Hay una máxima que perseguimos en las casas que salen en la revista El Mueble: que sean cálidas, acogedoras y con mucho estilo. Son valor que se trasladan a todas las estancias, como un hilo conductor invisible que genera cohesión a lo largo y ancho del hogar. El salón es una de esas zonas donde mejor se refleja nuestro particular mantra, y es que, ¡lo tienen todo! Vigas de madera, techos altos con molduras, chimeneas preciosas, sofás enormes y mullidos, muchos cojines, grandes ventanales por donde entra la luz a raudales y una decoración exquisita, ya sean modernos o rústicos, minimalistas o más barrocos. La nueva temporada trae consigo nuevas dosis de inspiración, por eso, te facilitamos la tarea recopilando 10 de los mejores salones que hemos visto este año en El Mueble. Si quieres dar un giro estiloso a tu salón, aquí van las mejores ideas.

Ideas de salones

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1.

Salón con techos altos y encanto rústico

Salón luminoso con sofá blanco y butaca de madera

Sofá de Miki Beumala. Cojines y plaid de India & Pacific, como las butacas y mesas. Cortinas de Gemma Girós. Cuadro de Blanca Cases.

El Mueble

Solo basta con fijarnos en los techos acanalados de este salón para trasladarnos directamente al bajo Ampurdán. En la llamada "Toscana española" nos encontramos esta casa de encanto rústico, cuyos suelos de piedra con textura rugosa crean una íntima unión entre exterior e interior. Se han conservado en el salón para mantener intacta la esencia campestre.

Las paredes y las vigas del techo eran demasiado oscuras y se pintaron en un luminoso color piedra con un toque verdoso que resulta muy elegante y mantiene ese hilo conductor, al igual que ocurre con la chimenea de piedra, que la conservaron. Las cortinas hechas a medida, el sofá blanco y los toques de madera consiguen imprimir y reforzar ese aire atemporal.

2.

Un salón abierto, amplio y luminoso

Salón piso Natalia Zubizarreta

Un mismo espacio abierto integra: salón, comedor y recibidor.

Felipe Scheffell

Que este salón respire armonía y delicadeza por los cuatro costados tiene un motivo: pertenece a la interiorista Natalia Zubizarreta. La bilbaína optó por decorar esta zona de su casa, abierta al comedor y al recibidor, con una base muy neutra, con toques naturales y de color pastel. Que fuera atemporal era una de sus máximas. La interiorista buscaba tener un sofá diferente y actual, así que optó por un lino natural que, aparte de bonito, siempre da buen resultado. La pared está decorada con una composición de cuadros discretos con marcos de madera, que se complementa muy bien con otros detalles de la casa. ¿Un tip de experta? Que la televisión esté lo más oculta posible y no sea la protagonista del salón. La amplitud, los sofás y la librería son los que ocupan todas las miradas. 

3.

Un salón abierto al mar con chimenea de piedra

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Butaca en Rialto Living. Cojín a rayas de La Redoute. El resto, en Filocolore. Plaid en Matèria. Alfombra de Francisco Cumellas.

El Mueble / Pere Peris

Las maravillosas vistas a la bahi´a mallorquina de Camp de Mar son el telón de fondo de esta casa. Su salón, con suelos de terracota y grandes ventanales que lo unen con el exterior, conserva una gran lámpara chandelier y la chimenea de piedra original. En torno a ella se distribuye el resto de la decoración. Las vigas del techo aportan el toque rústico, mientras que los sofás y las butacas en tonos neutros restan peso y lo convierten en un ambiente relajado y apacible. Nos gusta el contraste con las carpinterías oscuras de las ventanas y los toques mostaza en los cojines y en los pequeños detalles decorativos.

4.

Un salón ordenado y simétrico

Casa Supermaresme

Sofás a medida con telas de Gu¨ell-Lamadrid. Puf en Sacum. Mesa de centro de Luzio. Baúl de herencia familiar. Espejo similar en Antrazita

El Mueble

En la zona del Maresme encontramos esta casa cálida y confortable. Su salón, obra de la arquitecta  Mónica Recoder, es muy personal. Sobre un fondo neutro, con paredes blancas y suelos de madera, destacan una serie de muebles antiguos que le dan esa personalidad tan necesaria para abrigar el espacio. Algunos son de herencia familiar, otros comprados en subastas. Tiene una chimenea central que actúa como eje de simetría y, a ambos lados, se han creado dos prácticas librerías de obra, tan funcionales como decorativas. 

Está decorado con muebles muy confortables, sofás llenos de cojines con textiles muy naturales que invitan al relax y colocados a ambos lados de la chimenea, para reforzar esa sensación de orden y simetría. ¿El toque diferenciador? Unos cuadros modernos que decoran las paredes y ponen la nota de color.

5.

Un salón blanco y lleno de encanto

Salón elegante y luminoso con sofás blancos, mesa de centro blanca, cortinas

Salón con entrada a un despacho

El Mueble

Esta casa en pleno centro de Barcelona conserva el porte señorial que tan bien definen a las casas antiguas de la Ciudad Condal. Sin embargo, se ha sabido adaptar de forma magistral a la modernidad de hoy en día.

