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1.

Abierto al exterior

00530382 Salón blanco con chimenea y espejo

Para tener un salón luminoso es necesario una buena orientación y amplios ventanales. Ana Blanco y Fran Mengíbar, los arquitectos propietarios de este ático, crearon balconeras a ambos lados del salón que comunican con las dos terrazas. Así, duplicaban las ventanas ya existentes y permitían que la luz circulara a placer. Una deco en blanco y el truco del espejo, también ayudan.

Sofás hechos a medida. Butaca, de Gervasoni, en La Maison. Mesa de centro, en Natura Casa. Mueble bajo, de Ikea. Lámpara cesta, de Santa & Cole. Alfombra, en La Maison. 

 

2.

Blanco y madera

045 DSC4195/ 510272

Si quieres captar toda la luz natural en tu salón, apuesta por el blanco en paredes y techo y piezas de madera en la deco. Así lo ha hecho la interiorista Marta Tobella en su luminoso salón abierto a la piscina. ¡Todo un acierto!

Sofá, chaise longue, butacas, mesa de centro y alfombra, de Sacum.

 

3.

Un salón total white

00530309 Salón luminoso con chimenea y cuadros

Si tu sofá es de color, vístelo con fundas blancas de lino y lograrás captar más luz en el salón. Es lo que ha hecho con éxito la interiorista Katy Linder en este de la imagen. Además, ha realzado su deco pintando de blanco las paredes, el techo, la chimenea y el mueble sobre ella que oculta la televisión. 

Sofás y fundas, de Ikea. Butaca, de Atemporal. Mesa de centro y alfombra, en Sacum. Banqueta, de Filocolore. Lámpara de pie dorada, de Little House. Mesa auxiliar, de Ethnicraft, en La Maison.

 

4.

Los textiles mandan

00530254 salón luminoso con butacas azules

Cuantas más ventanas tenga el salón, más luminoso será... pero, a veces, no es suficiente. Este de la imagen cuenta con dos en paredes contiguas que duplican la luz natural. Y, gracias al trabajo de la estilista Sol Van Dorssen, se han retapizado los sofás en blanco, colocado cortinas en beis y dispuesto cojines en tonos amarillos, todo con un único fin: ¡atrapar la luz!

Sofás retapizados con lino Beret, de Gancedo. Mesa de centro y mesa auxiliar de teca, de India & Pacific. Alfombra, de KP, en Piccolo Mondo. Butacas azules y lámparas de pie y sobremesa, en Catalina House.

 

5.

Vistas panorámicas

00527427 salón con vistas panorámicas al mar

Con una casa que mira al mar ¡sería un pecado no disfrutar del paisaje! En esta se abrieron grandes ventanales para que el salón ganará en luz y, por supuesto, en vistas. La interiorista Cristina del Valle eligió el blanco para su decoración y unas mesas con toques dorados que "pescan" la luz y no la sueltan. 

Sofá Chester tapizado con tela de Jab. Sofás blancos tapizados con lino de yutes. Puf tapizado con tela de Nina Campbell y mesas de centro, todo en el Estudio del Pino del Valle. Alfombra, de KP. Lámpara, de Brucs.

 

6.

En clave neutra

00526403 Salón luminoso con butacas

Para que un salón sea luminoso, la base ha de ser neutra. El sofá, blanco y la madera, clara. La interiorista Blanca Tey, además de poner en marcha estos trucos infalibles, ha añadido piezas de fibra en este salón abierto al jardín.

Sofa realizado a medida, según diseño de la interiorista,y tapizado con tela de Gancedo. Mesa de centro, realizada a medida. Butaca y cojines, de La Bòbila. Pufs de mimbre, de Catalina House. Lámpara blanca, de India & Pacific.

 

7.

