No son pocos los estudios que relacionan un acto tan sencillo y cotidiano como limpiar con beneficios físicos y mentales para quienes lo realizan. Eso sí, hay de hacerlo de manera consciente e inmersiva (todo lo contrario a tomártelo como un acto rutinario), ya que si no podrías provocar el efecto contrario.
Fue el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi quien ya en los años 70 desarrolló el concepto de las experiencias de flujo, retomadas en la actualidad por la psicología positiva. Son las actividades donde la mente logra concentrarse al 100% y experimenta un momento inmersivo en el que llegamos a perder la 'noción de nosotros mismos'. Durante este estado de flow nos involucramos y esforzamos tanto que la noción del tiempo se altera y las horas se convierten en minutos, como cuando éramos niños.

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Qué tareas domésticas te hacen quemar más calorías
Limpiar y ordenar (al igual que otro tipo de tareas como las manualidades) están consideradas algo así como una meditación en movimiento en la que se logra el equilibrio mental a través de la actividad física.
Limpiar reduce el estrés y la ansiedad
Un estudio publicado en The Personality and Social Psychology Bulletin utilizó un software de análisis lingüístico para medir el modo en el que varias mujeres se referían a sus casas. El resultado fue que los perfiles asociados a descripciones positivas, acogedoras y saludables mostraron niveles de cortisol (la hormona del estrés) más bajos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda de manera habitual realizar algún tipo de actividad física diaria, ya sea en forma de deporte o de "tareas domésticas", entre otras. Todo con objeto de "mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de ENT y depresión".
Mejora la salud
La científica NiCole R. Keith de la Universidad de Indiana se llevó una sorpresa inesperada al descubrir durante una de sus investigaciones que las personas que cuidan más de sí mismas y realizan actividades físicas cuidan más de sus hogares. Quienes mantenían más limpias sus casas eran personas más activas y, por lo tanto, con mejor salud en general.
La limpieza y la desinfección son fundamentales para mantener una casa libre de polvo, ácaros y gérmenes, y por ende de enfermedades respiratorias e infecciosas. Por no hablar de los peligros que acarrea la presencia de moho en el baño.
Incluso mantener la habitación limpia y ordenada está relacionado con la higiene del sueño, tal y como en ocasiones advierte la Sociedad Española del Sueño, que también recomienda ventilarla y mantenerla a una temperatura adecuada para lograr un sueño reparador y placentero (entre los 15 y los 19 grados, según la National Sleep Foundation).
Y el estado de ánimo en general
Cuando las tareas domésticas están terminadas nos sentimos menos culpables por dedicarnos más tiempo a nosotros mismos y a los nuestros. Los 'debería haber' desaparece de nuestra cabeza y nos aplicamos esa autocompasión tan necesaria de la que habla el mindfullness.

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