Para conservar su esencia, no se ha escatimado en molduras de techo y pared y en carpinterías arqueadas, como la puerta acristalada que da acceso al despacho desde el salón. Aquí, se han creado espacios amplios sobre una base muy neutra, con unos cómodos sofás distribuidos en U, dos de ellos recuperados de la antigua casa de los propietarios. Los cojines de diferentes estampados y colores pastel ponen la nota de color al conjunto, mientras que los plafones dorados de las paredes añaden un contrapunto brillante muy interesante.

6.

Un salón respetuoso con la arquitectura y la tradición

salón con sofá rosa y blanco, mesa de centro de madera y alfombra blanca

Salón con sofás rosas y blanco, mesa de centro de madera y gran alfombra

El Mueble

Este salón respira esencia mallorquina por los cuatro costados. Los suelos de terracota, tan tradicionales de la región, entran en la casa y sirven de guion para el resto de la decoración. ¿Al fondo? El mar, que se cuela por sus amplios ventanales con cuarterones azules. Para hacer los suelos fríos más acogedores, se ha puesto una gran alfombra en tonos neutros que, además, delimita la zona de estar: hay tres sofás, que alternan tapicerías claras con otras en color caldera. Fíjate en las cortinas, ribeteadas en este mismo color para crear un perfecto hilo conductor entre todas las piezas que componen este espacio. Las Adelfas tiene un encanto especial.

7.

Un salón con soluciones de obra y guiños al mar

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Los cojines son de Nômadetex y la mesita de El Siglo con lámpara de Conotraluz. La mesa de centro es de Zara Home y la alfombra de IKEA.

Pere Peris / El Mueble

Esta casa en Cantabria destaca por su mezcla compensada entre tradición y modernidad. Es una antigua casa restaurada que conserva sus techos irregulares de vigas en el coqueto salón, que está abierto a la cocina y al comedor.  Se ha aprovechado genial cada rincón de este espacio, donde se cuela la luz por cada rincón. El banquito de obra y el sofá se complementan a la perfección, y los colores suaves combinan con las el azul y el verde de los textiles, haciendo un guiño al Cantábrico. Fíjate en los estampados de rayas y cuadros, que combinan a la perfección con cojines lisos y con texturas creando mucha más riqueza visual.

8.

Un salón con esencia mediterránea

Salo´n blanco con sofa´ rinconera, mesas de madera y alfombra MG 1966 1

Salo´n blanco con sofa´ rinconera, mesas de madera y alfombra MG 1966 1

El Mueble

Entramos en una villa con vistas a la bahía de Moraira, en Alicante, a la que bautizaron con el nombre de ‘La Joya’. ¡Por algo será! Nada más entrar en ella lo entendemos.

La interiorista María José Cabrera Auñón Cabrera fue la encargada de transformar esta casa oscura e impersonal en un hogar que respira paz y esencia mediterránea. El salón, abierto a la cocina y al recibidor, está pensado para adaptarse a distintos inquilinos. Por eso se han elegido muebles que permiten libertad de movimiento, como un gran sofá modular o unas mesitas de centro ligeras. Las piezas ‘low cost’ conviven con lámparas de diseño, cuadros de artistas locales y muebles recuperados, como el banquito colocado detrás del sofá. Otros son de madera reciclada, como la estantería, que pone el contrapunto perfecto.

9.

Un salón de estilo nórdico

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Sofás tapizados con lino y butacas de cuero con pie de acero, de Pedro Peña. Mesa de centro, mesita auxiliar y lámpara, todo de la misma firma.

El Mueble

Lo reconocemos, somos fans del estilo nórdico. Su pulcritud, minimalismo y líneas rectas nos atrapa, siempre y cuando la estancia en sí no resulte demasiado fría y aséptica. ¿Cómo se resuelve eso? Poniendo en valor materiales naturales como la madera, presente las vigas del techo de este salón que han podido conservarse. Para crear esa armonía de la que presumen los nórdicos, se han lacado del mismo tono natural que la pared, logrando unificar el espacio y dándole una mayor amplitud visual.

Los muebles, a pesar de que siguen esta misma gama cromática, ganan riqueza en sus texturas, sus líneas y sus acabados: dos sofás enfrentados y clásicos de lino, dos sillas de diseño cerrando el espacio, una mesa de centro moderna y con acabado brillante, una alfombra enrome de pelo largo... En estos detalles está la riqueza de este salón.

10.

Un salón cálido con muros de piedra y chimenea

Salón rústico y cálido con chimenea y pufs blancos

La chimenea de leña marca la distribución de los sofás. Mesa de madera antigua. Pufs de Nômadetex. Alfombra de BSB

El Mueble

En ocasiones, nos encontramos casas antiguas cuyos elementos estructurales marcan el resto de la decoración. Es un lujo poder conservar muros de piedra tan bonitos como el que tiene este salón y que marcará el estilo del resto de la estancia. También se ha respetado la chimenea de leña antigua con todo su encanto de antaño, y se han pintado el resto de paredes en un beige muy clarito para aportar ese necesario punto de luminosidad.

¿Los muebles? Son muy sencillos. Dos sofás en forma de L y dos pufs, todos tapizados en color lino natural, para cerrar el espacio de la zona de estar e invitar a largas conversaciones frente a la chimenea encendida. La madera de la gran mesa de centro y otros muebles auxiliares dan ese toque acogedor definitivo.