Un bajo lleno de luz

00526325 salón con sofás grises, ventanal y cuadro

¿Puedo poner el sofá del salón en gris? Sí, siempre y cuando no sea muy oscuro. El gris, al ser neutro, también capta la luz. Asun Antó así lo ha hecho en este luminoso salón —a pesar de ser una planta baja— y ha elegido las butacas en beis, otro neutro. ¿Tienes un mueble justo frente a la ventana? Píntalo de blanco. Esta estantería engulle toda la luz que entra por la puerta acristalada que lleva al jardín. 

Sofás y mesa de centro, de Coton et Bois. Cuadro, de Blanca Casas.

 

8.

¡Qué corra el aire! (y la luz)

00526170 Salón con sofás blancos y ventanales

Otro buen ejemplo de salón luminoso a pie de jardín es este decorado por Camilla Falconer y Emma Longmore, de Interior Facelift. Dos de sus paredes son cerramientos acristalados con lo que la luz se pasea a sus anchas por la estancia. Para su decoración se ha optado de nuevo por el blanco, la madera clara y la fibra.

Sofá, de Stand del Mueble. Cojines y plaid, de La Mallorquina Rialto Living. 

9.

Un salón que ganó claridad

00524668 Salón blanco con estantería y chimenea

Este salón ubicado al fondo de la estancia podría ser oscuro pero no lo es. Y todo gracias a toda la pared acristalada que tiene enfrente. La interiorista Marta Prats amplió los ventanales cuando reformó esta vivienda para dotarle de mayor luminosidad y optó por decorarla en tonos neutros ¡hasta el cuadro! 

Sofás, de Miki Beumala. Mesa de centro, de Carlos Santiago. Librería, diseño de la decoradora y realizada por Fustería Catot. Butaca, en Coco-Mat.

 

10.

Sin interferencias

00522704 Salón blanco con mesa de centro madera

Este sofá esquinero blanco ubicado bajo la ventana llenó de luminosidad la zona de estar. La interiorista Begoña Susaeta eligió un modelo de respaldo bajo para no obstaculizar la entrada de luz. Aprovechó los techos altos para realizar una cuadrícula de falso techo en Pladur y remató con unos panelados en paredes en olmo blanco para que este bajo oscuro ganara en claridad. ¡Prueba superada!

Sofá, de Sube Interiorismo, en Tapicería Deco Lur. Mesa de centro, de Ethnicraft. Alfombra de lana, de KP. Lámpara de pie TMM de Santa & Cole, en Susaeta Iluminación. Mesa auxiliar, en Bazar Decoración. 

 

 

11.

Un amplio ventanal bien aprovechado

00522625 Salón con sofás azules y ventanales

Una vivienda con orientación sur es un tesoro porque es la que más luz y sol recibe durante todo el año. Si tu salón tiene el privilegio de tenerla, sácale partido colocando grandes ventanales. Así lo hicieron en esta Asun Antó y Clara Infiesta. Dispusieron un banco mirador bajo las ventanas y al ganar tanta luminosidad se permitieron el lujo de elegir sofás oscuros.

Sofás de terciopelo, librería, mesa de centro y alfombra, en Coton et Bois. Butaca, de Ofelia Home Decor.

 

12.

Luz mediterránea

00522487 Salón blanco con cortinas y lámpara de pie

Dos grandes puertas acristaladas en paredes contiguas comunican este salón con el jardín invadiéndolo de luz. El sofá rinconero se ha dispuesto de espaldas a los cerramientos de hierro; así se evita que el sol incida directamente en los ojos. La interiorista Olivia Reina ha dejado las vigas del techo naturales en armonía con la alfombra de fibra y las piezas de madera. 

Sofá Protos, de Cármenes. Butaca, de Mobles 114, en Stand del Mueble. Mesa de centro, de Mestre Paco. Cortinas, de Lluís Decor. Lámpara de pie Cala, de Marset, en Stand del Mueble. Mesa auxiliar, de Con Alma Design. Alfombra, de Nani Marquina, en Stand del Mueble. Puf de ratán, en Calma House. 

 

13.

