5 looks diferentes y 20 fotos para tu recibidor: muy El Mueble, urbano, campestre, romántico y minimal

¿Qué tienen los recibidores de El Mueble que los hacen tan peculiares? Si te fijas, en ellos nunca faltan una consola, un espejo y flores. Este amueblado por la interiorista Ingrid Berni es buen ejemplo de ello: una consola de madera decapada con capacidad de almacenamiento, un espejo de cuarterones a juego y un vistoso ramillete de flores en una jarra de cerámica. Ingrid además ha añadido una lámpara de mesa muy ligera. ¡Perfecto!

Además de las consolas, las cómodas y aparadores son otro básico en nuestras entradas. En este recibidor, la interiorista Dafne Vijande ha apostado por un modelo clásico, de esos que no pasan de moda. En madera de roble con dos puertas y tres cajones, resulta ideal para guardar revistas, vajilla o ropa de mesa. Sus patas oblicuas le dan cierto aire nórdico. Sobre él descansa un espejo dorado de estilo retro y un jarrón con flores.

¡Nos encanta el estilo rústico chic! Por eso, no es de extrañar que otro de los recibidores top con el sello El Mueble sea de este tipo, con muebles de madera maciza sin tratar. En este de la imagen, la interiorista Teresa Asensio se decantó por una consola en madera natural que deja ver sus nudos y vetas. Para decorarla eligió piezas de fibra y, en contraste, un espejo ventana con cuarterones negro.

En la decoración de recibidores, otra versión muy El Mueble es esta de la imagen, clásica y atemporal: con una cómoda en madera maciza de aire rústico pero muy actual. La ha elegido la interiorista Meritxell Ribé y le va como anillo al dedo a este espacio decorado con arrimadero y papel pintado con textura. En esta ocasión, el espejo se ha sustituido por una obra de arte. ¡Y también nos identificamos con su estilo!

Las casas de las grandes ciudades cuentan con un obstáculo insalvable: los metros. Si tu casa cuenta con un recibidor pequeño y estrecho, lo mejor es amueblarlo con un mueble ligero que desahogue la estancia. La interiorista Paula Duarte se ha decantado por esta consola en madera y metal con posibilidad de almacenamiento inferior, si le incorporas unas cestas. Le acompaña un espejo redondo que aporta dinamismo. El beis de paredes y alfombra le dan un toque acogedor. Una solución fantástica para un recibidor urbano. 

Decorar con espejos es tendencia. Los de cuadrícula son vuestros preferidos a la hora de amueblar un recibidor urbano. En este de la imagen, clásico pero no aburrido, el interiorista Rubén de Matea ha optado por una consola ligera en madera y mármol, decorada con una lámpara de sobremesa y jarrones de cristal. Sobre ella, un espejo de cuarterones ovalado le infunde movimiento.

Otra excelente opción para un recibidor urbano es que solvente el problema de almacenamiento. Este recibidor moderno de la imagen lo logra con creces gracias a su amplitud. En él, la interiorista Elena Eyre no solo ha ubicado una consola y un banco sino que camufló en una pared panelada unos armarios empotrados, perfectos para guardar abrigos y maletas en la parte superior. Una solución ingeniosa para despejar el interior de la casa. ¿Otro truco para actualizarlo? Pintarlo todo de gris.

Tener espacio suficiente para calzarse y descalzarse cómodamente sentadas, ocultar zapatos y botas, y dejar abrigos, bolsos y mochilas sin alterar el orden es otra de las aspiraciones en los recibidores urbanos. En este queda todo recogido gracias a sus bancos corridos con capacidad de almacenamiento, sus estantes, perchas y armarios. 

A veces, lo más sencillo es lo que funciona. De nuevo una consola ligera sirve para amueblar este recibidor urbano. Las interioristas Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font la han decorado con jarrones pequeños con un toque verde. En la pared han optado por enmarcar en gris un par de láminas botánicas, una buena manera de llevar el campo a la ciudad. Una alfombra de fibra natural aporta calidez.

