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Cabecero diseñado a medida por la decoradora Beatriz Hernández.
El Mueble
Blanco, madera, ocres y grises: una combinación otoñal infalible
La decoradora Beatriz Hernández planificó un cabecero tipo murete para vestir este dormitorio y apostó por una base en blanco –infalible– con toques de madera, que le dan ese plus de calidez. Y le dio color al conjunto con los textiles, con mostazas, ocres, blancos cálidos y toques de grises, creando una atmósfera acogedora y, a la vez, relajadamente otoñal.
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Puffs, en Calma House y sofá y mesa de centro de Cado Interiors, responsables de la reforma de este dormitorio.
El Mueble
Un dormitorio muy otoñal con espíritu de refugio
Madera y más madera. Este dormitorio es el refugio otoñal por excelencia. Sus techos de madera le dan un look de cabañita de lo más cosy, y este tono piedra verdoso ilumina el espacio a la vez que es un guiño a su entorno natural.
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Cabecero, de Leroy Merlin. Espejos, de Maisons du Monde.
El Mueble
Un dormitorio que respira aire otoñal
Si quieres renovar tu dormitorio con un ambiente más estacional, ¿por qué no traer directamente las hojas del otoño a tu pared? Las láminas botánicas, la alfombra de diseño geométrico, la ropa de cama en tonos naranjas intensos y el tabique acristalado del baño que facilita la distribución de la luz natural componen el tipo de detalles que marcan la diferencia.
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Dormitorio con cabecero de capitoné y ropa de cama en tonos otoñales.
El Mueble
Un dormitorio de estilo clásico
Las molduras, el cabecero de tipo capitoné y la banqueta clásica a los pies de la cama hacen que esta estancia exude elegancia. Los tonos cremas y blancos nunca fallan, son atemporales y sirven como el lienzo perfecto para que puedas ir cambiando el resto de elementos decorativos, según el momento del año.
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Dormitorio con cabecero de obra, y ropa de cama en rosas y estampados.
El Mueble
En pocos metros
Un cabecero de obra siempre es un acierto: este, además, incorpora espacio de almacenaje para que tus libros favoritos estén siempre al alcance de tu mano, sin ocupar demasiado espacio en tu mesita de noche. Coqueto, sencillo y muy práctico: este dormitorio es un ejemplo perfecto de que para conseguir estilo y calidez no hace falta grandes inversiones, solo una ropa de cama divertida y unos cuadros minimalistas en la pared principal.
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Dormitorio con cama con dosel y banqueta de fibra.
El Mueble
Para los que no quieren dejar ir el verano
Si eres aficionado a los muebles de fibras naturales, una buena forma de actualizar tu dormitorio acorde con el aire otoñal es complementándolos con alfombras de tejido, cortinas más opacas, y ropa de cama por capas. Si no quieres incorporar una manta de lana, puedes optar por combinar varias de distintas texturas y estampados, para aportar dinamismo.
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Cabecero con hornacinas diseño de Deulonder, como el banco.
El Mueble
Un dormitorio abuhardillado con un cabecero entelado
Una buhardilla es ya, por esencia, una invitación al recogimiento. Pero, más todavía, se ha revestido de madera, como en este dormitorio rústico decorado por Deulonder, en el que el pavimento de roble sube por la parte alta de la pared y contrasta con las vigas claras. Unas hornacinas hacen de estanterías y mesillas de noche. Y, para reforzar la calidez y sumar estilo, la parte baja se ha forrado con tela gris, a modo de arrimadero.
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Cabecero de DM lacado y madera de roble, realizado a medida por Jo Pa Álvarez.
El Mueble
Un dormitorio decorado con los colores del otoño
Este dormitorio es camaleónico. Sus muebles en blanco y con toques de madera son la base perfecta para darle color y carácter con los textiles y complementos. Y la selección de amarillos, ocres y grises para vestir la cama y para los cojines del mueble-banco que aprovecha el espacio bajo la ventana es lo que le da esta ambientación otoñal.
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Cabecero diseño de la decoradora Jeanette Trensig.
El Mueble
Con un maxi cabecero con cuarterones en un profundo verde
Este dormitorio es urbano, pero con este impresionante cabecero muy original en verde nos traslada a la naturaleza. Su tonalidad profunda y algo envejecida es el marco perfecto para dar la bienvenida a la estación más "nostálgica" del calendario. Con una ropa de cama con toques de naranja, caldera y mostaza, ¡el otoño ya esta aquí!