Di adiós a los tabiques

00521120 Salón con sofá blanco en L, ventanal y librería

Integrar estancias es un excelente truco para que la luz circule con libertad y llegue a lugares menos luminosos. Es lo que ha hecho en esta vivienda la interiorista Bárbara Sindreu donde el salón comparte espacio con el comedor y la cocina. El sofá, los estores, las mesas y ¡hasta la estantería! se rinden al blanco para atrapar la luz.

Sofá, diseño de Bárbara Sindreu, realizados por Miki Beumala y tapizado con tela de Güell- La Madrid. Butaca, de Coton et Bois. Mesa auxiliar, de Little House. Mesa de centro, diseño de la decoradora. Alfombra, de Matèria. 

14.

¿Una pared de color?

00519696 Salón comedor con pared pintada en verde

Un salón súper luminoso te permite ciertos caprichos impensables si no lo fuera; por ejemplo, pintarlo en un color oscuro. En este de la imagen, la decoradora Laura Ehlis ha lacado una de sus paredes en un verde musgo, que además sirve para delimitar el comedor del salón. ¡Y no pasa nada!

Sofás, de India & Pacific. Mesa de centro y auxiliar, diseños de la decoradora. Puf, de Coco-Mat. Lámparas del comedor, en Nordic Nest.

 

15.

Juego de matices

00518456 Salón con sofás blancos enfrentados y alfombra fibra

El blanco hace maravillas con la luz pero si te echa para atrás ver tu salón tan aséptico, siempre puedes optar por distintos tipos de blancos: puro, hueso, roto, marfil, perla... Es lo que ha hecho en este salón la interiorista Mónica Garrido: al blanco puro de paredes y techo ha sumado un blanco roto en los sofás y uno crema en las cortinas. ¿El resultado? Un salón que gana en amplitud, luz y matices.

 

16.

Con toques rosados

00513088 Salón con sofás blancos, butaca rosa y mesa de centro madera compacta

De nuevo una pared acristalada es la responsable de este salón luminoso. En lugar de un cerramiento corredero, el interiorista Rubén de Matea ha optado por una ventana fija más una puerta de doble hoja que comunican con el jardín. El resultado es el mismo: destellos de luz que captan los sofás blancos, la madera y la butaca en un rosa empolvado.

Sofás, mesa de centro, butaca, alfombra y cuadro, de Decolab.

 

17.

Atardeceres de lujo

00511572 salón con chimenea y vistas al jardín

Si tu casa de campo tiene unas vistas tan espectulares como estas, intégralas en tu salón. ¿Cómo? La interiorista Carla Catalán colocó unos ventanales amplios por los que se puede acceder al exterior. Entre medias de ellos dispuso la chimenea que descansa sobre un escalón. Este se extiende de lado a lado, a modo de repisa o banco mirador. ¡Así se pueden disfrutar los cambios de luz las 24 horas del día!

Sofá, mesa de centro y lámpara con pie de madera, de Alto Interiorismo. Butaca, de Crearte. Lámpara de pie, de Marset. Alfombra, de BSB. 

 

18.

Perfilería imperceptible

00508676 Salón con espejo y ventanal sin perfilería

Te costará saber si estás dentro o fuera si dispones en tu salón de un gran ventanal con perfilería fina, como la que ha instalado aquí la interiorista Mireia Pla. Fíjate cómo se mimetiza con la pared blanca y transforma las vistas en panorámicas. Si a ello le sumas un sofá en blanco roto y un espejo sobre él que refleje la luz, esta se multiplicará por arte de magia.

Sofá de obra. Mesa de centro, de Mercantic. Alfombra y pufs, de MIV Interiores.

 

19.

Espíritu mediterráneo

El tándem blanco y azul también funciona estupendamente en salones luminosos. Prueba de ello es este salón marinero con techo de toba y vistas a la costa.

Fundas de sofás, butacas y cojines, de Lexington. Alfombra y lámparas de sobremesa, de Sacum. Mesa nido, de Maisons du Monde. Tras la estantería, papel pintado que imita el mimbre.

 

20.

