ESCUELA DE COLOR
Actualizado a 28 de junio de 2022, 13:46
El salón es el espacio de casa donde pasamos más tiempo, ya sea en familia, con los amigos, disfrutando de un buen libro o de una película. O, sencillamente, abandonándonos al placer del dolce far niente. Es un lugar en el que, por encima de todo, queremos sentirnos a gusto.
Por eso es importante decorarlo y renovarlo con pequeños detalles que transmitan alegría y optimismo. Y nada lo consigue mejor que unas notas de color. Y lo hacen en tiempo récord. ¿Pero cuáles son los mejores colores para salones? ¿Y cómo añadirlos? Estos 45 salones destacan por tener todos ellos pinceladas o incluso grandes trazos, de una gran variedad de colores.
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Apostar por un color más atrevido en una pared del salón, como se ha hecho aquí, siempre suma personalidad a cualquier espacio y es una oportunidad para arriesgar un poco en la decoración. En este caso se ha optado por el color Gris Denim Ultra Resist de Bruguer, que llena de sofisticación el estar. Además, su intensidad destaca aún más los muebles de madera clara.
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Reservar el color para los textiles y los complementos es siempre un acierto, porque si te cansas es fácil de renovar. En este caso, la decoradora Ajanta Velasco proyectó un salón en blanco y para romper con el total look optó por una alfombra de pelo largo de color rosa, que da alegría y personalidad.
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En este salón se ha apostado por pintar las paredes de color verde. La gran luz natural y la combinación con el naranja y blanco es clave para que este color no invada y eclipse la decoración, al contrario, transforma totalmente el salón.
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En este salón decorado por el interiorista Rubén de Matea, el toque de color se ha reservado para el gran cuadro que preside la pared del estar. Un cuadro que se hizo ex profeso para este salón y en base al cual se eligieron los complementos textiles, como los cojines del sofá.
Sofás, mesa de centro, butaca, alfombra y cuadro hecho a medida por Decolab.
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Este salón proyectado por la decoradora Begoña Susaeta se ha planificado en blanco, para multiplicar su luminosidad, y se ha hecho un uso muy decorativo del color. En cortinas y tapicerías se ha jugado con el rojo y un azul grisáceo, creando un salón atemporal pero a la vez moderno y personal.
Sofás y butaca diseño de Sube Interiorismo hechos a medida en Deco Lur.
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La decoradora Bárbara Sindreu apostó por una unidad de neutros en el salón, pero para que no quedara demasiado soso, se reservó un as en la manga: pintó de negro todo el tiro de la chimenea, que ocupa una posición central en el espacio. Solo con este toque de color el salón se ve más elegante y personal.
Sofá de Gems Barcelona. Butacas de Taller de las Indias. Mesas de Coco-Mat.
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Los textiles son los grandes aliados para colorear el salón. Aquí, donde se impone una base neutra, se ha jugado con los cojines y los plaids para dar color, dinamismo al espacio y sumar una nota de tendencia, con los tan de moda mostaza y verde caqui.
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El rosa puede ser delicado y romántico y también poderoso. El amplio espectro de este color hace que decorar con él tenga numerosas posibilidades. Aquí está el resultado de cómo con las (justas) pinceladas de fucsia este salón gana fuerza y personalidad.
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La decoradora Begoña Susaeta apostó por el blanco como base de este salón y usó el color para crear un poco de contraste y hacer más rica la decoración. Así, pintó la librería de este azul verdoso, que trasladó también a uno de los sofás. Y si te cansas, ¡siempre puedes repintar la librería!
Sofás de Sube Interiorismo y tapicería Deco Lur Sofá. Librería de DM lacada a medida.
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En este salón proyectado por el decorador Pepe Llaudet, la librería es la gran protagonista del espacio, abarcando de pared a pared. Para darle un plus decorativo, el decorador pintó la trasera de uno de los módulos de color azul, integrando incluso el radiador.
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En este salón de esencia clásica, la arquitecta Sylvia Preslar ha usado el color para destacar una pieza especial, como es el sofá antiguo restaurado y retapizado en terciopelo de un llamativo color mostaza.
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Cuando cuentas con los metros y la luz de este salón, atreverse con una nota de color es todo un acierto. Aquí, la decoradora Asun Antó optó por un blanco cálido como base y se alió con el azul, en los sofás de terciopelo, plaids y cojines del banco, para dar contraste y carácter.
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Las reinas de este salón son, sin duda, las dos butacas retro que cierran el estar. Más allá de su diseño está su color, un rosa blush muy de moda que colorea el salón sin temor a cansarse. La decoradora Lucía Mariñas llevó ese mismo rosa a algunos de los cojines decorativos.
Sofá y mesa de centro de Lucía Mariñas Interiorismo. Butacas de Westwing Now.
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En este salón, decorado por Camilla Falconer de Interior Facelift, el color se reservó para las ventanas, que se pintaron con el original color Down Pipe de la firma Farrow and Ball que es maravillosamente versátil, ya que a veces parece un gris verde y otras un gris azul, según la luz.
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La decoradora Pia Capdevila reservó el color de este salón para los estores y cortinas. Sobre una base blanca que se impone en todo el espacio, destaca el gris del estor, que rompe con tanto blanco y da un punto de tendencia a un espacio decorado con una vocación atemporal. Y es que las cortinas para el salón son un elemento más con el que jugar para colorear esta estancia.
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Cuando tienes un precioso techo artesonado como este, ¡qué menos que convertirlo en protagonista del espacio! Y esto es lo que hizo la decoradora Lara Pujol, que para que nada compitiera con esta maravilla, optó por piezas de tonos neutros y fibras naturales.