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Cabecero diseño de Pia Capdevila.
El Mueble
Un dormitorio elegante y muy cosily gracias a los textiles
Este dormitorio respira una atmósfera muy acogedora a pesar de su amplitud y sus techos altísimos. ¿La clave? Abrigarlo con muchos textiles, desde la cama, con varias capas, hasta las ventanas, con esos cortinajes. La selección de colores, una base en topo con toques de negro, marrones y pinceladas de gris nos recuerda los colores otoñales, cuando los vibrantes tonos veraniegos parecen envejecerse hacia tonos más apagados. ¡Qué a gusto!
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Lámpara de techo de Ay Illuminate y alfombra de Zara Home.
El Mueble
Un dormitorio otoñal en blanco, ¡qué cálido!
El blanco es un color que solemos asociar al verano, pero también puede ser un color otoñal e invernal. Su enorme versatilidad es una de las razones por las que es uno de nuestros colores preferidos. La clave para que resulte acogedor es apostar por tonos un poco "sucios" y evitar a toda costa el blanco puro, más frío. En este dormitorio blanco, la decoradora Isabel Otero ha creado una base cálida, ligera y relajante, que ha abrigado con textura, como la de la butaca, y ropa de cama calentita y gustosa.
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Mesitas de noche de Ethnicraft y taburetes de Bon Vent. Proyecto de Carme Caubet.
El Mueble
¡El otoño ha llegado al refugio de montaña!
¡Qué bien le sienta a este dormitorio el otoño! Los colores del bosque cercano, con sus verdes apagados, ocres, naranjas, marrones... ha contagiado la decoración de este refugio de montaña, con una ropa de cama gustosa y con una paleta cromática muy otoñal. Dormir bajo este precioso techo abuhardillado revestido de madera, ¡qué placer!
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Cabecero restaurado por Bäse y Fusteria Romera. Papel pintado, en Ventura Decoración. Lámparas de Faro.
El Mueble
Un dormitorio muy cálido con una pared "entelada"
¡Qué acogedor! Seguro que es una de las primeras palabras que te ha venido a la mente al ver este dormitorio decorado por Bàrbara Serra. Y elegante, y estiloso... Precisamente, para sumarle calidez la decoradora revistió la pared del cabecero con un papel pintado que parece tela, lo que da una agradable sensación de confort. En este marrón chocolate el efecto envolvente se refuerza. Los toques de color mostaza iluminan el dormitorio de sabor otoñal.
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Cabecero diseño de Deulonder. Apliques mod. Ginger 20 de Marset.
El Mueble
Un dormitorio sereno abierto al paisaje arropado por un maxi cabecero
Este dormitorio, proyectado por Deulonder, está abierto al paisaje, de ahí que la decoradora Chone de la Sotilla apostara por una base neutra capaz de adaptarse a los cambios cromáticos de la naturaleza según las estaciones. Pero, para darle un plus de calidez, aportó por un maxi cabecero tapizado enmarcado con un marco de madera. Naranjas oxidados, blancos cálidos y toques de negro y gris son los escogidos para vestir la cama de otoño.
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Pared del cabecero revestida con baldosas de Porcelanosa y cabecero tapizado de Kenay.
El Mueble
Un dormitorio con vestidor y con la calidez de la madera
Si hay algo indisociable del otoño son las ganas de recogerse en casa. Y el dormitorio es nuestro templo de relax y donde sentirnos más "arropados". Y esta sensación acogedora la ha logrado la decoradora Natalia Zubizarreta revistiendo la pared del cabecero con una madera cerámica, que además de decorar, da ese plus de calidez que le pedimos al dormitorio. Las cortinas tupidas y en beige, la ropa de cama con tonos caldera y los cojines en marrones y piedra, acaban de dar este look otoñal tan envolvente.
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Láminas de Pepa Paper y ropa de cama es de Zara Home y los cojines de Matèria.
El Mueble
Un dormitorio con unas láminas muy otoñales
¡A este dormitorio le sienta de maravilla el otoño! Puedes inspirarte en sus ideas para darle este agradable look otoñal. Por un lado, la ropa de cama, que combina una base en amarillo, que nos evoca las tonalidades de las hojas, con toques de berenjena, que le da un contrapunto elegante y animado. Y, por otro, las láminas con motivos florales y con hojas. De hecho, puedes atreverte a hacer una composición DIY con hojas recogidas del campo.
