El nuevo oro

La edad del cobre

Corre por nuestras venas, las monedas lo llevan y está en el esqueleto de nuestras casas. El cobre, siempre ha estado allí. Ahora ha dado un paso adelante para llenar con su brillo y sofisticación nuestra casa. Es su momento

Txell Huguet

Redactora de El Mueble especializada en decoración y orden

Actualizado a 22 de febrero de 2018, 13:30

Tan antiguo como las pirámides de Egipto, o incluso más, el cobre sigue pisando con fuerza en el ámbito del diseño aunque su uso tiene más años que Matusalén. Su nombre significa "De Chipre" y se lo pusieron los romanos porque esta isla del Mediterráneo era famosa por sus yacimientos de este metal tan usado en la antigüedad como en la era moderna.

Versátil no, lo siguiente

El cobre que es un metal de transición que ocupa el lugar 29 de la tabla periódica y su símbolo es Cu. Dúctil y maleable (se puede fundir, plegar, troquelar, pulir...), es un excelente conductor de la electricidad, un material 100% reciclable –pocos pueden decir lo mismo– y muuy duradero. Tiene propiedades antimicrobianas y está presente en instrumentos musicales, coches....

Y en decoración, su color rosado y su brillo apagado son capaces de poner un golpe de efecto a cualquier espacio. Es una tendencia que se ha ido dejando ver y ahora, sí que sí, está decidida a quedarse. Que tiemble el oro...

Una larga historia

El sistema monetario no sería lo mismo sin el cobre. Hoy en día se usa para la monedas de euros y para varios céntimos, pero fueron los romanos –quien sino ellos– los que lo empezaron a utilizar. Pero no pagaban con monedas, sino con toscas barras de bronce (que es una aleación de cobre y estaño). 1 vaca equivalía a 10 ovejas y a 100 libras de bronce. Cuanto ha llovido desde entonces.

Monumentos como el Partenón de Roma o la Estatua de la Libertad le deben al cobre que corre por sus venas parte de su belleza y longevidad. Lady Liberty fue construida con 350 secciones de lámina de cobre montadas sobre hierro. ¿Por qué lo eligieron? Quería un metal resistente que aguantara la larga travesía al nuevo mundo.

Y a nuestras casas llegó, primero, en forma de cazuelas, ollas, bandejas... por ser fácil del moldear y por su capacidad de retener el calor. Y, después, como tuberías, cables...La electricidad le dio una nueva vida y una chispa que no tiene visos de apagarse en breve...

Y se hizo la luz

Por eso no es de extrañar que sea en el diseño de lámparas donde su presencia esté más extendida en la actualidad. Como una gran mancha cobriza, los catálogos de muchas firmas de diseño se llenan de propuestas en cobre para dar un aire sofisticado, industrial o nórdico (en función del diseño) a la iluminación de las casas de los más osados.

El diseñador Tom Dixon fue de los primeros en ver las propiedades de conductividad y estéticas en este material con su modelo Copper, pero muchos han seguido su estela como el diseñador español Álvaro Catalán de Ocón y su modelo La Flaca (nada que ver con la canción). Otras lámparas de diseño en las que el metal rojo es protagonista es la Etta de Delightfull o la Balloons de Brokis.

¡Cobre a la vista!

Otro de los usos más extendidos del cobre es hacer todo tipo de piezas precisamente con eso, con tuberías. Mesa auxiliares, estanterías, revisteros, lámparas... Literalmente, de todo, es lo que se puede hacer con una sencilla tubería y un poco de maña. Basta con hacer una rápida búsqueda por Pinterest para empezar a desear tener una pieza especial de cobre... Si el resultado te parece una auténtica pasada pero no te ves dándole al soplete, firmas como Batlló Concept lo hacen por ti con auténticas obras de arte.

Lo del cobre es una auténtica marea roja que también tiñe objetos que no están hechos propiamente con este metal aunque su acabado imita su color y brillo. Desde lámparas (como no), pasando por todo tipo de objetos decorativos, como marcos, jarrones, portavelas...y hasta referencias de pintura, como la Chalk Paint Ancient Copper. Nada se le resiste.

Lo bueno, si breve...

Lo entendemos, después de leer todo esto y de pasearte por nuestra galería se ha despertado en ti la llama del cobre. Aunque ahora no te pases y llenes tu casa de objetos de cobre. Entre la sofisticación y el exceso hay una delgada línea roja que más vale no traspasar.

Como todo en esta vida, ¡moderación! Coloca la pieza que elijas, estratégicamente, dónde pueda ser admirada. Si puede ser cerca de una fuente de luz natural, mucho mejor, así su brillo y su magia harán el resto. Vintage, glamouroso, retro... ¿qué efecto buscas? Un objeto de cobre te lo dará. Otro consejo: si lo rodeas de colores neutros o de materiales como madera, mármol o ladrillo, todavía destacará más. Palabra de El Mueble.

Si te has quedado con ganas de ver más ideas y productos hechos con cobre, no te pierdas nuestra galería y apúntate al metal que más triunfa.

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