La temperatura óptima

Cuando un salón recibe mucha luz natural, lo ideal es templar su interior con los tonos adecuados, como ha ocurrido en este salón neutro con toques de madera.

Sofás y puf, de Cuirs. Mesa de centro, de Sacum. Lámparas, de Coton et Bois. Alfombra, de Gra y escritorio, de Sacum. 

 

21.

Luz de montaña

La luminosidad que ofrece la Naturaleza es única y aquí se ve reflejada en telas de lino y piezas de fibras naturales, como alfombras, cestas y pufs.

Sofá beis y butaca de lino, de Sosters Studio con telas de La Maison. Cojines, lámpara de pie y alfombra, de Élitis, en La Maison. Pufs blancos, en Calma House. Mesa de centro, de Sosters Studio y cesta, en Catalina Blue.

 

22.

Claridad aún con ventanas pequeñas

Este salón resulta luminoso a pesar de no contar con grandes ventanales. Los tonos y materiales empleados en su decoración son los responsables.

Sofá tapizado con tela de Güell-Lamadrid. Mesa auxiliar de hierro, de Becara. Mesa de comedor y aparador, de Estudio Restauración. Lámpara de techo, en Azul Tierra y alfombra, de Ikea.

 

23.

Detalles metalizados

Los toques dorados son muy adecuados en salones llenos de luz. En este, la chapa dorada cobrizo que reviste la chimenea es todo un amplificador de luminosidad.

Mesas de centro, en Coco-Mat y alfombra, en Gra. 

 

24.

Estores blancos

Son los que mejor dejan pasar la claridad, sin perder privacidad. Por eso, en este salón se han vestido las ventanas con este tipo de cortinas.

Mesa de centro, pufs, alfombra y lámpara de pie, de Kenay Home. Espejo de Taimo. Mesa auxiliar redonda, en La Maison y lámpara flexo, en Avanluce. 

 

25.

La mar de fresco

El azul es un color que refresca cualquier espacio y en sus tonos más claros resulta luminoso. Para contrarrestar la nota fría de este color, la decoradora Júlia Casals eligió muebles y accesorios de madera y fibra que suman calidez.

Sofá, de Mobles Montané tapizado con tela de Güell Lamadrid. Mesas de centro, en La Maison. Alfombra de Ikea. Lámpara de pie, de Cottage Little House, mesa y banco, de Ikea.

 

26.

O Sole mio!

Cuando los rayos de sol entran por este salón, parece cobrar vida. Y todo gracias a sus grandes ventanales y a los tonos neutros empleados en su decoración.

Sofá modular Vallentuna, de Ikea. Mesas de centro, de Zara Home. Mesas auxiliares Lucas, y aparador Alma, todo de Brucs, en Sacum. También de Sacum, la mesa velador y la lámpara de sobremesa. Alfombra, de B&B y cortinas, de Zara Home. 

 

27.

Separaciones de cristal

Los cerramientos acristalados dejan pasar la luz a sus anchas, sin fronteras. Es lo que ocurre en este salón, que comunica visualmente con la cocina.

Sofás tapizados con telas de Güell-Lamadrid. 

 

28.

Con salida directa al jardín

¿Puede ser más bonito y luminoso? Este salón interior tiene su réplica en el exterior con los mismos elementos decorativos, acordes a su ubicación. Cara y cruz. 

Mesa de centro antigua, en Merc&Cia. Lámpara de techo, de Ay Iluminate y sofá de ratán en el porche, de Maisons du Monde.

 

29.

El poder del cristal y los tonos crema

Más potenciadores de la luz natural. Por un lado, la mesa de centro de cristal no ocupa visualmente, refleja la luz y la deja fluir. Por otro, los tonos crema y pastel de la decoración dan un aspecto dulce y luminoso al salón. 

30.

Échale mostaza

Los tonos amarillos ayudan a dar más luminosidad a los interiores. En este salón, los pufs y detalles decorativos en color mostaza se unen a la calidez de la madera, la claridad de blancos y beis y la frescura del verde. 

31.

