Estas 40 cocinas en blanco y madera son cálidas, actuales e ideales para coger ideas. ¡Lo tienen todo!

Las cocinas blancas gustan por la luminosidad que aportan pero si no quieres caer en un minimalismo excesivo, compénsalo con una encimera de madera. Fue lo que hizo la interiorista Solange Van Dorssen en esta cocina en línea y abierta en la que el comedor queda integrado en la isla al prolongar la superficie de trabajo. La calidez se vió reforzada por el lino de las cortinas y la fibra de los taburetes y la lámpara.

En cocinas pequeñas con isla, como esta, abierta y neutra diseñada por la interiorista Bárbara Sindreu, el blanco se extiende por muebles, paredes, grifería ¡y electrodomésticos! Estos se han panelado o elegido en blanco para que pasen inadvertidos. La madera oscura está presente en las baldas de la estantería y la encimera, a juego con el suelo rústico. 

¡Mira qué cocina tan original! La arquitecta Mónica Recoder ha revestido los muebles con listones de DM blancos y sin tiradores que le dan uniformidad. Y ha incluido la madera no solo en la encimera rematada sino en una espléndida hornacina en la zona de cocción logrando un ambiente súper acogedor.

En esta cocina abierta al comedor destaca el fabuloso mueble de roble recuperado convertido en isla para desayunos. La interiorista Helena de Juana lo encontró en una bodega, lo limpió y lo enceró. Sobre él descansa un sobre de mármol a juego con la encimera de la cocina.

La interiorista Marta Miquel ha diseñado una cocina de madera súper cálida con amplias gavetas y sin tiradores, a tono con la mesa tocinera móvil que hace de isla. De esta forma equilibra la frialdad de otros materiales, como la encimera de mármol, que se prolonga por el salpicadero, y el suelo de microcemento.

Esta cocina, diseñada por Marta Prats, se rinde al total white en los muebles, las baldas de la estantería, las lámparas de fibra, los taburetes altos... Solo se salva la encimera en madera de la península que sirve de superficie de trabajo, por un lado y de barra de desayunos, por otro. ¿Sabías que la encimera era un tablero de teca que el propietario tenía guardado? El lo recuperó para usarlo en la cocina y quedó así de chulo.

Las cocinas en forma de U permiten a varias personas estar dentro de ella sin estorbarse. La interiorista Asun Antó ha elegido aquí esta distribución para tener todo a mano y la ha amueblado con armarios altos en blanco y armarios bajos en madera, a juego con el suelo, coronados con una encimera blanca de mínimo grosor, súper sencilla. El resultado no puede ser más proporcionado.

Un aspecto importante a tener en cuenta es velar por una buena iluminación de la cocina. Las cocinas bien iluminadas no necesitan del blanco más que lo justo. En esta distribuida en forma de L, de techos altos y grandes ventanales, prima la calidez gracias a los frentes en madera de armarios y gavetas elegidos por la interiorista María Just. El blanco solo está presente en el techo, la zona de cocción y la encimera dando sensación de limpieza.

Otra opción de cocinas en madera y blanco es este amplio espacio diseñado por la interiorista Paula Rombys: armarios inferiores hechos a medida, frentes enmarcados en madera de roble y pomos pequeños en negro. Sobre los muebles que discurren en línea recta y la isla paralela, unas encimeras de mármol de grosor medio. La isla hace las veces de office gracias a los taburetes ocultos bajo el sobre.

Las cocinas clásicas o rústicas también pueden actualizarse y prueba de ello es esta de la imagen en blanco y madera firmada por Olivia Reina y Marta Jáudenes. Su distribución, las vigas y el fregadero de piedra beben del pasado pero hay detalles que la traen al presente, como la isla, las lámparas suspendidas tipo bombilla, la presencia de dorado en grifería y tiradores y hasta ese color grisáceo de la madera en puertas y estante ¡tan de moda!

Otra cocina de estilo rústico que introduce elementos vintage, como los azulejos tipo metro a media altura y los tiradores en forma de herraje. Aquí la isla es una mesa de estructura abierta que permite meter las piernas al sentarte en los taburetes. La encimera fina es de mármol y los armarios bajos cuentan con puertas de acabado envejecido, a juego con los estantes abiertos de pared que recuerdan los antiguos plateros.

