Antes de la reforma, este dúplex de apenas 40 m2 contaba con la cocina compartimentada, la escalera en medio de la estancia y el dormitorio estaba ubicado en el abuhardillado piso superior. Según nos cuenta la interiorista Gema Ospital (@gmaospital), responsable de la reforma, "el piso ha sido íntegramente reformado. Dadas sus reducidas dimensiones el objetivo era aprovechar al máximo el espacio y sobre todo la entrada de luz, convirtiendo la terraza en una prolongación de la vivienda". Para ello, realizó todas las modificaciones estructurales necesarias y empleó muebles hechos a medida para sacar máximo partido al espacio. ¡Entra a descubrir su cambio!

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Antes: un dúplex mal aprovechado y con la escalera en medio

Zona de la escalera antes de la reforma.

Zona de la escalera antes de la reforma.

Gema Ospital

Es verdad lo que lees: 40 m2, repartidos en dos plantas, son un piso pequen~o. Es decir, ¡cada planta contaba solo con 20 m2! Pero donde los dema´s vei´an una dificultad, Gema vio posibilidades. Muebles a medida, armarios ocultos, estanteri´as separadoras... ¡aqui´ habi´a terreno para ideas muy buenas! Empezando por la reforma de la escalera... ¡Ahora es un mueble a medida con doble función!

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Después: una escalera con doble uso

Cocina con barra, taburetes y escalera que esconde electrodomésticos.

Cocina, con mobiliario, de Carpintería Rimvara. Lámparas de techo, de Côté Déco. Taburetes, de Pilma.

El Mueble

Al cambiar la escalera de ubicación (a donde estaba la cocina) se ganó espacio en la planta inferior. Aun así, la interiorista apostó por una escalera con doble función en la que colocar armarios a medida que regalan almacenaje. "La escalera originariamente estaba situada en el centro de la sala y el espacio quedaba dividido. Se trasladó a un lado y se consiguió de este modo un espacio diáfano", explica. 

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Después: una cocina superoriginal

casas minis cocina bajo escalera con barra.

Cocina, con mobiliario, de Carpintería Rimvara. Lámparas de techo, de Côté Déco. Taburetes, de Pilma.

El Mueble

Tras la reforma, "la escalera entró a formar parte de la decoración, convirtiéndose en un elemento funcional, decorativo y, sobre todo, práctico, ya que emplea la parte inferior de los escalones en espacio para almacenaje", señala Gema. Por otro lado, en los huecos de arriba de los escalones, la interiorista diseñó un mueble vajillero de lo más óptimo. "Es a medida, de carpintero", añade.

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Después: una cocina abierta, pero separada

Salón abierto a la cocina con barra y alfombra, puff y sofá.

Mobiliario, de Carpintería Rimvara. Lámparas de techo, de Côté Déco. Tabutetes, de Pilma. Mesa de centro, de Habitat. Puf, de Zara Home. Alfombra, de IKEA. 

El Mueble

Para delimitar aún más el espacio de la cocina, además de la barra que actúa como separador, Gema Ospital colocó una estantería de suelo a techo abierta que da acceso a la cocina y delimita la zona. De ella sale dicha barra de cocina, que sirve también como mesa gracias a dos taburetes altos. Un lugar perfecto para desayunar rápidamente.

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Antes: los muebles eran oscuros y no había luz en la estancia

Salón antes de la reforma.

Salón antes de la reforma.

Gema Ospital

La distribución y colores de este dúplex no aprovechaban todo su potencial. Tras la reforma, el pequeño salón cuenta con los mismos metros, pero tiene una gran ventana por la que entra mucha luz natural. La nueva decoración es otro añadido que ha embellecido mucho la estancia, la cual estaba un poco anticuada. ¿Quieres ver cómo está ahora?

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Después: un salón más blanco y luminoso

Salón pequeño con ventanal, alfombra, butaca y sofá con chaise longue.

Sofá y alfombra, de IKEA. Puff, de Zara Home. Mesa de centro, de Habitat. Lámpara de pie, de Santa&COle. Butaca, en La Maison. 

El Mueble

Como comentábamos, del salón se quitó el amarillo de las paredes y los muebles oscuros, que empequeñecían aún más el espacio, y se emplearon en su lugar tonos neutros para las paredes y el sofá. Según Gema, "el resultado de este proyecto es un espacio muy funcional, práctico y aprovechando al máximo la luz. Quise utilizar al máximo los colores claros, blanco y madera roble natural con el objetivo de ganar la máxima luminosidad y a la vez obtener la calidez que nos proporciona la madera". Asimismo, el área de estar queda delimitada con una gran alfombra de fibras, que da un toque fresco y desenfadado a pisito.

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Antes: el salón estaba bajo la ventana

Salón antes de la reforma.

En los huecos de los escalones, han creado un mueble vajillero. Es a medida, de carpintero. "Al aprovechar y sacar partido a este, normalmente hueco y sin función, hemos sumado espacio de almacenaje a la cocina y al mini piso en general", explica Gema.

Gema Ospital

La distribución del salón y la elección de colores y muebles no ayudaba a llenarlo de luz, incluso con el gran ventanal de acceso a la terraza y la ventana, zona en la que ubicaba el estar. 