In & out

Interior y exterior se funden en este salón lleno de luz y belleza. Con las puertas abiertas, el comedor se convierte en una prolongación de la sala de estar.

Sofá, de Maisons du Monde. Alfombra, de Gra. Butaca y mesas de centro, de Sacum. 

 

32.

Conecta espacios

Si tu salón no es especialmente luminoso o grande, apunta este truco: conéctalo con la estancia contigua, mediante un ventanal de obra y cuarterones como este. Este tabique acristalado le dará otra dimensión. 

33.

Fresco y veraniego

Este salón resulta muy luminoso gracias a sus grandes ventanales, que no se han vestido para sacar el máximo partido a la luz y las vistas. El dúo blanco y azul crea una atmósfera muy fresca y veraniega.

Sofá rinconero con tapicería de lino, en Magazin. Mesa de centro con sobre de cristal, en Ksar. Alfombra y lámpara de techo, adquiridas en Marruecos. Silla azul, adquirida en Inglaterra. Pavimento, de microcemento.

 

34.

Una ventana al paisaje

Este salón pequeño goza de la magia de un gran ventanal con cuarterones, tan decorativo por sí solo que no necesita cortinas ni estores. 

Sofá y puf, similares en Tapicería Caponata. Velador antiguo, en Mavi Lizán.

 

35.

Sobre un lienzo blanco

El suelo, las paredes, el techo, e incluso, las cortinas se visten de blanco buscando la claridad. Y solo los sofás rompen la monotonía cromática con un delicioso tono frambuesa.

Mesa de centro, de Casa y Campo. Butaca de piel, de Poltrona Frau y lámparas de Foscarini, todo en La Oca. Buró antiguo de madera, de herencia familiar. Cortinas de algodón, en Gancedo. Pared y techo pintados con pintura plástica blanca, y pavimento pintado con pintura de poliuretano, en Leroy Merlin.

 

36.

Una ventana a la terraza

Un amplio ventanal preside este salón urbano y le proporciona luz y alegría gracias a una decoración con toques de color. 

Sofá, de Miguel del Monte. Mesa de centro, de madera y hierro, de Adelaya, en Oficios de Ayer. Consola, lámpara de sobremesa y mesa auxiliar cubo espejo, de Plumanac. Alfombra, de KP. Cortinas, de Casa & Jardín.

 

37.

Un mirador al paisaje

En un enclave privilegiado, este salón se ha distribuido a modo de mirador, con un gran sofá y una mesa de centro alargada, para disfrutar de la luz y las vistas.

​Sofá y pufs modelo Gray, de BPA International, en Smon Barcelona. Mesa de centro de madera tropical Infurn. Sillón Howard, de Rialto Living. Lámparas de pie, de Beach House. Mesa auxiliar, en Midnight Blue.

Sofá y pufs modelo Gray, de BPA International, en Smon Barcelona. Mesa de centro de madera tropical, de Infurn. Sillón Howard, de Rialto Living. Lámparas de pie de Beach House. Mesa auxiliar, en Midnight Blue.

38.

Como en un invernadero

 ¿A que este luminoso salón con techo abuhardillado te recuerda a un invernadero? Sus paredes acristaladas dejan que la luz circule sin apenas obstáculos.

Sofás Ektorp, de Ikea. Mesa de centro de hierro, en El Chinero. Mesa auxiliar adquirida en el rastrillo de Becara. Cuadros de punto de cruz comprados en El Rastro. Alfombra de fibra de esparto trenzado, en Becara.

 

39.

Rústico con encanto

En este salón la luz entra a través de los arcos de la fachada. Para potenciarla se han pintando las vigas del techo en un blanco roto, y se ha elegido la alfombra en el mismo tono. 

Sofá, de Línea Barcelona. Butaca de lino y lámpara de pie, de India & Pacific. Alfombra Dhurry de la India, en Gra. Mesa de centro, similar en India & Pacific.

 

40.