Esta cocina es súper actual, con la zona de aguas en blanco, su pavimento de baldosa geométrica, su campana de techo, sus sillas nórdicas... Pero lo que más sobresale es la isla en perpendicular. La interiorista Laura Elhis la ha elegido con grandes gavetas en madera y apertura en gola y una encimera blanca a doble altura que se prolonga y hace las veces de mesa de comedor.

Algunas cocinas en blanco y madera pecan de sencillez y esta es una de ellas. Diseñada en total white por Asun Antó y Javi Baldrich, dispone de armarios inferiores con tiradores estrechos en gris y negro. El problema de almacenamiento extra se ha solucionado con unas baldas gruesas de madera en la pared que, junto a las tablas de cortar, le aportan ese plus de calidez tan necesario. 

¿Se pueden combinar baldas de pared con armarios superiores? Sí, y para muestra sirva este botón. Se trata de la cocina de la interiorista Marta Tobella. Ha optado por mezclar muebles lacados en blanco por arriba y de madera clara por abajo. ¡Ese veteado en los frentes nos encanta! Además, ha dispuesto un amplio comedor en paralelo con sorpresa incluida: un cajón de quita y pon, diseñado por Marta, que hace las veces de superficie de trabajo cuando se necesita.

Las cocinas de obra a medida tienen la ventaja de que puedes diseñarlas a tu antojo. Esta en blanco y madera, de estilo rústico, es un proyecto de la interiorista Mireia Pla. Incluye una estantería abierta a un lado, frentes alistonados en cajones y puertas, tiradores de anilla y herrajes de forja. Se completa con un comedor con mesa y bancos ¡muy de exterior!

Esta cocina en U tiene las dimensiones perfectas para trabajar, cocinar y comer sin molestarse unos a otros. La ha proyectado Marta Jáudenes en madera de roble, a juego con las vigas del techo y el marco de la ventana, y una sencilla encimera blanca, a tono con las paredes. ¿No te parecen fabulosos los taburetes de madera y enea con respaldo y reposapiés?

Las cocinas blancas y en madera no solo se rigen por un estilo rústico. Fíjate en esta qué actual. La interiorista Sònia Badia la ha diseñado con paneles lisos en muebles, península y electrodomésticos. Toma nota de esta idea porque es tendencia revestir estos últimos —los que se puedan— para darle uniformidad a la estancia. Las encimeras en blanco, de minerales y polímero acrílico, entonan con el techo y las paredes y contrastan con el suelo de microcemento.

Las cocinas abiertas deben diseñarse como un mueble más. Al menos ese es el pensamiento del Estudio MoserMur que en este proyecto en blanco jugó con la altura de la campana y las cajas de pino, a un nivel más bajo para facilitar su accesibilidad. Todo queda integrado tras los paneles de DM lacados, desde armarios hasta electrodomésticos. El comedor al lado armoniza con la madera de los cajones. 

¿No te atreves a mezclar diferentes tonalidades de madera? Las interioristas Gracia y Leticia de Amescua lo han probado en esta cocina blanca que se funde con la pared. Han utilizado detalles de madera clara, en el jardín suspendido o en la barra de la isla, y madera más oscura en la mesa de comedor. Y no es la única sorpresa que depara esta cocina lineal: la isla se puede trasladar donde se quiera ¡porque tiene ruedas!

¿Te gustan las cocinas vestidas con listones de madera? Esta, diseñada por la interiorista Gabriela Conde, combina dos tipos de revestimientos: unas tablas horizontales lacadas en blanco para las paredes y otras verticales en madera recuperada para los frentes de armarios. La ingeniosa combinación en blanco y madera le da un delicioso toque retro. 

Esta cocina parece sacada de una casa de campo gracias a los muebles con frentes alistonados, los tiradores de hierro y el gran fregadero tan característico de las casas de pueblo. Pero lo que realmente le aporta calidez es la madera de la encimera. Este material suaviza y da personalidad al blanco.

El color blanco y la madera van con cualquier estilo, ¡que se lo digan a esta cocina! Tiene las comodidades de hoy pero con una estética vintage que recuerda la antigua cocina de la abuela. Y todo gracias a la mesa restaurada a modo de isla, las vigas de madera blanca decapadas y la pared de piedra.

