El tiempo cambia... ¡y también tu casa! Las mejores ideas para decorar en otoño

¿Hay algún estampado más otoñal que los cuadros para decorar el salón? Posiblemente, no. Haz que hagan acto de presencia en tu salón, en las fundas de los cojines, en los plaids y en las alfombras. Acurrúcate en ellos y déjate acariciar por los rayos del sol que se cuelan por la ventana. Estarás tan a gusto que nadie te moverá del sofá. La interiorista Carmen Figueras ha elegido unas tonalidades anaranjadas que dan calidez al ambiente.

Además de los complementos, puedes darle a tu casa una decoración de otoño si retapizas las butacas con un tejido de cuadros muy sutil, como los de este sillón. La interiorista Carmen Figueras lo colocó junto a la chimenea creando un acogedor rincón de lectura. 

Los sombreros y las rebequitas ceden el turno a los chubasqueros y los paraguas. La temporada de lluvias empieza y es importante que tu recibidor tenga espacio para albergar complementos propios de la estación. Saca los paraguas, las gabardinas y algún pañuelo para el cuello y cuélgalos del perchero. Si tienes armario en la entrada es hora de limpiarlo y acondicionarlo para recibir al otoño.

El otoño es la estación más acogedora. Comienza a hacer fresquito y apetece refugiarse en casa. Rodéate de materiales cálidos, como madera, terciopelo, lana, pelo... que te inviten a permanecer en ella a gusto. Así ha vestido este salón otoñal la interiorista Carme Caubet.

Si ya le toca a tu casa darle una mano de pintura, esta es la estación. Elige colores neutros en las paredes: blanco, gris o beis. Y si te apetece estrenar salón, opta por pintar una pared en un color intenso. La interiorista Jeanette Trensig se ha decantado en esta boiserie por un verde musgo, súper otoñal. Aprovecha el momento para hacer limpieza de libros, quédate solo con las lecturas que verdaderamente te interesen.

Aunque a veces se nos pase por alto, los cambios de textiles también afectan a las cortinas. Quita las vaporosas de lino y sustitúyelas por otras con más textura. O si lo prefieres, ponlas dobles: combina una fina con otra más gruesa y así ya estás preparada para combatir el frío. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Pía Capdevila.

¿Qué escenas te recuerdan al otoño? Un bosque lleno de árboles desnudos, ramas esparcidas por el suelo, diferentes tonalidades que van del amarillo al marrón oscuro... Si te gusta lo que ves, llévalo a tu casa. Por ejemplo, con papeles pintados que te hagan revivir esos momentos de paz. Es lo que ha hecho en este dormitorio el interiorista Pablo González. ¿A qué se respira un ambiente relajado?

Con un gesto tan simple como añadir unas macetas, unas velas y un jarrón de cristal con flores, tu mesa de centro se instalará permanentemente en modo otoño. La lavanda, el brezo o los girasoles son plantas ideales para esta época del año. Agrúpalas en una bandeja de madera y ¡listo!

Los plaids finitos de lino que tanto han decorado el sofá durante el verano dan paso a otros más calentitos de lana o algodón. Los agradecerás cuando te sientes en el sofá al caer la tarde y dediques unos minutos a la lectura o a ver tu serie favorita. En la decoración de otoño, lo mejor es apostar por textiles suaves que combinen con la tapicería del sofá o de los cojines. Un sofá blanco —como este elegido por la decoradora Dara Díaz— facilita la tarea cromática.

Al igual que vistes el sofá, haz lo mismo con el resto de asientos. Cubre sillas, bancos y butacas con mantitas de pelo que hagan las sentadas mucho más placenteras. ¡Y no te olvides de colocar cojines en el respaldo! Tener una cesta a mano te ayudará a guardarlos cuando no los necesites.

Aprovecha este tiempo de transición al invierno para asegurarte que tanto la chimenea, si tienes, o la calefacción funcionan correctamente. En el caso de la primera, comprueba que el tiro esté limpio y almacena leña, así el frío no te pillará desprevenida. Para los radiadores, púrgalos para garantizar que se calienta toda la superficie. Tu salón quedará tan confortable como este, tipo cabaña, decorado por Carme Caubet.

