¿Cómo quieres que sea tu cocina? ¿Discreta, atemporal, luminosa, fácilmente combinable con el resto de elementos decorativos? ¿O, por el contrario, quieres que la cocina sea el corazón de la casa e imán de todas las miradas? Son preguntas que no está de más hacerse antes de enfrentarse a la reforma de la cocina, porque la respuesta a estas cuestiones te dará claves sobre si te va más una cocina blanca o lo tuyo son las cocinas con color.
Y las dos opciones son igual de acertadas, aunque cada una tiene sus pros y sus contras. ¿Lo importante? Conocerlos de antemano y asumir sus ventajas, pero también sus limitaciones. ¿Empezamos?
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Mobiliario, modelo Marco, de Santos. Encimera, de Neolith. Pantallas de las lámparas, de IKEA.
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Las cocinas blancas son más luminosas
El blanco es el color más luminoso de la paleta cromática. De hecho, puede reflejar hasta el 96% de la luz. De ahí que sea una opción perfecta para cocinas con poca luz natural. Apuesta por el total look –paredes y muebles– y verás cómo la claridad de tu cocina se multiplica.
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Cocina pequeña con muebles en blanco brillo.
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Y regalan amplitud
En cocinas pequeñas y ante la falta de metros, no lo dudes: apuesta por el blanco. No ganarás metros reales, pero lo parecerá, ya que la cocina se verá visualmente más amplia. Además, para sumar luminosidad puedes elegir los muebles con un acabado brillo, de manera que la luz se verá aún más reglejada.
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Mobiliario, de Toni Cabello. Encimera de Silestone y madera.
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Las blancas con más ligeras visualmente
La cocina es una de las estancias de la casa que reúne más armarios por metro cuadrado. Al elegir los muebles en blanco minimizas su presencia y su peso visual, sobre todo si optas también por módulos altos, como se ha hecho en esta cocina abierta al salón.
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Cocina con mobiliario de Leicht para Meine Kutchen. Taburetes de Superstudio.
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Y ofrecen un look atemporal
Una cocina en blanco nunca pasa de moda, por lo que podrás disfrutar de un espacio actual a pesar de que las tendencias cambien. Si la eliges con un diseño sencillo y sin tiradores te aseguras que nunca pase de moda.
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Lámpara de DCW y muebles modelo Época de Santos.
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Las blancas son más versátiles
El blanco es la base ideal para cualquier estilo decorativo: encajará perfectamente en cocinas modernas, rústicas, nórdicas, clásicas, minimalistas… Buena prueba de ello es esta cocina, de estética clásica, proyectada por la interiorista Natalia Zubizarreta.
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Muebles de cocina diseñados y realizados por Pino del Valle de donde proceden la mesa con el sobre de gres porcelánico que imita mármol. Pavimento de mosaico hidráulico de Secretos del Sur.
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El blanco combina con cualquier color o acabado
El blanco es la suma de todos los colores básicos, de ahí que sea el lienzo perfecto para combinar con cualquier color de la paleta cromática, ya sea en paredes o pavimento o en textiles o complementos. En esta cocina, se ha combinado con unas lámparas azules de look industrial, un antepecho con acabado marmolado y elementos en dorado. Incluso se ha colocado un atractivo suelo hidráulico delimitando la isla. Ideal, ¿verdad?
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Mobiliario realizado a medida por Rodes Arquitectura & Diseño. Encimera modelo Estatuario de Neolith. Fregadero, de Poalgi. Grifería, de Roca.
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Pero pueden resultar un poco frías
Si se abusa del color blanco, se pueden crear atmósferas demasiado frías, algo poco agradable en una cocina, donde se busca un ambiente más acogedor. Para contrarrestarlo, deberás añadir elementos que aporten calidez. La madera es el más adecuado. O, al menos, el acabado en madera. Aquí, la interiorista Ángeles Rodes colocó unas lamas de pino tintado a modo de antepecho, pero recuerda que también hay porcelánicos o baldosas autoadhesivas de PVC que imitan este material a la perfección. ¿Más sitios en los que puedes colocar madera para dar calidez? ¡En los suelos!
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Muebles y encimera porcelánica, de Cocinas Santos.
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Y puede ser aburrido
El blanco es acromático, y esta neutralidad puede hacer que una cocina toda en blanco, como esta, sea percibida como sosa, con falta de chispa o feeling. Esto puede corregirse fácilmente apostando por notas de color en los textiles, paredes o pavimentos, y en los complementos.
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Mobiliario diseño de Egue y Seta y realizado por Disseny9 Evo.
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Las cocinas de color son más sufridas
En comparación con las cocinas blancas, las de color resultan más sufridas, sobre todo si apuestas por acabados mates, ya que en el brillante se aprecian mucho más las marcas o las huellas. Esta cocina, de color azul y con los tiradores en madera, es del Estudio Egue y Seta.
