Originaria de regiones cálidas y tropicales como Brasil, Perú y Argentina, la buganvilla es una planta trepadora muy querida en verano gracias a que colorea todas las fachadas de las casas de un bonito y alegre color fucsia. Y aunque parezca que este color fucsia le viene de sus flores, sorprendentemente no es así: es el color de sus brácteas, sus flores son blancas y aparecen desde la primavera hasta el final del verano.

Lo bueno de que este llamativo color no sea de sus flores es que, si sabes darle los cuidados adecuados después del verano, puedes mantenerla igual de bonita y colorida los 365 días del año y fuera de su temporada de floración. Para conseguirlo, te contamos, a continuación, los cuidados básicos que una buganvilla necesita recibir después del verano.

Cuidados de la buganvilla después del verano

Después del verano, la buganvilla requiere de una serie de cuidados más específicos para prepararse para las estaciones más frías y asegurar su salud para la próxima floración. Por eso, es aconsejable que pongas estos consejos en práctica nada más finalice la temporada:

1- Poda

Realiza una poda ligera para eliminar las ramas secas, dañadas o débiles, y así estimular un crecimiento más fuerte en la próxima primavera. También es recomendable recortar las ramas largas que puedan haberse extendido demasiado, manteniendo la forma deseada.

2- Ubicación

Es importante colocarlas en una buena ubicación durante los meses de invierno ya que sus raíces son muy delicadas y no se pueden trasplantar. Lo ideal es que, tanto si están en interior como en exterior, las ubiques en una zona donde reciban una buena cantidad de luz al día. En cuanto a su ubicación, también debes tener en cuenta en tenerla plantada en una maceta o zona del jardín que sea grande para que tenga espacio suficiente para crecer con todo su esplendor.

3- Protégela del frío

La buganvilla es sensible a las bajas temperaturas, por lo que si vives en una zona donde las temperaturas caen por debajo de los 10 °C, es esencial protegerla. Puedes moverla a un lugar más resguardado o cubrirla con una tela transpirable, especialmente durante las heladas. Si la tienes en una maceta, colócala en un área soleada y protegida del viento.

4- Riego

Aunque en verano es fundamental regarla con frecuencia, en cuanto las temperaturas caen en los termómetros, es necesario ir reduciendo el riego gradualmente ya que la buganvilla necesita menos agua durante el otoño y el invierno. Importante: aunque necesite menos cantidad de agua, debes estar atenta para que el suelo siempre esté bien drenado (sin encharcar). Incluso, si tu buganvilla está ubicada en exteriores, le sería más que suficiente el agua que recibe de la lluvia.

5- Fertilización

Además, también es muy beneficioso si le aplicas a tu buganvilla un fertilizante equilibrado a finales del verano para fortalecerla antes de la temporada de descanso.

Buganvilla
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Cómo proteger una buganvilla de las bajas temperaturas

Un consejo extra. La buganvilla es una planta que no tolera bien ni las bajas temperaturas ni las heladas, siendo su temperatura mínima de supervivencia alrededor de los 5 °C, de ahí que las caídas bruscas de temperatura, comunes en los meses de invierno, puedan dañarla seriamente. Por eso, el sexto y último consejo es que:

  • Si la planta está en una maceta, trasládala a un lugar resguardado, como un invernadero, un porche cubierto o un interior luminoso donde la temperatura no baje de los 5 °C. 
  • Para buganvillas plantadas en el suelo, cubre la base con una capa gruesa de mantillo o paja para proteger las raíces del frío. Además, envuélvela con una tela transpirable o manto de heladas para evitar el daño por temperaturas bajo cero.