Cocinas en L pequeñas, grandes y abiertas: aprende a organizarlas para exprimir el espacio
La planta de tu cocina condiciona (y mucho) su distribución. Una manera cómoda de planificarla es en L, una distribución perfecta para cocinas pequeñas y abiertas, pero también grandes
La distribución en L es perfecta sea como sea tu cocina. En cocinas pequeñas, esta manera de planificar los armarios te ayudará a sacarle el máximo partido. Pero si tu cocina es grande, el espacio te invitará a colocar una isla de cocina donde puedas colocar la zona de aguas y la de trabajo, dejando el almacenaje para uno de los laterales y la zona de cocción para el otro. Y, por supuesto, la distribución en L no falla en cocinas abiertas. Aprovechan el espacio, incluso si son pequeñas y solo aprovechan una pared y una pequeña parte de la otra. ¿Quieres verlo?
¿Qué es una cocina en L?
Las cocinas en L son las que se distribuyen en dos lados, creando un ángulo recto. Lo más habitual es que uno de los frentes sea mucho más largo que el otro. Se trata de una distribución habitual en cocinas pequeñas, pero también en cocinas abiertas. Se las conoce también como cocinas en ángulo o cocinas esquineras.
Errores al planificar una cocina
En el afán por exprimir cada centímetro libre de la cocina podemos caer en un error muy común: querer aprovechar por igual ambos lados. Si tu cocina es estrecha, olvídate de esta opción, ya que la zona de paso quedará muy reducida y resultará agobiante moverse por la cocina. Además, acentuarás el efecto tubo, resultando un espacio poco agradable. En estos casos lo mejor es una distribución de la cocina en L.
También puedes mitigar este efecto prescindiendo de los armarios altos en la zona más estrecha. Es una opción intermedia que te permite contar con armarios, pero sin recargar visualmente con ello la cocina.
Cómo distribuir una cocina en L
La diferencia entre una cocina cómoda y otra poco práctica pasa muchas veces por acertar con la organización de las tres zonas de trabajo. Así que tómate tu tiempo para dar con la distribución ideal.
El triángulo de trabajo
La teoría dice que la suma de los tres lados del triángulo de trabajo imaginario que forman las áreas de cocción, despensa y aguas no debería exceder los 6,50 m. Con ello se evita hacer recorridos antinaturales y forzados. Un consejo: tómate estas medidas como una guía orientativa, pero sin obsesionarte con ellas.
Ergonomía a medida
Es básica para trabajar cómodamente en la cocina. Aunque existen unas medidas estándar, valora adaptarlas a tu altura. No debería ser lo mismo planificar una cocina para una persona de 165 cm de altura que para una de 190.
Medidas básicas de una cocina
Armarios bajos: la altura de trabajo estándar para la mayoría de fabricantes está entre los 88 y 91 cm. Sin embargo, se podría modificar con solo aumentar el tamaño del zócalo o darle mayor grosor a la encimera, si el material lo permite. Valóralo.
Módulos altos: lo habitual es colgar los muebles altos a una distancia de 50 a 55 cm desde la encimera de trabajo. Se considera que este espacio es suficiente para tener una buena visibilidad de la encimera y los fuegos, a la vez, poder acceder a los armarios superiores sin dificultad.
Campana extractora: para una buena circulación del aire y rápida desaparición del humo se recomienda situarla entre 50 y 70 cm de altura respecto la encimera.
Encimera de trabajo: lo ideal es que alrededor de la placa de cocción y del fregadero haya una distancia mínima de 60 cm (45 cm en cocinas muy pequeñas). Esto garantiza un espacio libre cómodo para la manipulación y preparación de los alimentos.
Lavavajillas: si quieres evitar tener que hacer piruetas de malabarista cada vez que cargues y descargues el lavavajillas, conviene que dejes un espacio libre de al menos un metro. Si además quieres que otra persona pueda caminar detrás de él durante esta operación, debes ampliar unos 70 cm.
