus que transforma el exterior al ritmo de las estaciones. Y es que, si en verano viste de verde el exterior, en otoño adquiere unas llamativas tonalidades anaranjadas y rojizas que convierten el exterior en un espectáculo multicolor. 

24.

Con unas vistas de postal

Porche idílico con planta enredadera alrededor de la estructura del porche.

Porche idílico con planta enredadera alrededor de la estructura del porche.

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La enredadera, que cubre la estructura del porche con sus hojas, acaba enmarcando el paisaje como si de una ventana con exclusivas vistas al mar se tratara. Además, regala frescor a este estar de verano.  

25.

Un comedor de verano 4 estaciones

Enredadera rodeando la pared de ladrillo del porche acristalado.

Enredadera rodeando la pared de ladrillo del porche acristalado.

El Mueble

Si el clima te es favorable, ¿por qué no aprovechar el porche todo el año? Aquí se ha cerrado uno de los laterales con una estructura acristalada que protege sin restar luz, lo que permite disfrutar de este espacio durante todo el año. 

26.

Un comedor con sabor ibicenco

Comedor exterior ibicenco con planta trepadora pequeña.

Comedor exterior ibicenco con planta trepadora pequeña.

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No es necesario mucho para disfrutar de una salida al exterior con encanto. Para prueba este pequeño comedor de verano, resguardado bajo una pérgola que se ha cubierto con un techo de cañizo, que da sombra, pero a la vez deja pasar el aire. En blanco, además, refleja más luz. La nota de color la pone la buganvilla, que como trepadora que es, acabará tapizando la pérgola y llenándola de color. 

27.

Una cubierta vegetal que protege y decora

Porche con comedor exterior y una gran cubierta vegetal trepadora.

Porche con comedor exterior y una gran cubierta vegetal trepadora.

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Apostar por una cubierta vegetal es hacerlo por sus ventajas y desventajas. Te envuelves de naturaleza, disfrutas de una sombra más natural y, si la trepadora es de hoja caduca, puedes disfrutar de sombra en verano y de sol en invierno. Pero como ser vivo que es, necesitará sus cuidados y deberás ser paciente con su crecimiento. Todo requiere su tiempo. 

28.

Una pérgola camuflada entre trepadoras

Pérgola rústica con planta trepadora.

Pérgola rústica con planta trepadora.

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Está, pero como si no estuviera. Y es que la trepadora que reviste esta pérgola la convierte en un elemento casi invisible. En este comedor de verano, con un claro sabor campestre, la comunión con la naturaleza es clave. 

29.

Un rincón de desayuno en pleno jardín

Jardín con fachada de la casa, con trepadora.

Jardín con fachada de la casa, con trepadora.

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Cuando cuentas con un amplio jardín, como en esta casa, la clave para sacarle el máximo partido al espacio es planificar diferentes rincones o espacios de ocio o de relax, como se ha hecho aquí, creando un pequeño rincón de desayuno o merienda. Con el plus, en este caso, de rodearlo de naturaleza, no solo por el césped a sus pies, sino por el verde de las paredes tapizadas por enredaderas. 

30.

Una terraza con más intimidad gracias a una trepadora

Terraza íntima con pérgola de madera y pared con trepadora.

Terraza íntima con pérgola de madera y pared con trepadora.

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Es uno de los handicaps de las terrazas: la intimidad. Y en este caso se ha solucionado tapizando una de las paredes con una trepadora que la reviste y protege de las miradas indiscretas de los vecinos. Además, la trepadora le da color y refresca el espacio de manera natural.

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