Tiene buen color

Para aprovechar al máximo la luz sin perder calidez se eligió un color arena claro para las paredes, y el blanco puro se reservó para el techo.

Sofá y mesa auxiliar de madera, de India & Pacific. Mesa de centro, de Cottage Little House. Banco-baúl, de Sacum. Butacas, de Isa de Luca. Alfombra, de B&B Collection.

 

 

41.

Madera clara y blanco

Es la combinación perfecta para conseguir multiplicar la iluminación y al mismo tiempo crear una atmósfera cálida y acogedora.

Mesita auxiliar antigua, de Carina Casanovas. Sofás, mesita de centro y consola diseñados por la decoradora Maria Lladó. Moqueta de lana, en Comercial Moquetas.

 

42.

Efecto espejo

¡Este salón es muy listo! Al colocar un espejo sobre la chimenea, se consigue multiplicar la luz gracias a su reflejo. ¡Haz la prueba!

Lámpara de sobremesa, de Ikea. Mesa de centro, auxiliar y lámpara de pie, de Cottage Little House. Chimenea de Mavi Lizán. Espejo, de Maisons du Monde. Alfombra, de Filocolore y cortinas, de Habitat.

 

43.

Blanco y turquesa

Los tonos neutros y claros, como el blanco, el beis y el gris, ayudan a reforzar la luz, y los puntos de color en turquesa suman una nota fresca, elegante y sofisticada. 

Sofá, puf, mesa de centro y librería del estudio del decorador Jean-Pierre Martel. Mesa auxiliar y lámpara de sobremesa, de La Casa de la Abuela.

 

44.

Ventanas en L

Para aprovechar al máximo la luz se eligió un sofá rinconero con respaldo bajo que no obstaculiza su paso. Los estores permiten preservar la intimidad cuando se necesite, sin renunciar a la luz.

Sofá tapizado con tela de Güell-Lamadrid. Mesa de centro, auxiliar y cortinas, del estudio de Bárbara Sindreu. Butacas, de India & Pacific. Lámpara, en Cado y alfombra, en Basarabian.

 

45.

Bienvenida al blanco

En esta antigua casa el techo era de madera y las ventanas no muy amplias, así que pintaron las paredes y la carpintería de blanco para aprovechar la luz. El espejo y los detalles de cristal también ayudan con sus reflejos. 

Sofá, butaca y reposapiés de ratán, en Becara. Espejo, en El Trastero de Macarena.

 

 

46.

Techo inclinado

¿Quién dijo reto? Este salón se ha situado bajo el techo inclinado, lo más cerca posible de las ventanas de techo pero justo en el límite en el que la altura permite el paso cómodamente. Las zonas más bajas se han aprovechado para colocar estanterías.

Sofá y puf, de Arflex, en BD Barcelona Design. Mesa de centro, de Lares Decoración y baúl, de Becara.

 

47.

Bañado por la luz

La distribución de este salón depende totalmente de sus vistas. Sentados frente al mar, parece que estás en primera línea de playa.

Sofás, mesa de centro, butacas, mesas auxiliares y alfombra, todo de Cassai. 

sofás, la mesa de centro, las butacas, mesas auxiliares y alfombra, todo de Cassai. 

48.

Tonos que favorecen la claridad

Este salón presenta una gama cromática que va totalmente a favor de la luz, potenciándola. Buena prueba de que apostar por tonos neutros y pastel es un éxito.

Sofás, diseño de Meritxell Ribé. Butacas, mesa auxiliar de madera de roble y lámpara de sobremesa, todo de Matèria. Alfombra, en BSB y suelo de parquet de roble natural, de Winco en Studio parquet.  

49.

El dúo dinámico

Blanco y beis hacen un buen equipo en aquellos salones en los que se pretende potenciar la luz. Y para muestra, este botón.

Sofás de Gervasoni, en 555Project, y alfombra de Ikea. 

 

50.

Potencia la claridad con verde

Es un tono que lleva la naturaleza al salón como ningún otro. Combinado con beis y la dualidad del blanco y negro, queda un mix la mar de natural y luminoso.