Ideas de cocinas en L
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Mobiliario, de Leicht, en Chef D'Oeuvre. Encimera, de Silestone. Taburetes, de Rivièra Maison, en Home Design. Alfombra, de Sacum.
El Mueble
1. Una cocina en L con planta cuadrada
Una manera de organizar una cocina cuadrada es planificar los muebles en L. Se trata de una distribución muy adecuada también si en una de las paredes hay una ventana. Incluso puedes hacer como en esta cocina y colocar una pequeña barra adosada a la pared. Para darle mayor amplitud y devolverle la que le quitan los muebles en gris oscuro, la interiorista Carmen Figueras instaló una pared acristalada con puerta corredera.
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Moboliario, diseño de Rafael Fullana, realizada a medida por Mobles de Cuina Bordoy.
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Una buena opción para espacios compartidos
En este pequeño piso, la cocina en L aprovecha todo el espacio posible y comparte espacio con el salón. Para aligerar su imagen, además de elegir un mobiliario blanco, se prescindió de los muebles en uno de los laterales.
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Mobiliario realizado a medida por un ebanista. Encimera de Silestone efecto mármol. Sillas, de Maisons du Monde. Pavimento de baldosas en espiga que imitan la madera.
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3. Con un lado a modo de barra de cocina
Esta cocina pequeña en L tiene todo lo que podría desear una más grande. Para contar con una barra de desayunos, uno de los lados se colocó a modo de península, creando una cómoda barra de desayunos. Pero el espacio, gracias a esta distribución en L cuenta también con un office con una mesa redonda que aporta calidez y estilo.
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Lámpara de techo, con pantalla de bambú, de Maisons du Monde.
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4. Una cocina en L con office
Para aligerar el espacio de una cocina en L una gran opción es evitar colocar módulos altos y sustituirlos por unos estantes abiertos. No perderás todo el almacenaje, pero el conjunto se verá mucho más liviano.
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Cocina de Enedós, con encimera de Naturamia y muebles de Leicht. Apliques, de Jieldé, en Avanluce. Alfombra, de Papiol.
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5. Una cocina cuadrada en L
Si no quieres renunciar al almacenaje en una cocina en L, coloca módulos altos en uno de los lados, pero deja el otro libre. Si, además, como en esta cocina la pared está bañada por la luz, la luminosidad y la amplitud no se verá comprometida.
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Mobiliario, de Leitch con encimera de Naturamia, todo en Enedós. Mesa, de Westwing. Sillas, de Tolix. Papel vinílico, de Andrea Zarrulequi para Coordonné. Lámpara Ond'a, de Hind Rabbi, en Home Design.
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Deja algún mueble abierto
Y en el lado en el que hay módulos altos y bajos, planifica también una zona con estantes que ayude a dar un look más ligero a esa pared de la cocina. Los puedes utilizar para tus libros de cocina o como mueble de desayunos. ¡Tu eliges!
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Mobiliario, diseñado por Bäse Interiorismo, realizado por Camacho Construcciones. Encimera Kairoa de Dekton, en Cosentino. Mesa, modelo Kerala, de Tusmesasysillas.com. Lámpara, modelo Clavel, en Primeravenida
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6. Una cocina en L y abierta
A la hora de planificar la zona de trabajo en una cocina en L, las opciones no son muchas. Lo habitual es colocar el área de cocción y de aguas en un mismo lado, dejando algunos módulos libres como zona de trabajo. Para aprovechar más el espacio, emplea la pared pequeña para la columna del horno y el microondas.
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9 ideas de cocinas modernas
El Mueble
9 ideas de cocinas modernas
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Armarios de cocina, de Segalia. Grifería, de Luisiana. Horno y vitrocerámica, de Whirpool. Alfombra, de Coitlin.
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7. Una distribución en L y muy rústica
En una cocina en L y abierta, lo mejor es tratar de panelar todos los electrodomésticos que sea posible. En esta, el frigorífico –en la pared del fondo– está completamente panelado con el mismo diseño que el resto de muebles, pasando completamente desapercibido. A su lado, una vitrina abierta ayuda a aligerar el espacio.