Con un simple cambio en las fundas de los cojines, tu salón respirará la esencia de la decoración de otoño. Los tonos caldera, teja y toda la gama de marrones ganan fuerza y aportan calidez. Además, funcionan estupendamente sea cual sea el color del sofá, blanco, beis y hasta gris. 

Aunque el blanco es nuestro neutro favorito, el gris ha ido ganando terreno poco a poco. Con la llegada del otoño, nuestra mente busca colores más acordes a la época del año. Y el gris es el mejor aliado. Sobre un sofá blanco, diversas tonalidades de gris os harán sentir arropados, mientras que una alfombra con más color será la encargada de que la estancia no resulte aburrida. Como el efecto de este kílim en este salón tan otoñal. 

Junto a los rojizos, ocres y dorados ganan protagonismo en otoño, recordándonos la luminosidad del verano, pero con los ojos ya puestos en los meses más fríos. Los tonos empolvados y deslavados también son perfectos para acurrucarse en el sofá ya que ayudan a crear ambientes relajados y armónicos. La interiorista Solange Van Dorssen ha elegido tonos ocres y verdes en los cojines que visten este sofá.

¿Vas notando que te tienes que tapar por las noches? Acurrucarse en la calidez de las sábanas es uno de los mayores placeres que puede haber. Por eso, si aún no quieres sacar el edredón de invierno, coloca a los pies una colcha. Seguro que más de un día haces uso de ella de madrugada. La interiorista Marta Tobella colocó en esta cama dos colchas ligeras en tonos marrones.

Otra opción muy otoñal para vestir la cama es optar por tonalidades ocres en mantas, plaids y cojines. Quedarán ideales si el cabecero tapizado es de color gris. Así los ha elegido la interiorista Sandra Vergara en este dormitorio. ¿A qué quedan fantásticos?

Las horas de luz se acortan día a día recordándonos que el otoño está a la vuelta de la esquina. Es hora de instalar en tu casa nuevos puntos luminosos para que no sea necesario dar la luz general en el salón. ¿Has creado un rincón de lectura cerca de la ventana?  Coloca una lámpara de pie o unos portavelas junto a la butaca para darle a ese momento más intimidad. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Chari Manzano.

Si durante las vacaciones de verano, tus plantas han pasado a mejor vida, es hora de sustituirlas por otras. Tu salón recobrará de nuevo ese aspecto acogedor que tanto te gusta. Elige variedades de interior resistentes a los cambios de temperatura, colócalas en un lugar cerca de la luz pero alejadas de las fuentes de calor. Coloca la maceta en una cesta decorativa, como ha hecho aquí la decoradora Elena Eyre. ¿Te has fijado en el cojín tipo étnico? Toma nota, porque este otoño van a arrasar.

Que la pisada sea agradable y cálida cuando las temperaturas bajan es fundamental para disfrutar de tu hogar. ¿Que no quieres quitar la de fibra? ¡No importa! Coloca sobre ella una alfombra de algodón y potenciarás la decoración otoñal. Pueden compartir tonalidades o diferentes gamas cromáticas, según busques un entorno más armonioso o en contraste. Aquí la interiorista Belén Ferrándiz eligió una de algodón en tonos marrones y de diseño geométrico, que siguen siendo tendencia.

Aunque las relacionamos con el calor, el sol y el verano, los complementos de fibras naturales también tienen cabida en la decoración otoñal. Todo es cuestión de quienes lo acompañen. La madera y los tonos anaranjados propios de la estación son el marco perfecto para que las fibras sigan siendo protagonistas.

Cierto que los complementos de fibras naturales, tan veraniegos, no desaparecen, pero cuando el frío llega, los tapizados ganan la partida. Puffs tapizados en terciopelo o pelo y cabeceros en lino tienen esa esencia otoñal que andas buscando.

Solo con forrar la pared de la entrada con madera lograrás que se vea vestido y mucho más cálido. Una opción perfecta para pisos pequeños, porque no ocupa espacio, y también para los que buscan un gran cambio con poca inversión.