15 cosas que no deberías guardar en el trastero

Las escrituras de tu casa, el contrato de trabajo, documentación oficial, etc. merecen un sitio dentro de tu casa. La humedad de un trastero puede deteriorarlos, pero es que, además, es documentación que puedes necesitar en cualquier momento y es mucho mejor tenerla a mano que tener que bucear entre cajas hasta encontrar lo que buscas. Te dejamos unos consejos prácticos y bonitos para organizar tus papeles.

Al igual que los papeles importantes, pueden sufrir las consecuencias de los cambios de temperatura y humedades que puede sufrir un trastero. Y estas sí que no tienen sustituto. Nuestro consejo es que, además de digitalizarlas, las pongas en un bonito álbum o las enmarques. ¡Son reliquias!

Las puertas de los trasteros, tanto de comunidades de vecinos como de guardamuebles, no ofrecen la misma seguridad que una caja fuerte. Si no quieres tener tus joyas y objetos de valor en casa, lo mejor es que los guardes en una caja de seguridad de un banco o busques una empresa especializada.

La humedad y los cambios de temperatura pueden provocar que la pintura de los cuadros se escame y, como consecuencia, se agriete. Para que esto no suceda, asegúrate de que en tu trastero la temperatura es estable y no hay insectos. Almacena las pinturas de pie y protégelas con goma espuma o poliestireno. Asimismo, nunca las guardes en cajas de plástico, mejor si son de madera.  

En estos casos, tanto el exceso como la falta de humedad puede ser perjudicial. La madera es un material vivo, que se expande y contrae con los cambios de temperatura. Por eso, la ausencia de humedad puede provocar que la madera y las cuerdas se agrieten y vuelvan más débiles. Mientras, un exceso podría desencadenar en moho u hongos. Si los vas a almacenar en el trastero, asegura una buena ventilación, guárdalos en su estuche original –protegidos del polvo– y controla que el nivel de humedad esté entre el 50 y el 60%.

Si son de madera, los hongos y el moho son de nuevo un riesgo. Pero es que, además, los juguetes con batería o electrónicos pueden explotar debido a temperaturas muy altas o muy bajas. Si tus hijos se han hecho mayores, lo mejor que puedes hacer con sus juguetes es donarlos.

Tampoco los edredones de plumas o abrigos de cuero o piel. Los tejidos naturales son los favoritos de las polillas. Esto es porque las larvas se alimentan de queratina, una proteína producida en los animales y presente en tejidos como lana, seda, pieles o plumas. Para evitarlo, guarda la ropa limpia, seca y en un recipiente de plástico hermético. Añade también unas bolas de madera de cedro, hojas de lavanda o pimienta negra para mantener a las polillas a raya.

Si necesitas almacenar ropa en el trastero –de otra temporada, disfraces, etc.–, lo mejor es que te asegures de que la guardas bien seca. La mínima humedad podría estropear el resto de cosas y ocasionar la aparición de hongos e insectos.  

Pasa lo mismo que con los instrumentos. Los cambios bruscos de temperatura y humedad pueden hacer que la madera o bien se agriete o bien se enmohezca. Mejor dónalo, véndelo o restáuralo. ¡Mira qué cambio han dado estos muebles! Tú puedes hacer lo mismo.

Además de que pueden estropearse, en serio, ¿para qué los guardas? Si te interesa tener los apuntes, puedes digitalizarlos –aunque dependiendo de la temática estarán un pelín desactualizados–. Pero, ¿los libros? Si están en cajas en el trastero, es como si no los tuvieras. Venderlos o donarlos a una biblioteca es la mejor opción.

Además de ilegal, es cruel y una irresponsabilidad. Sabemos que decirlo es una obviedad, no podemos dejar de recordar que encerrar animales vivos en un espacio cerrado es maltrato animal y puede desembocar en situaciones de insalubridad. Si, por motivos puntuales, no puedes hacerte cargo de tu mascota, pídele a un amigo o familiar que se haga cargo o contrata un servicio para su cuidado.