Cómo esconder los cables

En el escritorio siempre hay muchos cables: el del ordenador, la impresora, el teléfono fijo... Por suerte, muchas mesas de escritorio ya cuentan con soluciones para poder colocar los cables y regletas y que no se vean.

Aparte de los cables de los ordenadores, lámparas, etc., hay que añadir los cables para los teléfonos móviles, tablets... Existen accesorios para mantener el orden cuando no los uses como, este sujeta cables.

Si lo tuyo es el bricolaje, una idea original es colocar en el lateral del escritorio unos ganchos y, después, con una tela (tipo cortina con arandelas) colgar la regleta. Tan solo necesitas un poco de destreza y un kit básico de bricolaje.

Guarda los cables en cajas para mantenerlos ordenados y desenredados. Puedes usar desde una caja de zapatos, y crear compartimentos (así sabes qué cable guardas en cada uno), hasta cajas como ésta cuya tapa sirve también de cargador de tus dispositivos.

Si hacer una lámpara de cuentas de madera es muy sencillo, esconder los cables con bolitas es pan comido. Igual que el macramé, aporta un aire rústico e incluso vintage y es una alternativa decorativa y útil cuando tienes un punto de luz adicional alejado del enchufe.

En un cesto puedes guardar cables y regletas. Sobre todo aquellos que no usas tan frecuentemente, como el cargador de la batería de la cámara de fotos o un cable USB para tus altavoces wireless... Es una solución práctica y decorativa al mismo tiempo.

Uno de los lugares donde también se acumulan muchos cables es en el salón, junto al televisor. Que si el de la tele, el del router, el Apple Tv y luego todos los cables para que se interconecten. Si no puedes esconderlos todos, puedes optar por una solución como la que diseñó Pía Capdevila: un mueble hecho a medida que tiene librería en el lado derecho de la chimenea y tele, en el izquierdo. Una corredera permite dejar la tele a la vista cuando quieres verla y ocultarla cuando prefieras que el salón quede más sereno con la imagen de los libros.

Si eres fan del macramé, coge aguja e hilo y haz tu propia creación para esconder los cables. Si no puedes esconderlos, al menos les darás un aire más boho y natural y decorarás la estancia. ¿La guinda del pastel? Cuélgale una planta.