Inspírate con estas 20 ideas para cambiar el estilo de tu terraza este verano

Para poder disfrutar la terraza en verano, sobre todo si esta es muy soleada, es básico contar con un rincón de sombra. Aquí, por ejemplo, se ha habilitado una pérgola con un techo de cañizo de mimbre, que favorece la ventilación. Y aunque da sombra, no hace de pantalla total, cosa que se agradece durante la primavera y el otoño, cuando del sol aún no nos escondemos, sino al contrario, ¡lo buscamos!

En una terraza, sobre todo si es pequeña y no está a cielo abierto, las paredes cobran mucha importancia. Píntalas en blanco, como en esta planta baja, y multiplicarás la claridad de inmediato. 

En esta terraza parece que tengamos, literalmente, los pies en el agua. Y la clave está en la barandilla de cristal, que protege sin restar ni un ápice de visión, algo ideal si cuentas con unas vistas tan espectaculares como estas. Es más, parece desaparecer por completo prolongando la terraza sobre el mar.

Si cuentas con metros, ¡aprovéchalos! Y la mejor manera de hacerlo es dándole funciones, como aquí. Por un lado, se ha planificado el comedor de verano, cobijado por la pérgola, que a su vez delimita visualmente el espacio, y por otro el estar, que se ha dejado al descubierto. Para dar más intimidad al comedor, la pared del comedor se ha revestido con una trepadora. 

Si estás pensando en renovar los muebles de la terraza, los de fibras son un must, sobre todo si tu terraza está cubierta, como esta. Son muy confortables, visualmente cálidos y atemporales. Los de bambú tienen la gran ventaja de ser muy ligeros, por lo que al terminarse la temporada los puedes entrar fácilmente dentro para protegerlos. Y los sintéticos que imitan las fibras son un todoterreno y estéticamente están muy logrados. 

Las sillas colgantes se han convertido en objeto de deseo de las terrazas. ¿Y es que quién se resiste a ellas? Las puedes colgar directamente en el techo o bien puedes instalarla sobre un soporte. Y harán las delicias de peques y adultos, ya sea para mecerse a modo de columpio o para relajarse con su suave vaivén. 

Si estás cansado de ver el muro desnudo de tu terraza, plantéate vestirlo con trepadoras o enredaderas. Para las primeras necesitarás un soporte mediante el cual "trepen", mientras que para las segundas no es necesario, sino que ellas mismas tienen la capacidad de enredarse por la pared y ascender. Al elegirlas, valora si quieres que tenga hojas durante el año o prefieres que las pierda en otoño. 

Son un must en el exterior. Suman calidez y hacen de la terraza un espacio más acogedor. Además camuflan aquellos suelos que no nos acaban de gustar pero que no hemos podido cambiar, y hacen la pisada al pie desnudo más agradable, sobre todo si el suelo cerámico, que suele calentarse mucho por el sol. Una idea que queda espectacular es la de este comedor, donde se han superpuesto dos alfombras, una de fibras de base y, en la zona más expuesta a la suciedad, una de algodón con motivos geométricos, que es más fácil de lavar que la de fibras, más delicada. 

¿Eres un manitas? Inspírate en esta idea y convierte la terraza en un espacio más personal y singular. Aquí, desde la mesa de centro, que se ha equipado con ruedas para que sea más cómoda, hasta el gran sofá en "L" se han diseñado con palets, que dan un look un tanto bohemio que encaja a la perfección con esta atmósfera. Las colchonetas y los cojines convierten en confortable un rincón casi mágico. 

Es un complemento económico con el que transformarás por completo el look de tu terraza. Se verá más vestida y, si eliges unas telas vaporosas y ligeras, que tengan movimiento, darás un look relajado muy agradable. Además de vestir la terraza, te protegerán del sol, ganarás intimidad y, por la noche, puede servirte de mosquitera improvisada. 

Si no aprovechas la terraza como te gustaría porque te sientes demasiado expuesto a las miradas de los vecinos, ¿por qué no apuestas por un cerramiento de cañizo? Es una inversión super económica y ganarás intimidad en la terraza. Aquí, además, se ha prolongado a modo de techo ligero para dar un poco de sombra al estar de verano.

Cambiar las lámparas de exterior dará un look renovado a tu terraza, sobre todo si optas por diseños colgantes. En este sentido, dan muy buen rollo en el exterior las lámparas de fibras. Las voluminosas, casi desproporcionadas, y las de pelo o despeinadas, como la de la imagen, son tendencia.

Esta terraza demuestra el poder de las soluciones a medida. A pesar de ser pequeñita se ha optimizado al máximo gracias a un banco a medida en "L" que ofrece muchas plazas de asiento y, a la vez, sirve de chill out para tumbarse y echarse una buena siesta. Además, cuenta con espacio para guardar en el interior, muy práctico para recoger en un plis plas colchonetas y cojines. 

Si la tarima de exterior se ha deteriorado por la lluvia, el sol o el salitre, puedes devolverle su esplendor original puliéndola y pintándola de nuevo. En función del estado de la tarima, se precisa de profesionales que cuenten con las máquinas específicas, pero por poco más de 20 €/m² puedes estrenar tarima. 

Los textiles tienen un gran poder para transformar un espacio. Basta con cambiar las fundas de los cojines, las colchonetas de un banco o las galletas de las sillas para que la terraza parezca otra. Un consejo: al elegir los cojines y colchonetas de base apuesta por telas especiales para exterior, te durarán más y mejor. Y de colores claros: dan más sensación de frescor y no se calientan tanto como los oscuros.

Si te apasionan las plantas, dedícales su espacio en la terraza. Además de refrescar y dar color, si las colocas en el perímetro de la terraza ganarás intimidad. Si no quieres perder metros, a veces es mejor poner un árbol, como un limonero, un naranjo, un olivo o un granado, en una gran maceta, que llenarlo todo de plantas pequeñas.

Si tu terraza está en una planta baja es básico buscar soluciones que te garanticen intimidad. Una alternativa muy económica a los toldos convencionales la ofrecen las velas textiles, que son facilísimas de instalar –las puedes sujetar a las paredes o en una estructura– y dan un look más informal y relajado que un toldo. Y son de quita y pon, detalle importante, porque hoy en día instalar elementos fijos en una planta baja, como pérgolas, no está permitido. Todos los elementos deben poder desmontarse. 

Si cuentas con salida de agua en la terraza, no lo dudes: instala una ducha y disfruta de un verano más refrescante. Para preservar más y mejor la intimidad, puedes inspirarte en esta idea: el rincón de ducha se ha revestido con una estructura de madera y, para que fuera más agradable y no se desperdiciara ni una gota de agua, se ha vestido con plantas.

No pueden faltar en una terraza, sobre todo si quieres disfrutar durante la noche de una atmósfera íntima y mágica. Hay guirnaldas de luz especiales para el exterior que ofrecen una luz de ambiente muy cálida y tenue, ideal para las sobremesas y las largas tertulias de una noche de verano. Puedes completarlas con velas y antorchas. 

Si al llegar el verano trasladas el comedor al exterior y solo comes dentro cuando llueve, no lo dudes: merece la pena invertir en una cocina de exterior. Basta con una encimera con una pica y completarla con una barbacoa. Las más económicas son las de superficie. Si prefieres una de obra, las hay prefabricadas de ladrillo por menos de 300 €.