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Armarios de cocina, de Segalia. Grifería, de Luisiana.
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Adaptándose a los elementos
En casas o pisos pequeños, la ubicación de la cocina responde la mayoría de las veces a una cuestión de funcionalidad. Pero esa funcionalidad puede verse afectada por los elementos arquitectónicos. ¿Lo mejor? Adaptar el mobiliario a los elementos. Aquí se ha salvado la ventana con un mueble bajo que sirve también como banco.
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Mobiliario diseño de Anna Vendrell y realizado por un carpintero. Encimera imitación piedra de Neolith.
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8. Una cocina en L con sorpresa
Esta cocina pequeña y algo alargada se ha distribuido en L con el objetivo de dejar el otro lado completamente libre (en la siguiente foto verás por qué). Como en otros ejemplos de esta galería, los estantes abiertos y la ausencia de módulos altos, aligeran su imagen.
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Cerramientos diseño de la decoradora. Barra de madera recuperada por Paletto’s Furnature. Taburetes de Casual Solutions
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Una pequeña barra con office
Y este es el motivo por el que esta cocina se ha planificado con una distribución en L. Además de contar con unas paredes y puertas de cristal que dejan pasar por completo la luz, se ha colocado una cómoda barra de desayunos de madera.
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Muebles de cocina de Ikea.
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9. Con un office para dos
Esta cocina se ha aprovechado al máximo con una distribución en "L" del mobiliario, situando un pequeño office para dos en un extremo.
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Sillas, en Mercantic.
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Blanco y verde, a dúo
En esta cocina se ha jugado con el color para separar visualmente la zona de trabajo, toda en blanco, del rincón de office, con paredes y sillas en verde.
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Cocina en L con office en el medio.
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10. Aprovechar cada cm
Al planificarse hasta el techo, se aprovecha al máximo el espacio. Los electrodomésticos –nevera, horno y microondas– se han reservado para el extremo de la "L".
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Muebles realizados por Fusteria Guitart.
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Juntos, pero no revueltos
En este ático, cocina, comedor y salón comparten un espacio común, con la cocina con muebles blancos para que resulte más ligera y se integre mejor en la decoración.
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Muebles de Cocinas Pinto.
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11. Con encanto campestre
Esta cocina es tan coqueta como bien aprovechada. La grifería y el horno, de estética retro, refuerzan su look campestre y tradicional.
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Sillas de Muebles Moon.
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Con el comedor contiguo
Abierta al comedor, se optimiza cada centímetro de la cocina. Además, la relación entre ambos espacios es más fluida y cómoda.
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Mobiliario diseñado a medida por el arquitecto Albert Pascual.
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12. ¡A todo color!
Pequeña no siempre tiene que significar blanca. Y para prueba, esta cocina, que combina un mobiliario lacado en rojo brillante y un techo verde.
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Cocina en L techos y suelos en verde.
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Aligerar en blanco
La zona de armarios altos, para aligerarla visualmente, se ha planificado en blanco, creando una cocina tan práctica como original y divertida.
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Mobiliario, en Maestro Canet.
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13. Capaz y ligera
Para no recargar el espacio, se ha prescindido de armarios altos en el tramo de pared más largo, reservándolos para la zona de los electrodomésticos.
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Cocina abierta con distribución en L.
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A juego con el comedor
Al compartir un espacio común, cocina y comedor han unificado materiales, siendo la madera la opción elegida, que da un plus de calidez a un espacio abierto y en blanco.
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Mobiliario de la cocina de Dismuco.
El Mueble
14. En blanco
Desde el mobiliario de la cocina hasta la mesa y sillas del office, todo en esta cocina se ha planificado blanco, creando un decorativo contraste con las vigas de madera oscura.
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Cocina rústica y pequeña en L.
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15. De madera
Esta cocina ha rentabilizado cada centímetro disponible con un mobiliario a medida que combina armarios con una zona de baldas para no recargar el espacio.