Una cocina blanca te da la gran oportunidad de decorarla con madera oscura, ya que el blanco multiplica la luz y agranda los espacios. Elige la madera para los muebles y opta por el blanco en la encimera y las paredes, así ganarás metros hacia arriba.

La madera no tiene porqué ser la protagonista del mobiliario de tu cocina, opta por muebles en blanco y destina la madera para complementar. El parqué es una manera muy cálida y práctica de combinar la madera con el color blanco. Si tienes espacio coloca un pequeño office para los desayunos, como se ha hecho aquí.

Las baldas de la cocina en madera dan calidez y naturalidad a la estancia, pero, ¿y si la eliges en la encimera? Es muy original, pero eso sí, deberás cuidarla y mimarla con productos específicos.

En esta escueta cocina se ha optado por el color blanco para multiplicar el espacio y darle luminosidad, pero también necesita un punto de calidez. Y ahí está la madera de la mesa para separar los dos ambientes: la cocina y el comedor.

Decorada sin estridencias, en esta cocina blanca domina la simplicidad. Para restarle frialdad se ha añadido un gran bloque de madera en la isla y unos taburetes con las patas de madera en un tono más oscuro.

Lograrás uniformidad en tu cocina si la diseñas en el mismo tono de madera que recubre las vigas y el suelo. También puedes mezclar la madera con zonas en las que predomine el blanco, como en paredes o en una parte de la barra. Así ganará en dinamismo y luminosidad.

Esta cocina blanca combina a la perfección la tonalidad de la madera de las vigas con la del mobiliario. Está estructurada en forma de 'U' de manera que la madera es visible desde cualquier perspectiva. El toque final son las sillas de mimbre del mismo tono. ¡Ideales!

¿Te encantaría añadir algo de madera a tu cocina blanca pero no sabes dónde? Lo más fácil es incorporar este material en pequeños elementos, como en las baldas o en la encimera. En esta cocina se ha elegido un modelo de grosor considerable que le aporta elegancia y carácter. 

En esta cocina se ha combinado una madera natural en el mobiliario con otra pintada de blanco, en las vigas del techo. Así, se consigue mayor sensación de altura y luminosidad.

En esta pequeña cocina la madera se ha utilizado en pequeños detalles que suman estilo, como en el marco de la ventana, en la estantería abierta y, también, al final de la isla, enmarcando el extremo para dar forma a la barra de desayuno.

Los armarios a medida bajo las ventanas, el murete que separa la cocina del office, las paredes, los estores, la mesa... Todo se tiñe de blanco impoluto, mientras que la carpintería de las ventanas y las patas de las sillas ponen la nota cálida con la madera.

La balanza, las cajas de metal, los sifones, los tiradores de los muebles... Son detalles vintage que nos transportan a las cocinas de los años 50. Esta diseñada en blanco dispone de encimera de madera a juego con los marcos de las ventanas que le imprimen calidez.

El blanco y el negro es un binomio muy utilizado en decoración, ¿y si le añades la madera? Aplica la regla decorativa del 60/30/10. En esta cocina se ha empleado el blanco como color dominante en el mobiliario de cocina, seguido del beis de la madera presentes en el suelo y la mesa del comedor y el negro como tercer color, usado en las sillas y detalles decorativos.

Las paredes blancas de esta cocina y el mobiliario de madera mitigan la frialdad del negro de la encimera. ¿Lo importante? El equilibrio decorativo.

La dureza del mármol blanco contrasta con la calidez y robustez de la madera alistonada del mueble de esta cocina. La clave de esta mezcla es la compensación.

¿Quién dijo que el blanco es el único color válido para una cocina pequeña? Añade calidez a la estancia con una robusta mesa y sillas de distintas tonalidades de madera.

En esta cocina el suelo, el techo, las paredes y todos los muebles son de madera. Su originalidad radica en la combinación perfecta del color natural con el acabado en blanco.

La combinación blanco y madera no está desterrada de las cocinas de estilo rústico o más tradicional. ¡Ni mucho menos! En este caso se ha sumado la nota de color crema en las paredes que hace de transición y suaviza el espacio.