13 trucos fáciles de seguir (que no son los típicos) para decorar un dormitorio pequeño y lograr que luzca más amplio

Que la cama sea baja es importante en un dormitorio pequeño. Que lo sea el colchón, hoy, es algo más complicado. La mayoría de los colchones tienen una altura considerable de 25 cm, por lo que el truco para que no levante todo el conjunto demasiado del suelo es elegir una estructura de cama de las que encajan el colchón, haciéndolo "descender" visualmente algunos centímetros.

Siempre que sea posible, en un dormitorio pequeño funcionan las camas que no queda totalmente pegadas al suelo. Es decir, que levantan con una patita, por ejemplo, teniendo en cuenta que suelen tener 12 cm de altura y que -como acabamos de mencionar- el colchón debería encajar en ellas para no levantar demasiado el conjunto. Un buen truco a anotar es escoger estructuras flotantes (no se ve la patita y parece que flotan sobre el suelo). Y que se vea la cama es una buena idea. Es decir, que la ropa de cama no arrastre y cubra la cama.

El cabecero siempre bajo. De diseño horizontal. Este es un buen truco para decorar una habitación pequeña y sumar. Si va de lado a lado de la pared, estarás ampliando el ancho de la estancia. No lo eleves demasiado en la pared, debe ser sutil su presencia.

De almacén o con alguna funcionalidad. Pero bien diseñado, un mueble puede encajar en un retranqueo de la planta del dormitorio sin saturar y sin llevar. No quiere decir que, por pequeño que sea el espacio, haya que renunciar a lo que se necesita. Pero hay que hacerlo bien. Aquí, bajo la ventana, un escritorio en U y al pie de la cama un mueble con cajones que soluciona mucho sin llenar. ¡Soluciones a medida!

Esta regla es de aplicación general en habitaciones pequeñas: hay que dejar que la cama se vea. Y no se puede juntar el cojín con el plaid. Así que traza una línea imaginaria en mitad de la cama y deja una franja libre desde donde terminen los cojines decorativos. Truquito: crea tres filas de almohadones en total.

¿Esto qué significa? Que la ropa de cama siempre viste una cama con encanto, pero en el caso de una habitación pequeña, un truco es concentrar el volumen en la cabecera con cojines pero no sumar demasiadas capas en el pie. Un plaid ligero o manta es perfecto sobre la colcha, edredón o funda nórdica. Pero no mucho más porque abulta y ese volumen puede ser exagerado sumado al de los cojines (sobre todo cuando el paso al pie de la cama es estrecho).

El color no está prohibido en un dormitorio pequeño. Cuanto más luminoso, más libertad en la elección de tonalidades oscuras. Las intensas, pero vivas, siempre tienen mejor cabida. Aunque como truco, mejor apostar por lisos. Mezclar tejidos que aporten texturas, en liso. Si además en la habitación hay juego de texturas en los materiales de los revestimientos y mobiliario, el éxito es total.

Colores claros, tejidos livianos y sin estampado. Pero si son cortinas que sean largas, apoyando en el suelo. Y si es estor, resultará algo más ligero y puedes colocarlo de techo a suelo. Lo más importante es que las cortinas para un dormitorio pequeño quede pegada a la pared lo máximo posible e instalar la solución desde el techo para alargar visualmente la distancia entre suelo y techo.

Esto significa que no hay que tener miedo a la pared vacía, porque es posible "llenarla" con un revestimiento con textura, molduras o papel pintado, sin necesidad de colocar varios cuadros o espejos. Este truco aporta mucho matiz, cambia la acústica del dormitorio y decora, sin llenar y con la sensación de superficie despejada.

Si hay espacio y se puede, la mesita de noche de un dormitorio pequeño tiene que acompañar no destacar. Su altura ha de ser cómoda desde el colchón (el sobre ha de quedar a la altura del colchón o ligeramente por debajo). Que no tenga demasiado fondo (cuando más pegada a la pared quede mejor). Y es preferible un diseño suspendido o con pata que la eleve del suelo.

Y si no hay espacio para mesitas de noche o necesitas más espacio, crear una hornacina a medida sobre el cabecero o sobre la cama es una buena idea. Es un lugar de apoyo que hace las veces de mesita de noche. Si el dormitorio es pequeño, pero alargado y hay hueco para unos armarios de fondo reducido, ganarás almacenaje (como aquí).

Como estamos pensando siempre en soluciones livianas que aligeren el peso visual, es una buena idea "sacar" las lámparas de las mesitas de noche. Llevarlas a las paredes con focos o apliques es una buena idea. También las tiras de iluminación LED y los focos puntuales de lectura en las hornacinas. Y, por supuesto, las lámparas colgantes desde el techo que despejan mesitas de noche cuando las hay. La iluminación del dormitorio ha de ser confortable a la vista, práctica y crear ambiente.

Un truco que además sigue las tendencias de interiorismo, es que en una habitación pequeña todo sea sencillo. Busca las líneas limpias, pero combina con algunas formas orgánicas y redondeadas que suavicen el resultado.