Consejos para pasar de un recibidor soso a uno de revista

En esta casa de campo se ha creado un pequeño porche a la entrada que invita a contemplar cobijado el paisaje cuando el calor aprieta o el tiempo no acompaña. Ha bastado solo una mesita redonda, una silla de fibra y una alfombra para amueblarlo pero su sencillez no le resta un ápice de su espíritu acogedor. Un cerramiento acristalado con perfilería oscura separa este espacio del interior de la vivienda.

¿Te acuerdas de esas mesas tocineras típicas de las cocinas de pueblo? Recupera una de ellas y adáptala a tu recibidor si quieres darle un toque rústico, como este con puertas de madera maciza y suelo de barro cocido. Decora la mesa con objetos de cristal y flores aromáticas que, además de decorar, servirán de ambientador natural. Unas cestas en el suelo ¡y te quedará perfecto! Cestos de mimbre, de Fronda. Alfombra, de Tailak. Puerta, de Antigüedades Ana y Belén.

Si en tu casa no hay sitio para un recibidor en condiciones, equípalo con lo básico, como aquí: un banco para descalzarse y dejar el bolso, un mini estante donde depositar las llaves y el móvil, una alfombra para acomodar los pies y unas perchas de pared que no ocupan espacio. Elige materiales frescos como madera y fibra y una planta que le de el toque green. Colgadores, de Muuto. Banco, en Bazaar Barcelona. Lámpara, en Santa & Cole. Alfombra, de India & Pacific.

Pasearse por mercadillos o brocanters tiene la ventaja de encontrar tesoros como este: un mueble con múltiples cajones que seguramente en otra vida era el buque insignia de una farmacia o un herbolario. Aquí se ha colocado en el recibidor y su sola presencia eleva el nivel del espacio. Una lámpara de mesa, un espejo apoyado en la pared y unas campanas de cristal actualizarán su aspecto vintage.

Los muebles cannage o de rejilla están de plena actualidad, los verás en asientos, cabeceros, lámparas y también en aparadores. Coloca un aparador de este estilo en tu recibidor para darle un aire vintage y decora su superficie con maderas robustas, cristal y metal. Aquí se ha optado por un espejo tipo sol, también de rejilla, un portavelas y una lámpara de mesa con pantalla y pie trabajado. ¡Un viaje al pasado muy reconfortante!

¿Temes que tu recibidor no tenga suficiente luz natural? Mira cómo puedes evitarlo. Instala una pared de cristal que lo comunique con el salón o la cocina, como aquí. Viste el nuevo tabique con una consola ligera con cajones y decórala con cestas, flores y velas. ¡Verás cómo tu entrada gana en luminosidad y amplitud!

Los interioristas son únicos a la hora de avivar el ingenio y prueba de ello es este proyecto que también ayuda a iluminar el recibidor al abrirlo al comedor. Lo firma la decoradora Marta Prats y se trata, como en el ejemplo anterior, de sustituir el tabique por una pared acristalada. Aunque Marta va un paso más allá y ha convertido la parte inferior en un apetecible banco descalzador con colchoneta y cojines. Debajo de él, unas cestas solucionan el problema de almacenamiento y enfrente, una balda volada sirve de vacía bolsillos. ¡Impresionante!

Además de los interioristas, el trabajo de las estilistas resulta providencial en la decoración de las casas. ¿Quieres saber cuáles son los tips de estilismo que dotan de armonía a los recibidores? Para la estilista Dafne Vijande, “un espejo me parece un tema recurrente pero muy útil para recolocar al salir o entrar. Puede ser uno especial, con un diseño peculiar que marque el estilo al entrar en la casa.” Este modelo XL de estilo industrial templa el espacio gracias a la consola de madera rústica sobre la que va apoyado. Consola, espejo y alfombra, de Tessa & Co.

Sin duda este tándem es ganador allí donde se ponga. Y en el recibidor, la combinación de blanco y madera será todo un éxito. Esta entrada se ha lacado de blanco lo que la ilumina y la hace más grande y en la pared se ha colgado un perchero con balda de madera, que le aporta calidez. Y si encima le añades fibra natural, no te extrañe que sea este el rincón favorito de tu mascota. El de este perro, desde luego que sí. Cestos y paragüero, de Rivièra Maison.

Si eres una entusiasta del estilo nórdico y es el toque que quieres darle a tu recibidor, apunta las claves: minimalismo, tonos neutros, uso de madera y metal, vegetación... Todos ellos están presentes en este ejemplo donde el protagonista principal es el tapiz de macramé enmarcado que le da estilazo. Mueble bajo, de Domesticoshop.

Ya sea un espejo, un cuadro o un mueble, el recibidor es el lugar ideal para lucir piezas especiales. En este de la imagen destaca la fantástica consola con sobre irregular realizada con troncos de madera. ¿No te parece una maravilla? Le acompañan fibras naturales y objetos de cristal que le dan ese aspecto súper fresco. Consola y lámpara, de La Maison. Alfombra, de Carolina en Blue.

¿Deseas que la entrada a tu casa sea très chic? Entonces inclínate por un recibidor de estilo midcentury, como este de la imagen cuyo aparador con baldas y cajones aúna diseño y funcionalidad. Apoya sobre él un espejo redondo con marco dorado que contraste con sus líneas puras. Y para rematar, ¿qué te parece una lámpara de araña actualizada que rivalice en belleza? ¡Tus visitas se rendirán a tanta elegancia! Aparador y espejo, de El Corte Inglés.

Este recibidor tiene espíritu costero y demuestra una vez más la belleza de lo sencillo. ¿Te gustaría copiarlo? Necesitarás un banco de madera y mimbre y un perchero ad hoc para colgar cestos o tu colección de sombreros. ¡No te olvides de reservar un sitio preferente a un ramo de mimosas que, además de decorar con sus alegres tonos amarillos, le dará al espacio un aroma intenso de lo más agradable! Banco y cestos, de Sacum. Alfombra, de La Maison y faroles, de Catalina House.

Si tu recibidor es pequeño y no te planteas poner ni siquiera una consola por temor a que te quite espacio, prueba fijando en la pared una balda o un cajón volado, como la de la imagen. En sus cajones podrás guardar las llaves, el móvil, los papeles del coche, incluso, las mascarillas para tenerlas a mano. Y para que el recibidor no quede desangelado, cuelga en la pared un cuadro o un espejo que guarde las proporciones. Y en el suelo, una cesta para almacenar vendrá perfecta. Consola volada, espejo y cesto, en Coton et Bois.

Paredes de piedra, suelos de barro, espacio para almacenar leña, vigas de madera, muebles recuperados... Los recibidores rústicos tienen ese encanto natural de las casas de pueblo. Si quieres inspirarte en ellos para decorar el tuyo, fíjate en este de la imagen: se ha amueblado con una cómoda de color y acabado envejecido a juego con el espejo. ¿A qué están de foto? ¡Y dispuestos a darte la bienvenida cada vez que traspases el umbral! Cómoda decapada y alfombra de lana, en Fernando Moreno.