Los 60 baños rústicos de El Mueble más deseados

Los baños rústicos tienen madera en mayor o menor medida. Pero para lograr ese aire de casita de montaña o cabaña de madera recurre a este material cálido y natural por excelencia (que también es para el baño) no solo en el mobiliario sino en las paredes y techos. Y los mismos principios sirven para decorar cocinas rústicas. 

Porque también aporta naturalidad y esa textura tosca que tanto ambiente aporta a un baño cuando se busca el estilo rústico. Este proyecto combina tres acabados infalibles: madera, piedra y cemento pulido o microcemento. Además, el mueble de obra es otro de los must de los baños rústicos.

El estilo rústico y el vintage comparten elementos. Por ejemplo, como en este baño, una bañera exenta de diseño retro pone una nota sofisticada y especial en un baño sin romper el rústico que aportan los revestimientos de madera. Escoge una bañera esmaltada en color y de líneas sinuosas o una más actual de material sintético para poner una nota que contrarreste el peso rústico.

Porque griferías y detalles como toalleros o molduras de los espejos en color negro actualizan. Así que si quieres un espacio rústico renovado inspírate en este baño donde el microcemento en tono crudo reviste las paredes y el suelo. Para el mueble del lavabo (qué importante es un mueble de baño rústico adecuado) unos estantes de madera, un lavamanos de piedra y esas pinceladas en negro.

En este baño hay dos elementos que ayudan a llevar el estilo rústico al baño: el espejo -que también es un diseño en hierro a medio camino entre el retro, el industrial y el rústico- y el mueble del lavabo, una mesa sobre la que se instalan dos lavabos sobreencimera. La grifería mural concede espacio al mueble.

Si no quieres abusar de la madera en los revestimientos del cuarto de baño, opta por esta solución que combina madera en una pared -la del lavabo- y techo y baldosas cerámicas en el resto. Esto te asegura el contacto con el agua en la zona de la ducha sin problema. La elección de un azulejo cuadrado de superficie rugosas acentúa el estilo rústico.

A la madera y al azulejo (también cuadrado, esmaltado en brillo en este caso pero de textura irregular) se suma el microcemento y la baldosa hidráulica en el suelo. ¡Todo un acierto! Y es que los baños rústicos también se decoran con estos revestimientos tradicionales que aportan colorido y estampado. ¿Qué te parece?

Porque aporta mucho en un baño rústico. Basta con revestirlo con listones de madera y/o dejar vigas vistas (si son recuerpadas y originales de la vivienda mucho mejor). En este proyecto de las decoradoras Marina y Laia Reguant se ha optado por un estilo decorativo rústico actualizado con madera presente en el techo, alguna pared y mueble bajolavabo pero otras superficies lisas y despejadas.

Este baño rebosa rusticidad gracias al detalle del techo que, como comentábamos anteriormente, combina un revestimiento alistonado y vigas de madera en tono oscuro. Los azulejos en tono gris verdoso suave son un acierto que pone una nota de color sin restar luminosidad. Y como mueble de lavabo un diseño de peana abierto muy ligero en madera con lavamanos de porcelana blanca.

Este estilo decorativo es también para baños pequeños e, incluso, aseos. Lleva la madera a ellos pero en tonos naturales o blanqueada para no saturar el espacio. Si hay ventana -como en este proyecto- aprovéchala porque es un plus que hace que todo se sienta más espacioso. Y opta por un mueble de baño rústico liviano, estantes o un módulo abierto o suspendido.

Elementos rústicos, como las vigas de madera, el suelo de madera raw o los lavamanos de piedra, se dan la mano con detalles más actuales, como la grifería cromada empotrada. El resultado: un baño que reúne lo mejor de ayer y de hoy.

Rústico no está reñido con actual. Y buena prueba de ello es este baño, con un bajolavabo volado de madera y un banco a medida que aprovecha el hueco bajo la ventana. 

En este baño de estilo rústico se ha actualizado el mueble bajolavabo, diseño de Integra, a juego con el suelo de madera y las vigas. Para aligerar visualmente el conjunto y darle un toque más contemporáneo, las paredes y la ducha se han revestido de microcemento.

Y la madera, en techo, carpintería y vigas, y las paredes y el pavimento de un intenso marrón chocolate, contribuyen a crear este efecto. El mueble bajolavabo es un diseño de Vicenç Torrent. 