¿Tienes una casa en el campo? Atenta a cómo integrar los muebles del recibidor en ella y conservar su carácter rústico. La interiorista Dara Díaz ha elegido una mesa con personalidad para decorar la entrada de esta masía. Es de madera de pino reciclado, redonda y de un solo pie. El toque verde es esencial, bien sobre la mesa o con una planta XL en el suelo, arropada por un cesto de fibra, como la alfombra. En la pared, un espejo de acabado envejecido le da ese puntito artesanal, de pieza con historia.

En los recibidores rústicos, la madera es el material principal. En este, decorado por la interiorista Marta Tobella, la protagonista es una consola. Se ha elegido de madera clara, como la escalera decorativa, para darle luminosidad. Y con una balda a la vista que almacena cestos. Sobre ella, un espejo grande amplía la estancia. La fibra es la gran aliada de la madera. Ambas consiguen que el recibidor sea un espacio cálido y acogedor.

Los paseos por el campo llenan el calzado de tierra y polvo o, peor aún, de barro, cuando llueve. Colocar un banco a la entrada, evitará que pases la suciedad al interior de la casa. En este recibidor campestre, las interioristas de Interior Facelift, han optado por crear un práctico banco de obra, ideal para descalzarse. Una alfombra de fibra es más fácil de limpiar que una de lana. Los textiles en azul, a juego con la carpintería, le dan un toque fresco, muy Mediterráneo.

¿Y qué tal un recibidor que lo tenga todo? Un lugar cómodo donde sentarse, sitio para colgar y almacenar, una estética rústica... Este de la imagen lo cumple. Ha sido diseñado a medida por la interiorista Gabriela Conde. Realizado con listones y tableros de madera y lacado en ese verde provenzal acentúa su esencia campestre.

Si tienes una casa en el campo y quieres darle a la entrada un toque fresco, que se intuya la cercanía del mar, inspírate en este recibidor de verano y estilo campestre decorado por Mireia Pla. La interiorista ha elegido una consola ligera de madera reciclada, cestos repletos de lavanda y una alfombra de fibra decorando la pared.

¿Quieres darle a tu recibidor un toque femenino? Te encantará este distribuidor, diseñado por la interiorista Marta Miquel, envuelto en un romántico papel de flores. Para no quitarle protagonismo, Marta ha creado una sencilla consola volada en hierro y madera, decorada con un jarrón mini y un espejo redondo. Una banqueta tapizada y un perchero de madera lo completan.

Un mueble decapado le dará a tu entrada un aspecto decadente, muy en consonancia al espíritu lánguido del Romanticismo. En este recibidor la cómoda con acabado envejecido queda fenomenal delante del arrimadero blanco. Este comparte pared con un papel pintado botánico muy delicado. Una lámpara de sobremesa artesanal aportará una luz tenue a la estancia.

La decoración romántica suma adeptos. Amuebla la entrada de tu casa con una pieza de anticuario y lograrás un golpe de efecto espectacular. En este recibidor de la imagen, se ha elegido un secreter en madera clara con capacidad interior. Rejuvenécelo con complementos chic que le den vida, como un cuadro, una lamparita de sobremesa y un ramo de flores.

¿Y los recibidores mini, cómo se decoran? Con muebles pequeños que no le resten metros. En este de la imagen, por ejemplo, la interiorista Asun Antó eligió una consola volada que, pintada de blanco, se mimetiza con la pared haciéndola casi desaparecer. Sobre ella, un espejo de cuadrícula y un ramito de flores. El problema de almacenamiento Asun lo solucionó depositando un cesto de fibra en el suelo.

La estética minimalista se basa en una decoración básica. Si no te gustan los muebles grandilocuentes, entonces te encantará esta entrada con un sencillo banco de madera y enea y una planta XL. Los ha elegido la interiorista Asun Antó y para que no se viera la escalera desde la puerta ha ideado una celosía de madera que la oculta.

¿Te gustaría tener una consola en tu recibidor minimalista? Las hay pequeñas, de apenas 40 cm de ancho, que sirven para decorar un rincón sin que llamen la atención. Esta de estilo clásico, elegida por Redlinks, se ha decapado dejándola ligeramente blanquecina. Sobre ella se ha dispuesto una lámpara de sobremesa y un ramo de flores. En la pared, un espejo discreto acompaña a este recibidor súper sencillo.