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Muebles de Santos con tiradores de Formani, encimera de piedra natural mod. Portobello de Naturamia, apliques de Faro y pavimento porcelánico de Himmabisa.
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Las cocinas de colores cálidos son más acogedoras
Sobre todo si apuestas por colores como el beige, el topo o el crema, con el que se ha proyectado esta cocina. El color es una manera de suavizar la frialdad, a veces inherente, de las cocinas, con mucha presencia de acero por los electrodomésticos (horno, campana, nevera, microondas...). Esta cocina es un proyecto de la interiorista Sandra Vergara.
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Muebles y mesa obra de Ebanistería Landa. Lámparas de Mambo Unlimited Ideas, en TAO.
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El color es un aliado para separar espacios
En cocinas abiertas al salón o al comedor, apostar por el color puede ser un recurso para delimitar visualmente ambos espacios y dotarlos de personalidad propia. Aquí, por ejemplo, la cocina con armarios en negro y madera se diferencia del salón, decorado en tonos blancos.
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Mobiliario diseño de Deulonder Arquitectura Domèstica
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Y hace las cocinas más personales
Una cocina con color siempre será más auténtica, personal y con carácter que una blanca, que es más discreta y puede pasar más desapercibida dentro de la decoración de la casa. Esta de color verde y con aires campestres está en un piso en Barcelona, ¿verdad que no lo parece?
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Mobiliario, de Leicht, en Chef D'Ouvre. Encimera, de Silestone. Taburetes, de Rivièra Maison, en Home Design. Alfombra, de Sacum.
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Las cocinas de color son más elegantes
Sobre todo si apuestas por tonos profundos como el gris, muy de moda, y por qué no, el negro. Esta cocina demuestra que, usado con criterio, el gris profundo puede crear cocinas estilosas, con mucha fuerza y atemporales. Es un proyecto de las decoradoras Chari Manzano y Tersa Asensio, que combinaron el mobiliario en un acabado oscuro, con un cálido suelo de madera y un antepecho en acabado en mármol.
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Mobiliario, diseño de Kravat 2. Encimera, de Neolith.
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El color es más arriesgado
Apostar por el color siempre es un riesgo frente a la neutralidad y discreción del blanco. Mientras una cocina en blanco puede resultarte indiferente, una cocina con los armarios en verde, o te gusta mucho o nada. Esta cocina, por ejemplo, es una declaración de amor por el verde. Combinado con el verde crea un conjunto de lo más personal y descarado.
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Mobiliario, realizado a medida, por Indecoba. Encimera, de Neo
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Destina el color a las paredes
Uno de los peligros de apostar por el color en la cocina es que, con el tiempo, te llegue a cansar. En este sentido, un recurso es reservar el color para las paredes, como se ha hecho aquí, porque siempre es más rápido de renovar el color de las paredes que de los muebles.
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Papel pintado, de Leroy Merlin. Fregadero y grifería, de IKEA.
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Los acompañantes adecuados
A diferencia del blanco, que queda bien con todo, apostar por una cocina con color conlleva mirarse muy bien con qué materiales, diseños y acabados se combina para que el conjunto quede armónico y los muebles no se acaben dando patadas con el suelo. Aquí, el azul cielo se ha 'calentado' con la encimera de madera, iluminado con el antepecho de azulejos blancos con acabado brillo y alegrado con el papel pintado de motivos generales que sustituye los muebles altos y aporta personalidad.
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Mobiliario a medida, según diseño de Paula Duarte. Encimera, de Silestone. Fregadero y grifería, de Franke. Lámparas, de Maisons du Monde. Pavimento hidraúlico, de Equipe cerámicas. Papel pintado, de Scion.
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Ante la duda, ¡mezcla!
Si no eres capaz de decidirte, has de saber que una de las últimas tendencias en cocinas es mezclar diversos acabados en los muebles de la cocina. Mira lo que hizo aquí la interiorista Paula Duarte. Colocó muebles blancos en la parte superior, de manera que multiplican toda la luz, aportan amplitud y luminosidad (todas las ventajas que hemos repasado). Mientras, para los muebles inferiores se decantó por un color topo, que aporta calidez, elegancia y personalidad. Los detalles en negro ayudan a modernizar.
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Muebles diseño de Molins Design y encimeras de Inalco.
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Gris y madera
Y no solo puedes combinar colores claros. Esta cocina es un buen ejemplo de que el gris y la madera son compañeros destinados a entenderse. Lo ideal al elegir un mobiliario en dos colores es encontrar un nexo de conexión y un objetivo en común. Aquí Asun Antó eligió una cocina con muebles grises, a los que aportó calidez mediante la madera del resto de frentes de armario.
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Cómo renovar la cocina con chalk paint en un fin de semana
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Cómo renovar la cocina con chalk paint en un fin de semana
¿Te hemos convencido para cambiar el color de tu cocina? Pues debes saber que puedes hacerlo en solo un fin de semana pintando los muebles con chalk paint. En este vídeo te contamos cómo se hace paso a paso.