Revestido de madera, como si de una cabaña de montaña se tratara, este baño aúna una estética rústica con detalles de corte industrial, como el frontal de la encimera de hierro pintado en nergro a juego con las vigas y el marco del espejo.

Paredes, suelo y el muebla bajolavabo se han revestido de microcemento, lo que da un toque muy actual al baño a la vez que unifica el espacio ampliándolo visualmente.

De este baño abuhardillado lo que llama la atención es el suelo, que aunque se trata de baldosas, simula la tela. Es una propuesta de Neocerámica.

Con una gran ducha de obra, que salva el desnivel del techo abuhardillado, y un completísimo bajolavabo, realizado por el carpintero Antonio Sánchez Olmos, los pocos metros de este baño se han rentabilizado al máximo.

Aunque son dos colores muy actuales, se pueden llevar a un bañom rústico como se ha hecho aquí. El revestimiento de cantos rodados oscuros del plato de ducha es un acierto y aporta textura. Aunque en las paredes, las baldosas lisas resultan más actuales, el contrapunto lo introduce la madera natural del mobiliario y espejo.

El mobiliario, las vigas en blanco y las paredes con papel pintado dan a este baño rústico un toque provenzal con un aire romántico. Y es que, como ya hemos visto, el rústico convive muy bien con otras tendencias decorativas.

Desde la bañera exenta –una pieza que procede del estudio del decorador Jean-Pierre Martel– o la encimera de piedra natural hasta el pavimento de mosaico hidráulico.

Pequeño no está reñido con personal. Y como ejemplo de baño pequeño rústico este baño, con un sabor vintage gracias a la encimera de madera recuperada y decapada a juego con la puerta y el espejo.

En este baño de buhardilla se ha salvado el desnivel del techo con una distribución muy cuidada de los elementos y soluciones a medida, como el espejo o la mampara de la bañera, que resiguen la inclinación del techo.

Ni oscuro ni muy rústico. Este baño rústico demuestra que se puede disfrutar de un baño con sabor a campo sin tener que apostar por maderas oscuras. El mueble, de Carpintería Puig Fernández, se ha decapado, a juego con el espejo.

Este baño se ha organizado de manera simétrica para que cada miembro de la pareja cuente con su propio espacio personal. Los muebles de obra revestidos en microcemento son su seña de identidad.

Un mueble recuperado da aire rústico por sí solo. Este baño tiene carácter y personalidad gracias a la nota que aportan los complementos. Pero es un ejemplo del rústico más tradicional, ese que apuesta por las maderas oscuras.

Tiene un sabor de montaña y, a la vez, resulta ligero gracias a las lamas de madera pintadas en blanco.

Con paredes de piedra y bañera y pavimento revestidos de madera. Esta es otra forma de integrar una bañera en un baño de estilo rústico. Toma nota del detalle del espejo de la pared, un diseño con moldura ornamentada.

El mueble bajolavabo de madera de iroco, a juego con el espejo, es la nota cálida de este baño, en el que paredes y pavimento dan un toque sobrio.

Desde la encimera y el mueble bajolavabo abierto, de aire tradicional, hasta la ducha: todo en este baño con sabor a campo es de obra. Las paredes se han encalado como se hacía antaño, lo que le da un plus de autenticidad.

Y es que aunque lo parece, el revestimiento de la madera es cerámico, aún así, da un aire rústico muy especial a este baño.

Añádele toques como una lámpara de lágrimas y el efecto será inmediato. Mueble bajolavabo de obra con encimera de madera.

 Mobiliario de madera de pino de Flandes, realizado por Integra. Bañera, de Roca. Pavimento y techo de madera de pino.

Este pequeño aseo demuestra que los pocos metros se pueden combatir, no solo con soluciones a medida que expriman cada cm útil, sino también con color. En este caso, se ha optado por un gris intenso que unifica paredes, muebles y techo.

Este baño aúna un look campestre con un toque bohemio muy personal. Y con todas las comodidades de hoy en día, como la bañera de hidromasaje. 

Mueble bajolavabo de madera decapada con lavamanos sobre la encimera. De Arianne Jiménez Baladía y Rafael Campins. 

Este baño se ha integrado en la zona de juegos de esta buhardilla gracias a la unidad de materiales: unificando paredes y techo, con lamas de madera blanqueadas y verticales para ganar sensación de altura, y con el mismo suelo. Es un proyecto de la arquitecta Cristina Carbonell.

Perfecto para compartir, ya que cuenta con dos lavamanos muy cómodos, este baño aúna una estética actual con sabor rústico. 