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Papel pintado que imita la piel de potro, en Marina&Co, responsables del proyecto de decoración.
El Mueble
Un papel pintado con efecto cuero que calienta el dormitorio
Prescindir de un cabecero al uso y reemplazarlo por un personalísimo papel pintado que imita la piel de potro podía parecer una decisión arriesgada. Pero viendo el resultado, solo nos queda decir, ¡qué gran acierto! El papel no solo decora y suma personalidad, sino que le da a este dormitorio un plus de calidez visual.
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Cama con dosel, diseño de la decoradora y realizado por Isaías Lumbreras. Escritorio, en La Bòbila.
El Mueble
Un dormitorio acogedor con papel, cuero y un verde envejecido
Este dormitorio, decorado por la estilista de El Mueble Gabriela Conde, es una invitación a disfrutar de las tardes de otoño entre sus paredes. Este verde envejecido, que Gabriela tomó prestado del papel pintado, nos recuerda a los verdes oxidados típicos del otoño, y el papel pintado con efecto textil arropa el espacio. La butaca, de cuero, da un plus de calidez otoñal.
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Papel pintado de Leroy Merlin y cojines de Zara Home.
El Mueble
¡Qué no falten los estampados a cuadros en otoño!
Los textiles de cuadros y los tipo tartán no pueden faltar en un dormitorio de otoño, sobre todo en la paleta de colores de esta estación: rojizos, anaranjados, ocres... ¡y por supuesto marrones! Y es que este es un color 100% otoñal que destaca por ser muy camaleónico. Siempre acogedor y profundo, puede ser discreto o chic. No temas colorear tu dormitorio este otoño con la paleta de los marrones.
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Tejido de moqueta Alfresko de KP.
El Mueble
Un dormitorio con una pared forrada con moqueta
¡Qué original! Y acogedor. La arquitecta Bárbara Serra se atrevió a revestir la pared del cabecero de este dormitorio con un tejido de moqueta con un diseño de espiga que arropa este espacio y lo hace súper envolvente. Además, tiene la ventaja de no generar alergia y lavarse muy bien.
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Banqueta de Zara Home.
El Mueble
Unas cortinas tupidas que "abrigan" el dormitorio
Lo hemos mencionado muchas veces: las cortinas no solo decoran, sino que proporcionan intimidad y aislamiento, térmico y acústico. Y en dormitorios con grandes ventanales, como este, una opción muy interesante es contar con doble cortina, una más liviana de base para los meses de calor, y otra más tupida, perfecta para abrigar y mitigar la frialdad del cristal en otoño e invierno. ¿Otra opción? Tener dos pares de cortinas, que puedes ir cambiando en función de las estaciones.
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Butaca, de Miki Beumala. Lámpara, de Faro. Apliques, de Avanluce. Manta, de La Maison.
El Mueble
Un dormitorio en blanco extra acogedor con un suelo de moqueta
Si la pisada desnuda sobre una alfombra mullida se agradece cuando llega el otoño, imagina el placer de andar descalzos en un dormitorio con un suelo de moqueta. Es el caso de este dormitorio decorado a interiorista Ana Galofré, que apostó por una moqueta de alga, que se limpia muy fácilmente con agua, y hace que la habitación se vea más acogedora y cálida, a pesar de su base blanca.
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Mesita de noche de La Maison.
El Mueble
El gris también es para el otoño
El gris es un color muy camaleónico y en este dormitorio, arropado por una ropa de cama de tonos muy otoñales –ocre, marrón, caldera, beige...–, resulta acogedor y muy envolvente.
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Plaid montaza, cabecero de obra y banqueta de yute.
El Mueble
De estilo sencillo pero de lo más cosy
Una manta cálida a los pies de la cama es un must de esta época: combínala con una estampada, como esta de diseño escocés, y te dará más juego con los cojines. La banqueta de yute aporta contraste y le da un aire más atemporal a la estancia.
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Cabecero, mesillas y apliques de Maisons du Monde.
El Mueble
Un look otoñal con una manta gustosa y de color mostaza
Transformar el dormitorio de verano a otoño puede ser tan fácil como aliarse con una manta o un plaid de textura abrigada, como en este dormitorio donde la mirada se va a la manta de mohair de color mostaza a pie de cama. Tanto el material como el color nos evoca la estación más nostálgica del año. Y otro pequeño detalle: ¿te has fijado en las láminas de la pared? Puede ser tan sencillo como cambiarlas por unas más otoñales para que el look del dormitorio cambie por completo.
