Casas El Mueble decoradas con flores blancas

Las rosas son un clásico para decorar la casa. Y en blanco son todo un acierto, porque a su belleza natural se suma su capacidad para adaptarse a cualquier decoración pasando, incluso, a un segundo plano. Son flores muy elegantes que en blanco transmiten pureza e inocencia. En este salón planificado en blanco y con detalles en verde, como las cortinas, este ramo de rosas blancas y verde le va como anillo al dedo. 

¿Tu salón cuenta con muchos elementos de color? Apuesta por flores blancas, seguro que acertarás. Además de no interferir con el resto de elementos decorativos, las flores blancas darán un plus de serenidad y calma visual. Prueba de ello es este salón, decorado por Mireia Torruella. 

¿Y por qué no? En este salón, proyectado por la decoradora Begoña Susaeta, se ha elegido un ramo que combina a la perfección los dos colores dominantes del ambiente: el blanco y el amarillo, lo que acentúa aún más si sabe su valor decorativo. 

Una mesa de primavera agradece mucho color. Puedes dárselo con el menaje y los textiles o con las flores. Aquí se ha optado por la primera opción, reservando el color para la mantelería y el centro de mesa, compuesto por tres ramos gemelos de llamativas y carnosas flores blancas. Aunque no compiten con el resto de elementos de la mesa, visten de frescor y ligereza una mesa de primavera.

Las calas o lirios de agua son unas flores de extrema belleza, de hecho su nombre se debe al término griego "kalos", que significa bello. Son flores que simbolizan la finura, la elegancia y la pureza y aunque las hay de muchos colores, las blancas son de las más apreciadas. Debido a sus tallos largos y sus hojas de tamaño considerable, de suaves formas e intenso verde, lucen muy bien solas y en jarrones altos, como aquí.

¿Buscas una idea facilísima y elegante con la que vestir la mesa del comedor? Inspírate en esta propuesta: haz una composición de tres jarrones –ya sabes que el tres es el número mágico en decoración– y vístelos con flores blancas. Si los jarrones son decorativos por sí solos, como estos de Zara Home de formas orgánicas, puedes dejar uno sin flores, le darás al conjunto un toque más casual. En este comedor clásico, por ejemplo, le resta sobriedad. 

El baño es una de las estancias más olvidadas a la hora de decorar con flores. Y, sin embargo, ¡le sientan de maravilla! Basta con un mini bouquet, como se ha hecho aquí, para sumar encanto a este espacio. En este sentido, las flores blancas son un gran acierto, porque transmiten sensación de pureza e higiene. Además, aquí, contribuyen al total look en blanco de este baño. 

No nos cansaremos de repetirlo: el recibidor agradece (¡y mucho!) un ramo, no solo porque da un plus decorativo a este espacio sino porque regala alegría solo al entrar en casa. Aquí se ha optado por un ramo estilizado de flores blancas y mucha presencia de verde, que da un toque de color a un espacio dominado por el blanco. 

Esta composición a modo de centro de mesa transmite frescor, por el verde, y a la vez pureza y sensación de ligereza, gracias a las flores blancas. La elección de unos jarrones artesanales de cerámica con detalles esmaltados en blanco refuerza el look natural y casual de la composición, muy en sintonía con este comedor.

En el salón, los ramos no son cosa solo de la mesa de centro. De hecho, una opción muy decorativa es vestir una consola o un aparador con un ramo: compensas la "dureza" del mueble con el toque natural y delicado que dan las flores. Y, si además, apuestas por un ramo de altura, equilibrarás la horizontalidad de esa pieza y crearás una puesta en escena más dinámica. 

Porque transmiten serenidad, calma y paz, las flores blancas son grandes aliados para el dormitorio. Puedes hacer un mini bouquet para las mesillas de noche o, si tu habitación es amplia como este, repartir varios ramos por el dormitorio. Puedes combinar algunos ramos de flor blanca con otros solo de verde, como se ha hecho aquí.  

¿No sabes de qué color elegir las flores para vestir la mesa? ¡Apuesta todo al blanco! Así te aseguras que no compite con el resto de elementos de la mesa, que muchas veces tienen color, ya sea la mantelería o la vajilla. Decora pero sin el protagonista de la mesa. Para darle un aire informal, apuesta por flores de temporada de aspecto silvestre y completa el ramo con mucho verde, como se ha hecho aquí.