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Después: ahora aquí está el dormitorio

Distribuidor con mesitas de noche al fondo, de Habitat. Lámpara de techo, en La Variété.

Distribuidor con mesitas de noche al fondo, de Habitat. Lámpara de techo, en La Variété.

El Mueble

Se aprovechó la planta baja para crear la zona del dormitorio (con baño), ya que en el piso superior la poca altura del techo abuhardillado no lo hacía cómodo. Para aprovechar el espacio al máximo, se colocó una puerta corredera (salvando hasta 1 m2) en color blanco, que ayuda a multiplicar la luminosidad. Esa misma pared alberga, por el lado del dormitorio, los armarios. 

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Después: un dormitorio acogedor con luz natural

Dormitorio de primavera con cómoda bajo la ventana a medida.

Lámpara, en La Variété. Espejo, en Cottage Little House. 

El Mueble

"A mínimo espacio, máximo aprovechamiento –nos explica Gema–, y, por supuesto, el dormitorio no se salva. Una pequeña repisa, que hace de cabecero, sirvió para integrar ambas zonas". Con la máxima de aprovechar cada milímetro el espacio, muchos de los muebles se planificaron a medida. Como el mueble bajo ventana, convertido en cajonera. "¡Cualquier rincón es útil!", añade.

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Después: el baño queda integrado en el dormitorio

casas mini zona lavamanos en dormitorio y ducha con puerta corredera 00480649

Mesita de noche, de Habitat. Armario bajolavabo, de IKEA. Grifería y lámparas de techo, de Tonobagno. Lavamanos, de Duravit. Escalera, de Tierra Extraña. 

El Mueble

Antes de la reforma, el baño estaba cerrado y estaba ubicado junto a la cocina (donde estaba previamente). Ahora, se ha integrado con el dormitorio, "incorporando el mueble del baño al espacio", explica Gema. 

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Antes: el dormitorio estaba en la planta superior

Planta de arriba del dúplex antes de la reforma.

Planta de arriba del dúplex antes de la reforma.

Gema Ospital

Antes de la reforma, solo había un espacio disponible para el dormitorio: la planta superior. Aunque esta tenía los techos muy bajos y estaba panelada con madera, que hacía que el espacio fuera oscuro y pequeño. 

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Después: un espacio más luminoso

Despacho después de la reforma.

Despacho después de la reforma.

Gema Ospital

Durante la reforma, Gema pintó la madera de un color claro, multiplicando la luz que entra por la ventana abuhardillada. Colocó un sofá cama que sirve para recibir visitas o como espacio para desconectar. 

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Después: un despacho extra

Despacho después de la reforma.

Despacho después de la reforma.

Gema Ospital

También añadió una zona de trabajo, un cómodo espacio en el que trabajar sin interrupciones. Su ligero y luminoso diseño es perfecto para no saturar la zona. 

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Antes: una terraza totalmente desaprovechada

Terraza antes de la reforma.

Terraza antes de la reforma.

Gema Ospital

Uno de los mayores activos de este piso era la terraza, pero estaba completamente abandonada, sin ningún tipo de decoración ni cuidado. ¡Mira cómo ha quedado ahora!

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Después: una acogedora terraza con un salón exterior

Terraza con techo de cañizo.

Terraza con sofá de madera y butaca de fibra vegetal. Techo, de cañizo.

El Mueble

La interiorista Gema Ospital sabía que la terraza era un plus de este dúplex, por eso había que darle vida y hacer de ella un espacio acogedor. "Quería crear un rincón de privacidad, de relax, lectura en el que sentirte a gusto", explica. "El techo, en forma de pérgola, es de cañizo, igual que parte de la barandilla. Las plantas la decoran y construyen un rincón verde fresco y natural en medio de la gran ciudad", añade la experta.

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Antes: una separación poco íntima

Terraza antes de la reforma.

Terraza antes de la reforma.

Gema Ospital

Aunque la antigua terraza estaba separada por un cristal traslúcido de la terraza de los vecinos, no proporcionaba suficiente intimidad y era poco acogedora. 

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Después: una terraza en la que la madera manda

Terraza, con sofá de madera y butaca de fibra vegetal. Techo, de cañizo.

Terraza, con sofá de madera y butaca de fibra vegetal. Techo, de cañizo.

El Mueble

"¿Qué mejor que utilizar la madera que proporciona la calidez que una terraza al aire libre no tiene?", dice Gema. Eso sí, dándole un aire desenfadado, informal: "por eso ideé esos listones de madera de diferentes medidas y tamaños y, sobre todo, muchas plantas, mucho verde, ¡que te hiciera olvidar que estás en la ciudad!", bromea Ospital. 

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El plano antes de la reforma

El plano antes de la reforma.

El plano antes de la reforma.

Gema Ospital

En este plano puedes apreciar cómo ha cambiado la distribución de la planta baja (la superior casi no sufrió modificaciones estructurales). La escalera estaba junto a la pared que comunicaba con la cocina y, a su lado, estaba ubicado el baño. 

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El plano después de la reforma

El plano después de la reforma.

El plano después de la reforma.

El Mueble

Ahora, el dormitorio está en la planta baja, haciendo su acceso más cómodo. Y el baño ha cambiado su ubicación a donde estaba la cocina originalmente. Por su parte, las escaleras también se movieron, abriendo la planta y colocándolas junto a la pared. 

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