Este baño es pequeño, pero se ha aprovechado al máximo con soluciones a medida y una distribución adecuada al espacio: la bañera se ha dispuesto en la zona de menor altura y el lavamos, en la más alta. El espacio, que salva la altura del techo, ayuda a ampliar el espacio.

Un gran lavamanos de pedestral preside este baño que recuerda a los típicos de las casas de campo de antaño.

Un lavamanos de obra, con una balda y cestas de mimbre. Tan sencillo y tan "dulcemente" rústico. Encimera con un gran lavamanos integrado y balda de obra. De Ana Generó.

¿No te encantaría darte un baño bajo este techo abuhardillado? Espacioso y con la madera y la piedra presentes en los revestimientos. La ubicación de la bañera destaca y organiza el espacio. Además se ha revestido con paneles de madera.

Pocas piezas pero escogidas. Así es este baño, con una gran pila recuperada de mármol, una balda en acabado natural a modo de bajobalabo y un espejo redondo inspirado en el icónico Adnet.

Una cortina separa el dormitorio de este baño, que ha matizado su esencia de campo con piezas de diseño más actual, como el espejo sin marco o el bajolavabo de obra de líneas rectas.

En este baño con sabor rústico el protagonismo recae en el original revestimiento de la pared de la ducha, un porcelánico que imita palés antiguos y que procede de Luzio.

El mueble bajolavabo, una pieza recuperada por Brocante Rocamora, es el gran protagonista de este baño. A pesar de ser pequeño, su decoración se ha cuidado al detalle, con un arrimadera que combina baldosas cerámicas con un papel pintado que simula una textura textil.

De campo y, a la vez, muy actual. Así es este baño, que cuenta con un gran lavamanos doble y una zona de baldas para tener a mano las toallas. La ducha de obra se ha dejado con el paso abierto, para un acceso más cómodo, y cuenta con un acristalamiento con cuarterones de hierro, que da un contrapunto industrial.

Este baño aúna una arquitectura rústica, con el techo con vigas de madera vistas, y con una estética actual, con un bajolavabo de líneas rectas y una gran ducha de obra con una mampara minimalista. 

Gracias a las paredes y al suelo de un color chocolate y al mueble bajolavabo de madera, que da un aire sobrio y en clave masculina a un baño rústico XS. El mueble es un diseño de Vicenç Torrent. 

Las vigas de madera, las entrevigas de barro cocido, el suelo con mosaico de teselas de corte irregular... En este baño todo respira un sabor tradicional aunque se trata de elementos de nueva construcción. 

Este baño resulta personal y especial por el mueble de color verde que destaca en la pared. Se trata de un diseño ornamentado y abierto que se completa con una encimera de mármol. Los revestimientos encajan a la perfección.

Paredes, techo abovedado y mobiliario se han pintado en un blanco roto cálido que llena de claridad un espacio personal de arquitectura tradicional. El mosaico hidráulico es de Rajoleria Llensa.

La madera es la protagonista de este baño, que reviste paredes, techo y pavimento. La original bañera es un abrevadero de cinc para vacas comprado en una cooperativa agrícola y reconvertido en bañera.

Este baño, con un sabor provenzal, aúna un aire campestre con toques clásicos, como la butaca, los espejos con marco labrado y los apliques.  

Unidad de materiales y de colores convierten a este baño en un anexo del vestidor contiguo, ya que ambos espacios comparten el mismo suelo de madera y el mobiliario de cemento. 

En este baño con sabor a campo el color es el protagonista, con las vigas pintadas con pintura al temple a juego con el armario recuperado. 

La arquitectura de este baño, con un techo de bóveda catalana con ladrillo visto y un pavimento de barro, son su carta de presentación. Las paredes se han pintado de azul con un acabado esponjado, que da personalidad a un espacio tradicional muy singular. 

El tocador, pintado a juego con las paredes de piedra y el techo de madera, es una pieza recuperada reconvertida en mueble bajolavabo. 

Rústico no siempre es sinónimo de oscuro. Y buena prueba es este baño con un aire provenzal. El suelo de lamas de madera de pino y las paredes y vigas en blanco, aligeran un espacio que transmite serenidad y una pátina vintage. 

Es imán de todas las miradas, y es que su ubicación privilegiada, frente al gran ventanal y como separación entre la zona de cama y el baño, la convierte en protagonista indiscutible de este baño en suite.