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Cabecero, de Coton et Bois, Mesita de noche, en India&Pacific.
El Mueble
Cambia la ropa de cama de verano por una más abrigada
Es el momento de guardar las frescas fundas y sábanas de verano y empezar a sacar las de entretiempo, de algodón o incluso de textura de jersey, que son suaves y más cálidas que el lino sin llegar a las texturas abrigadas de la franela.
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Cabecero, de Rue Vintage 74. Lámpara con pantalla, de Decolab, y pie de Sandra Marcos.
El Mueble
Viste la cama con plaids y mantas de entretiempo
Una cama visualmente mullida es más siempre apetecible, sobre todo cuando las temperaturas empiezan a descender. Así que no temas ser barroca a la hora de vestir la cama en cuanto a textiles se refiere: superpón plaids, mantas y edredones de entretiempo.
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Butaca, de Casual Solutions. Lámpara aplique, de Artemide, en Avanluce. Revestimiento, de papel pintado. Cabecero tapizado con tela de Güell-Lamadrid.
El Mueble
Que no falte una manta de lana a pie de cama
Es ver una manta de lana y subir de inmediato la temperatura de la habitación. Y es que la lana lleva implícito el mensaje "acogedor". De tacto cálido y confortable, las mantas de lana son ideales para protegernos del frío. Las mejores son las que están hechas de lana pura, sin mezclar otras fibras.
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Banqueta de Catalina House y cabecero diseño de Coton et Bois.
El Mueble
Lleva los colores de otoño a la cama
La ropa de cama tiene un poder transformador enorme del look de un dormitorio. Así que nada más fácil para darle un aire otoñal y más acogedor a la habitación que apostando por una ropa de cama de tonos marrones, anaranjados, rojizos, mostaza o incluso destellos dorados. Aprovecha, también, para cambiar las fundas de los cojines y cuadrantes.
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Detalle de butaca con manta de pelo.
El Mueble
Textiles furry para preparar la llegada del invierno
Una manta de pelo dará un toque muy gustoso y abrigado al dormitorio. Además, puede resultar muy práctica para arropar una butaca de fibras o de tapicería fresca, por ejemplo. Y como plus, ¡los complementos furry siguen de tendencia!
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Dormitorio decorado por Begoña Susaeta. Banqueta de Deco los Sofá, apliques de Marset en Susaeta Iluminación.
El Mueble
Inspírate en la naturaleza
A veces es tan simple como mirar por la ventana. Los árboles y las hojas dejan el verde para abrazar los amarillos, los naranjas y los marrones. Para hacer una transición del verano al otoño más suave, el ocre es el color ideal.
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Banqueta, alfombra, cortinas y aplique en Let's Pause. Cabecero de madera de roble diseñado por Estudi Sastres y realizado por Fustería Mínguez.
El Mueble
Buscando la calidez de la madera
Pasar del verano al otoño también significa dejar lo fresco para buscar lo cálido. Y en eso la madera no falla nunca. En este caso se han buscado telas que refuerzan los mismos colores. ¡Todo calidez!
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Mesita de noche de Maisons du Monde
El Mueble
De vuelta a los bosques
La madera sin tratar ni cepillar nos envía directamente con su tacto y olor al bosque. Si no puede ser el cabecero, cualquier pieza, por pequeña que sea, te invitará a recordarlo.
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Cabecero, mesita de noche y lámparas de Coton et Bois. La alfombra es de Gra.
El Mueble
Alfombras: adiós a la fibra
Los tonos lavados de los kilims van de perlas con los colores otoñales. Si no quieres retirar las de sisal, siempre los puedes colocar encima.
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Cabecero con papel pintado, de Élitis. Lámpara, con tela de Atanara, y mesita de noche, de Ajanta Interiores.. Pavimento, de estera de algas.
El Mueble
Abriga la pisada con una alfombra de lana
Las alfombras son un must para abrigar el dormitorio. Aunque las de fibras son atemporales, en otoño apetece el confort y bienestar que ofrece al pie desnudo un tejido más abrigado como la lana o incluso el algodón. Además, visualmente el dormitorio se verá más abrigado y resultará mucho más confortable.