Sofá, mesa y puf de Kenay Home. 

51.

Armonía en el ambiente

Será por los tonos crudos de su decoración, la madera clara, la gran ventana al jardín o las tres cosas a la vez, pero este salón emana luz y armonía.

Sofás de lino, de Ascensión Latorre. Mesa de centro de teca, mesitas nido y taburete, todo de Batavia. Butaca y espejo, en El Globo y alfombra de KP. 

52.

Con el mar de fondo

Este salón no puede tener mejor luz, la que se refleja en el mar de sus vistas. Y si es excesiva, ahí están las cortinas para tamizarla.

Sofás Ghost de Gervasoni. Silla, en Mercader de Venecia. Mesa de centro, de India & Pacific. Alfombra, de Azul Tierra. Cortinas, de Ferrer & Ponce con tela Litoral 03, de Yutes. 

 

53.

Cálido y muy luminoso

Este salón resulta cálido por la mezcla de estilos bien coordinados. Gracias a ellos, dan otro tono a la luz blanca que entra por los balcones.

Sofás, mesa de centro, pufs y cortinas de Coton et Bois.

 

54.

Siempre es primavera en este salón

La luminosidad que se cuela a través del jardín no es la única. Beis, gris, blanco y detalles metalizados hacen que este salón brille con luz propia. 

Sofá, de Miki Beumala. Lámpara, de La Maison. Mesa de centro, de De-goma. Mesa y butacas, de mimbre del jardín, de Sacum. 

 

55.

¡Que pase la luz!

En este salón todo favorece a que la luz fluya: espejos, ventanas, puertas de cristal, mobiliario ligero...

Sofás, de Tapicería Veroe, con loneta Nobilis. Butacas, mesas de centro y auxiliar, lámpara flexo y alfombra, de La Nave Home. 

 

56.

El mejor telón de fondo

Este salón tan luminoso cuenta con el mejor cuadro posible tras el sofá: el paisaje natural de su entorno montañés. Los dos troncos, a modo de mesas de centro, refuerzan su encanto rústico, con toques modernos. 

57.

Del lado de la luz

Este salón comedor con techo con vigas de madera posee un lateral abierto al paisaje y a la luz que ilumina por completo ambas estancias. Un espejo situado de manera estratégica la enfatiza.

Sofás, diseño de Jeanette Trensig, con terciopelo Velvet de Les Créations de La Maison. Mesa de centro kn90, de Hanbel. Cortinas con tela Luxemburg de Les créations de La Maison y mesa auxiliar, en Cado. Lámpara de sobremesa, de Becara.

 

58.

Techos altos y paredes de cristal

El binomio perfecto si quieres que tu salón esté bañado por la luz, como en este caso. Las vistas al campo, su chimenea exenta que cae del techo y su decoración cálida hacen el resto. 

59.

Pequeño pero muy luminoso

Este salón no destaca por su enormes dimensiones, en cambio se le ha sacado todo el partido gracias a la madera clara, las cortinas vaporosas y una decoración cálida y medida. 

60.

¿Es un cuadro?

No, es una ventana. Pero enmarca el paisaje como si este fuera un lienzo que cuelga tras el sofá Chester de cuero, llenando el salón de luz. Disfrutar de esta luminosidad y vistas frente a la chimenea es un auténtico lujo. 

61.

Efecto invernadero

Este salón cuenta con entradas de luz por casi todos sus lados. Si encima apuestas por una decoración neutra a base de blancos y crudos, la claridad es total. 

62.

Más claro, el agua

Así podría definirse este salón con chimenea de obra y puerta de acceso al jardín. Esta dispuesta en chaflán, inunda la estancia de luz. 

Mesas de centro con sobre de madera y patas de hierro, de Artisan. Sofá y puf tapizado con pana, de Roche Bobois. Chaise longue tapizada con loneta, en Tapicerías Mejías. Estores, de Ceveco. Alfombra de lana, de KP. Librería de obra, mesa velador y lámpara de sobremesa, de La Casa de la Abuela.