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Black & white es una combinación de tendencia que, además, nunca pasa de moda. Sobre todo si optas por el blanco como base y reservas el negro solo como nota de contraste, como se ha hecho en este salón.
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Colores que van desde los ocres hasta los marrones combinan y salpican este salón a través de elementos decorativos como los cojines, el puf, la manta o la alfombra.
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Todo el salón es de corte señorial. Y lejos de ser oscuro y destilar un clasicismo obsoleto, la elección del chéster tapizado de color verde junto con los árboles ofrecen un aire totalmente renovado y natural a la estancia.
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El sabor a mar llega a este salón rústico gracias a los cojines y otros accesorios decorativos como los jarrones. Así de fácil y económico.
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En este salón se combinan elementos low cost (como el sofá y estantes) con piezas icónicas de diseño. El azul y la pared de obra vista combinan creando un bonito dúo cromático.
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Sencillo y fresco. Así es este salón. El verde de la alfombra y las plantas, ya sea la kentia en el rincón como los motivos vegetales de los cuadros y los estampados de los cojines, aportan color y vida.
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El naranja es un color alegre y según la cromoterapia invita a la creatividad y es el mejor aliado para mantener a raya la depresión. Los cojines y las flores son el toque justo que consiguen un salón que invita a relajarse.
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Apuesta por concentrar el color en una sola pieza, como han hecho en este sofá azul. Los cojines en amarillo equilibran la frialdad del azul. Y es que amarillo y azul son colores complementarios que combinan muy bien.
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Elegante, majestuoso, sofisticado, moderno... El negro puede ser muchas cosas. Cierto que también es oscuridad y si abusas de él puede hacer que tu estancia se vea más pequeña y agresiva. Por eso, combinado con su antítesis, el blanco y con pequeñas salpicaduras de turquesa el resultado es un salón moderno y fresco.
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Las fibras naturales, la calidez de la madera y el sofá verde combinado con cojines de distintas tonalidades, añaden color a este magnífico salón señorial.
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Las tonalidades suaves de la madera y el sofá de color gris aportan una atmósfera sencilla, natural y cálida.
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¿Cómo hacer que un salón blanco deje de ser frío y se convierta en una estancia con porte elegante? Juega con los cojines y el sofá combinando tonos marrones con el verde grisáceo del sofá y del cojín del banco que además encaja con los colores del paisaje.
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Tan solo unas pinceladas de color gracias a los cojines y algún que otro accesorio decorativo transforman este salón en una estancia delicada y cuidada hasta el mínimo detalle.
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Los muebles también pueden aportar color al salón, como en este caso donde el sofá y las butacas no solo salpican la estancia con rosa sino que añade calidez al ambiente.
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Las cortinas y la mesa de centro de color rojo son las encargadas de aportar personalidad a este salón gris.
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Los cojines de este sofá de obra son perfectos para aportar color sin robar protagonismo al conjunto globla y decorativo del salón.
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Añadir color al salón se puede hacer de muchas maneras, no siempre es necesario pintar la estancia. En este caso, gracias a los cojines, los complementos perfectos para el sofá, el salón gana expresión cromática.
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El mar Mediterráneo ofrece la paleta de color a este salón de espectaculares vistas. A juego, los cojines del sofá salpican de azul el interior de la estancia.
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Un mueble restaurado y pintado de otro color es un mueble nuevo que ofrece, junto a los cojines, la nota de color justa.
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Apostar por un sofá tapizado de color puede hacer que el ambiente se vea muy cargado. El equilibrio se consigue "jugando" a los contrarios. Dos sofás: uno beige y el otro verde, complementándose y equilibrando la armonía decorativa del salón.
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El color malva nos transmite paz y calma e invita al reposo al mismo tiempo que rompe con la hegemonía del blanco.
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No siempre tienes que apostar por un único color. De hecho los dúos (incluso los tríos) funcionan perfectos, como en este salón donde grises y verdes reinan a sus anchas.
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Añadir color al salón puede significar jugar con los neutros. Ya sabes que en El Mueble somos muy fans del dúo que forman el blanco y el beige.
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Igual que el cuadro de la pared, este salón de blanco es como un lienzo, donde las flores de color rosa emulan las del cuadro y, junto con las plantas, añaden color a este salón.
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La presencia de los violetas (colores más fríos) y fucsias (cálidos) hace que este salón rústico gane carácter femenino y suavice su aspecto más tosco.
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Gana frescor en el salón combinando colores como el verde y el rosa. Igual que las flores, añadirás color y vivacidad.
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Los cojines naranjas aportan un carácter rompedor a este salón de porte clásico que nos encanta.
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Si dispones de una gran entrada de luz natural puedes añadir color al salón pintando una pared de un tono oscuro. Aportarás produndidad a la estancia. Para equilibrar el ambiente, decora lo demás con colores muy claros (a ser posible un solo color neutro) y salpícalo con pequeñas dosis de un color más vivo, como por ejemplo el rojo.
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Si aún no te atreves a apostar por colores más vivos, siempre tienes la gama de los colores pastel, que ofrecen un ambiente más empolvado y más soft.
Puedes darle color a tu salón con una de las grandes piezas, como por ejemplo el sofá, añadir simplemente notas de color con los cojines y las flores, e incluso puedes pintar una pared para contrastar su color con los complementos. Hay infinitas posibilidades para llenar de vida tu salón. Aprende a jugar con los colores y busca la alegría que necesitas.
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