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Biombo y cestas de baño, de Maisons du Monde. Armario bajolavabo de madera de pino reciclado con lavamanos de hierro natural, diseño de Marte Torres, realizado por Tenuee Barcelona. Espejo, de Metalistería Jofre Catalán.
El Mueble
Cuenta atrás para el "momento chimenea"
Si eres de las afortunadas que cuentas con una chimenea en el dormitorio, ¿a qué esperas para ponerla a punto? Quizás las temperaturas aún no son para encender la calefacción, pero acurrucarse en la cama oyendo el crepitar del fuego y viendo el espectáculo de colores de las llamas, es el mejor método antiestrés.
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Cabecero de obra. Lámpara aplique, de Vintahome. Ropa de cama, de Filocolore.
El Mueble
Rodéate de velas y sube la temperatura del dormitorio
Las velas son grandes creadoras de ambiente. Y aunque no conocen de estación, es durante los meses más fríos del año cuando ver el tintineo de su llama multicolor reconforta especialmente. Además, crean atmósferas más íntimas, por lo que son ideales en el dormitorio. Elígelas con aromas que te recuerden al otoño –eucalipto, canela, frutos rojos, higos, madera...– y la transformación será completa.
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Detalle de cesto con mantas y cojines.
El Mueble
Ten a mano un cesto para cojines y plaids
Si eres de los que llenas la cama de cojines, almohadones, mantas y plaids, necesitarás sí o sí un cesto en el que dejar todos los textiles que no necesites a la hora de acostarte. Puedes usarlo, además, como elemento decorativo.
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Mesita de noche y mural diseñadas por el Estudio Hoc Volo.
El Mueble
Los naranjas lavados también funcionan
Los linos siempre son de fácil combinar, porque acaban dando estos tonos desgastados y rústicos tan interesantes. Fíjate como se van repitiendo todos ellos en el mural.
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Librería a medida diseñada por Asun Antó, igual que el cabecero. Mesita de noche y lámpara de Coton et Bois.
El Mueble
Del beige a los tierra
<p>Una gama clásica que ha funcionado toda la vida. Los complementos de fibras naturales (si no son muy claritas) entran perfectamente en el juego.</p>
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Molduras pintadas en color verde. Apliques, de El Corte Inglés. Estores, de Upholstery Barcelona
El Mueble
¿Te atreves a un cambio radical?
Si buscas ganar en elegancia e intimidad en tu dormitorio, toma nota del trabajo que la interiorista Meritxell Ribé llevó a cabo en este: las molduras, signo de clasicismo, quedan contrastadas con el toque moderno que aporta un color verde intenso en la pared principal. Verdes, ocres, marrones o tonos caldera con los colores del otoño: incorpóralos en la ropa de cama o en algún que otro elemento decorativo y eleva la calidez de la estancia. Subido de tono pero sofisticado, ¡no puede gustarnos más!
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Cabecero, diseño de Marta Prats, realizado por Vallés Carpintería.
El Mueble
¡El blanco también es para el otoño!
Sí, el blanco no es un color prohibido en otoño. Vinculado sobre todo al frescor del verano o a un entorno de montaña por su vínculo con la nieve, no temas introducir el blanco en la ropa de cama este otoño. Es un color que transmite limpieza y paz, ¡que es lo que le pedimos a una cama! Un consejo: apuesta por los blancos rotos, que son más cálidos.
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Cabecero de Cado.
El Mueble
Los rojizos completan la escala de tonos otoñales
Siguiendo el mismo camino que hacen las hojas que van del amarillo, ocre, naranja, marrones y rojos. Estos rojizos son siempre tonos cercanos al marrón (granates, tejas, caldera...) pero que conservan su capacidad para alegrarlo.
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Banqueta del Mercader de Venecia y ventilador de Faro.
El Mueble
¿Verdes y amarillos? Sí, combinan
Si le sabemos encontrar el punto, claro. Los mostazas, ocres y los dorados viejos no están tan lejos de algunos verdes en la escala cromática. Este color de la pared puede ser muy fresco en verano con el blanco, en cambio, con estos colores, se calienta.
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Banqueta de madera de pino de Azul Tierra, butaca de Gems con tela de Les Creations de la Maison y alfombra de Materia.
El Mueble
Blanco y azul también son otoñales
Esta clásica combinación veraniega puede sobrevivir cuando empieza el frío. Dale a las texturas en las telas y busca grises que acompañen al azul.
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Cabecero de madera, diseño de Luderna Design.