 

 

63.

En tonos pastel

La claridad entra con fuerza por el gran ventanal con carpintería pintada de verde. Y se aviva con los colores pastel que priman en su decoración. Rosas y verde mint hacen de este salón una estancia muy luminosa. 

64.

El patio de mi casa

Además de particular, este patio es el responsable de que el salón esté lleno de luz y calidez. Y todo gracias a las puertas plegables y acristaladas que los comunican. 

Sofá y mesa de centro, en Maisons du monde. Butaca y mantel, en India & Pacific. Alfombra, en Francisco Cumellas y pavimento de madera de roble decapado. Sillas de roble, en Velafusta. 

 

 

65.

Pintura blanca y suelo de roble

Estos tipos de revestimientos para paredes y suelos, respectivamente, suelen funcionar a la perfección en salones luminosos como este. Son la mejor segunda piel, si se quiere lograr luminosidad. 

66.

¡Estas rodeado!

Este salón está envuelto por ventanas por las que se cuelan vistas y luz. ¡Pura gozada! Además su decoración, a base de grises y tonos neutros — que no aburridos— hace que la sensación de claridad sea espléndida. 

67.

¡Qué encanto!

Los secretos para que este salón resulte tan luminoso son unos cuantos: base blanca, viga decapada, accesorios de mimbre, flores blancas en jarrón de cristal, distribución del mobiliario hacia la luz... ¡Y mucho encanto!

68.

Techos infinitos

Sin duda, los techos altos son un buen aliado de la luminosidad. Si a esto le unes un enorme ventanal con screens de tela en blanco total, banco con mullidos cojines y toques de color... ¡El resultado salta a la vista! 

Estos salones tienen un denominador común: mucha, muchísima luz. Y aunque la buena orientación es una de las claves para que disfruten de ella, no queremos quitarles mérito porque han sabido aprovechar al máximo esta iluminación natural. Le han dejado paso eliminando barreras, han buscado los colores que la ayudan a lucirse mejor y, junto con una cuidada decoración, juntos han logrado convertirse en esos espacios en los que apetece estar (y de los que cuesta irse). Así es como han sacado partido a la luz.

¡Abran paso a la luz!

Dichos populares como “donde entra sol, no entra doctor” ponen de manifiesto que el sol es fuente de salud. La luz del sol fortalece el sistema inmunitario, permite sintetizar vitamina D, ayuda a mantener los huesos en plena forma, sube el ánimo, potencia el optimismo, y previene la apatía y la depresión.

Por ello y para potenciar la salud, se aconseja diseñar la distribución del salón en función de las entradas de luz natural al máximo de espacio. Conviene prever las zonas más cercanas a los ventanales donde ubicar el sofá y las butacas, para aprovechar al máximo la luz natural durante el día, y distribuir adecuadamente los muebles —como estanterías y alacenas— de modo que permitan el paso de la luz a toda la estancia.

Que el color juegue a tu favor

A través del color de las paredes, del techo y de los complementos, se puede potenciar la luminosidad: el blanco, el amarillo o los colores muy claros son excelentes apuestas para salones con poca luz natural, como es el caso de aquellos que están orientados al Norte.

Viste tus ventanas

Vestir las ventanas con tejidos livianos que tamicen la luz, pero que no impidan su entrada, es la mejor opción para gozar de luz natural. ¿Qué te permitirá cada tipo de cortina?

  • Visillos. Son claves en un salón fresco por su transparencia y ligereza.
  • Caídas. Visten más la ventana, enriquecen el salón y no tienen por qué restar luz. Para ello, elígelas en linos o algodones.
  • Lamas. El encanto de las cortinas venecianas radica en su versatilidad. Proporcionan un preciso control de la entrada de luz con el simple giro de una varilla.
  • Panel japonés. Ideal para grandes ventanales. Son paneles de tela que se deslizan fácil y silenciosamente por rieles en el techo, dejando la ventana al descubierto.