El Mueble
Toques mágicos de otoño
Nos nos cansaremos de adorar, y recordar, el poder transformador de los complementos. Unas flores naranjas, unos cojines, un jarrón... y el otoño ya está aquí en tu dormitorio.
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Cabecero, banqueta y faldón tapizados con tela Lands, de Ka International, en Filocolore
El Mueble
Protege tu cabeza de la pared
La interiorista Pia Capdevila nos enseñó la importancia de escoger un cabecero adecuado: para ella, los tapizados son los más cómodos y los que mayor calidez aportan a un dormitorio. Decantarse por uno liso es una apuesta segura, pues dan mucho juego y no condicionan tanto el resto de la decoración: a veces, sin embargo, podemos arriesgarnos con uno más divertido, de tejido estampado, como este. ¡Queda moderno, capta todas las miradas, y resulta divertido combinarlo con la ropa de cama!
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Cabecero diseñado por Asuntas Ante. Mesita de noche y lámpara de Coton et Bois.
El Mueble
Combinando estampados aumentamos la calidez
Los contrastes de colores siempre son más frescos e impactantes, son más de verano. Ahora toca trabajar la sutileza de las combinaciones de estampados dentro de la misma gama.
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Apliques de Ikea y cortinas de Filocolore.
El Mueble
El uso y abuso de las texturas
Con solo un cojín y una manta o plaid puedes poner una cama blanca en modo otoño. Las mantas de punto son el recurso ideal antes de lanzarse a las lanas más invernales.
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Cabecero, diseño de la arquitecta Cristina Carbonell.
El Mueble
Un refugio al que llegar al final del día
Este dormitorio es toda una invitación a escuchar la lluvia o ver la nieve caer desde la comodidad de la cama. Dado que los ángulos y la madera del techo abuhardillado y del cabecero pueden resultar visualmente pesados, se han pintado de blanco para generar una sensación de ligereza y frescura. El toque otoñal lo aporta la ropa de cama, en tonos caldera, blancos y estampados.
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Dormitorio de estilo minimalista con suelos de parquet y salida a la terraza.
El Mueble
Como en una cabaña nórdica
Madera en techos, suelos y puertas: una forma infalible de conseguir esa ansiada calidez en estos meses de frío. Puedes suavizar el efecto combinando los colores, y complementando con una ropa de cama neutra y sobria: todo en este dormitorio invita al descanso.
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Cómoda antigua de Mavi Lizán.
El Mueble
Incorpora piezas tapizadas
Calientan la decoración. Cambiar el típico puf de cuerda o ratán por uno tapizado no requiere de mucho presupuesto ni espacio, y se notará.
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Dormitorio rústico en blanco con ropa gris y azul a cuadros.
El Mueble
Rosa + gris: la pareja continúa
El gris y el rosa es una combinación que se ha explotado mucho en los últimos años, en todas las estaciones. Cuanto más oscuro es el gris, más invernal es el resultado. Y si le añadimos un estampado a cuadros, lo completamos con un toque rústico.
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Papel pintado de La Maison, cabecero diseñado por Marta Prats y realizado por Fusteria Catot. Los apliques son e Avanluce.
El Mueble
Los reflejos del terciopelo
El terciopelo es la tela perfecta porque da calidez, abrigo, luminosidad. En exceso puede llegar a ser pesado, pero consigue dar vida a los azules y rojos oscuros que levantan la base marrón de este dormitorio.
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Butaca en Catalina House y banqueta en Mercader de Venecia.
El Mueble
El otoño también es sofisticado
"Terciopelo dorado" son dos palabras mágicas que elevan al cuadrado la sofisticación y la luminosidad de este dormitorio.
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Cabecero y mesita de noche en las Marytrastos.
El Mueble
El color coral sobrevive
Esos cojines coral que tanto triunfaron en verano pueden quedarse si los acompañas bien con beis, tejas y calderas. Mira...
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Cabecero diseñado por Meritxell Ribé y apliques de Vibia.
El Mueble
Cuadros en tonos óxido que marcan
Ya sabemos que la pared del cabecero es uno de los puntos fuertes que marca la decoración del dormitorio, por eso, simplemente cambiando los cuadros, podemos condicionar la totalidad de la decoración. Estos, en colores tierra y óxido, lo consiguen.
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Mesita de noche y silla de La Maison, cabecero de Catalina House.
El Mueble
Con solo un poco de negro
Desactivamos gran parte de la frescura del blanco y nos ponemos urbanistas. O industriales si el material es el hierro.
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Cabecero y mesita de noche de Wunderkammer, banquetas de Azul Tierra y alfombra de Sacum.
El Mueble
Mantas que calientan los pies y la decoración
En esta época ya no son un elemento decorativo, son imprescindibles a los pies de la cama. Úsalas para contrastar y aumentar la temperatura cromática.
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Cabecero diseñado por la decoradora Tey, espejo de Cado y lámpara en Cottage Little House.
El Mueble
Cambios mínimos
Si tenemos una base neutra con dos cojines y una manta puedes cambiar de estación por completo. Eso sí, tiene que ser un color trabajado, con mucha personalidad. La textura atercipelada en este caso también ayuda.
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Cabecero tapizado con lana de Lu-Ink y taburete de Cottage Little House.
El Mueble
Una funda de lana para el cabecero
Igual que para los sofás o las sillas. Además de un cambio de look fácil y económico (no se necesita mucha tela y la confección no es complicada), es muy higiénico y saludable poder desenfundar y lavar la tapicería de la zona en la que dormimos.
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Cómoda de Maisons du Monde, alfombra de Zara Home y papel pintado de Leroy y Merlin.
El Mueble
Cuadros y felpa
Son dos grandes "calentadores" de los espacios porque nos envían inconscientemente hacia las montañas y hacia el estilo nórdico. Ya ves que si los cuadros son bicolor y claros, puedes atreverte incluso con la pared.
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Cabecero, mesita de noche y lámpara de techo diseñados por Natalia Gómez Angelats
El Mueble
Un papel japonés muy inspirador
Si nos acercamos muy mucho a esta foto veremos como este papel pintado contiene cada uno de los colores que encontramos en este dormitorio tan otoñal.
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Papel pintado de Flamant y lámpara de Marset.
El Mueble
¿Una pared tapizada?
Solo lo parece porque es un papel pintado que imita un tweed. Una sola pared con esta espiga tan marcada es suficiente para calentar y levantar este dormitorio casi monocromático.
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Mobiliario a medida realizado por Coton er Bois. Taburete de La Maison y lámpara flexo de India & Pacific.
El Mueble
Los chicos también se visten de otoño
La combinación de cuadritos blancos y negros (¿los ves en la ropa de cama?) con el color mostaza es un triple acierto: masculina, luminosa y sofisticada.
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Butaca y lámpara de techo en Coton et Bois.
El Mueble
Florecen flores en otoño
No tienes por qué descartarlas de tu decoración. Eso sí, tienen que ser diseños clásicos y prácticamente monocromáticos. Aquí se han iluminado con cojines ocres en la cama y en la butaca.
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Cabecero diseño de Deulonder, apliques de Lucide, funda y plaid de Filocolore.
El Mueble
Introduce notas inspiradas en la naturaleza en tu dormitorio
A veces traer la naturaleza al interior de nuestro hogar va más allá de incorporar elementos florales. La entrada de una buena luz natural, el uso de materiales como la madera, las tonalidades relajadas de los colores tierra, marrones y verdes... son elementos que puedes usar como base sobre la que sumar los elementos decorativos que más te gusten. El otoño es una época idónea para convertir el dormitorio en un santuario de conexión con el exterior, desde el calor del interior de nuestra casa.
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Mobiliario diseñado por Chari Manzano y Marta Herrera. Papel pintado de Casamance.
El Mueble
Reubica tus cojines pasteles
Pueden aportar la luz que necesita un dormitorio en tonos marrones. Lo dulcifica.
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Banqueta de madera de pino de Azul Tierra, butaca de Gems con tela de Les Creations de la Maison y alfombra de Materia.
El Mueble
Un rincón donde "recogerte"
Pensado para ti. El dormitorio puede ser ese lugar en el que refugiarse del bullicio de la casa. Plantéatelo. Una simple, pero cómoda y cálida butaca, puede ser "tu rincón".
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Escalera de Let's Pause y espejo de Maisons du Monde.
El Mueble
La naturaleza dentro de casa
Siempre se le han otorgado poderes a las piedras, pero cualquier material natural nos permite conectar con lo que pasa fuera, con el ritmo de la naturaleza. Un simple árbol visto desde la ventana nos avisa que es el momento de bajar el ritmo y descansar ¿Dónde mejor que en tu dormitorio?