65 salones de primavera alegres, fresquitos y ¡a todo color!

Utiliza los complementos para conseguir ese punto fresco y primaveral. Emplea los cojines con colores que contrasten entre sí, como los rojizos y verdosos que ha empleado aquí Natalia Zubizarreta. Y si colocas flores, que sean de las mismas tonalidades. ¡Efecto wow asegurado!   

Si quieres que en tu salón siempre sea primavera, haz uso de una tapicería florida, como esta de estas butacas. Para que no te sature, emplea la técnica del doble tapizado: un tejido por la parte de delante y otro por el de detrás. ¡Y no te olvides de llenarlo todo de plantas!

Una alfombra de lo más colorida será el complemento perfecto para que tu salón desprenda ese nervio y vitalidad de la primavera. Añade también unos cojines que potencien sea sensación, y con las mismas tonalidades de la alfombra, para que no desentonen. ¡No falla!     

Nos encanta la luz que baña por completo este salón y que se ve acrecentada por el blanco de las paredes y la tapicería del sofá. Para llevar el color sin perder esa luminosidad y frescura, los complementos se han elegido en tonos mostaza (no fallan) y verdes, también presente en las plantas.   

El gris es la mejor base para cualquier salón. Y en este casi pasa desapercibido gracias a los complementos en verde –en menos cantidad– y en amarillo, que encontramos no solo en los textiles, también en detalles como la pantalla de la lámpara de sobremesa o el cuadro sobre el estante.   

Aunque con una decoración más bien clásica, este salón resulta de lo más refrescante. ¿Cómo lo han conseguido con una base de líneas tradicionales? Pues gracias a los cuadros con motivos botánicos y los textiles. ¡Y no parece tan clásico!

Y no hace falta abusar. Además, de las naturales, un detalle muy El Mueble que llenará de vida tu salón, incluye también alguna a través de los cojines. Son una pequeña inversión que trasladará el espacio a la primavera de manera continua.   

Una gran ventana que actúe como nexo entre el interior y el exterior es la mejor manera para que en tu salón siempre sea primavera. Y más si al otro lado de la ventana la naturaleza crece frondosa, como en este salón decorado por la interiorista Pia Capdevila.

Los días son más largos, pero también el sol incide de otra forma sobre la tierra. Los colores se ven más cálidos y ciertos tonos ven su luminosidad multiplicada. Así que deja que entre por las ventanas y no impidas su paso. No significa que prescindas de las cortinas, pero huye de los grandes y voluminosos cortinajes y apuesta por unos visillos ligeros. 

Ríndete a las fibras naturales como el sisal, bambú, yute, cáñamo… y llévalas al salón. Aquí, con estores de fibra en las ventanas. 

¿Quieres refrescar tu salón al instante? Opta por un sofá en tonos verdes y fibras naturales en asientos, cestas, lámparas... Y si de telón de fondo tienes una zona ajardinada, abre de par en par las puertas de tu terraza y deja que la estancia se extienda hacia el exterior. ¡Verás qué sensación tan agradable!

Da igual si tienes un jardín, terraza, mini balcón o, sencillamente, vistas (que son un tesoro). En primavera corre las cortinas y deja que el salón se prolongue en el exterior. 

Las láminas botánicas son tendencia. Utilízalas para decorar la pared del salón en series de 3 o en un lienzo único XL. Si además le añades plantas naturales, estampados tropicales en cojines y una alfombra verde musgo, a modo de césped, la primavera estará más que asegurada en tu salón. Inspírate en este proyecto firmado por el estudio de interiorismo Dröm Living.

Retapizar es una buena idea para darle una nueva vida a una butaca algo desgastada. Así que aprovecha para incorporar un color vivo, como se ha hecho en este salón en rosa fucsia o fresa. Sofá, de Ikea. Butacas, de Ristori Decoración. Mesa de centro y lámpara de techo, de Maisons du Monde y alfombra, de Los Peñotes.

Pequeño y de techos altos pero tan primaveral. Los textiles se han usado para decorar este salón con color.

La máxima es que sean suaves o desprendan luminosidad. Así que sirven los colores claros, empolvados y pastel y los más intensos que trasladen a la naturaleza (verde, azul, amarillo, naranja…). Sofá, mesas de centro y auxiliar, de Coton et Bois y alfombra, de Gra.

Un sofá esquinero es, en este salón, el elemento principal que marca la distribución y organización del espacio. La primavera se siente en los cojines que lo decoran y en el verde que se cuela por el ventanal. 

El mix de estilos hace que este salón resulte muy personal. Los cojines incorporan el estampado floral —¡tan de primavera!— en tejidos ligeros.

Estilo y elegancia es lo que caracteriza este salón. La zona de asientos queda delimitada por el sofá, la butaca y los pufs y una alfombra de fibra. En invierno, bastará con cambiarla por una de lana para sentir que el estar queda abrigado. 

Cambia las cortinas más pesadas que tengas en las ventanas por ligeros visillos y estores en tejidos que dejen pasar toda la luz de la primavera. 

Revive los tonos neutros del salón con textiles de color, arreglos florales y en el comedor... ¡tachán! Una vajilla en color turquesa dispuesta a recibir esos deliciosos platos elaborados con quinoa que has aprendido a hacer.

Unas molduras en la pared que a priori pueden dar un aspecto formal a tu salón se difuminarán si empleas una deco étnica donde los textiles en tonos terrosos y el carácter artesanal de las piezas se impongan con fuerza. Una explosión de color que minimizarás con el toque green expresado en plantas naturales o cuadros.

Cualquier variedad de amarillo te ayudará a darle luminosidad y estilo a tu salón de primavera. Dinámico, vital, luminoso y capaz de alegrar cualquier tono más oscuro o apagado.

Las plantas dan vida dentro y fuera de casa y ya son un elemento indispensable en los proyectos de muchos interioristas que no conciben un salón sin su presencia. A falta de terraza, coloca macetas de crasas, cintas y palmeras junto al sofá ¡y deleitate la vista!

Parece que cuando se acerca el buen tiempo, necesitamos "aligerar" la casa. Los muebles de diseños sencillos, líneas rectas, lisos y con patas finas y altas son perfectos para un salón de primavera. 

Si tienes en el salón una cómoda o una consola, alégrala con un ramo de flores vistosas colocadas en un jarrón oversize y transparente. En la mesa de centro junto al sofá, también puedes agrupar pequeños buqués de florecillas silvestres en recipientes pequeños y reunirlos en una bandeja de metal o fibra, según el efecto que quieras lograr, formal o bohemio.

Con una base en tonos tierra entre la que asoman pinceladas de color en los cojines que decoran los sofás. La mesa de centro con el sobre en madera natural acompaña sin llamar la atención. Sofá y mesa de centro, en Sacum. Puf, de Zara Home.

Ligero, sin llegar al empalago. Para conseguir esa atmósfera delicada haz uso del blanco, la madera, los tonos pastel y salpica la estancia con plantas y flores. Al fondo, la chimenea decorativa y la leña esperan pacientes a que les llegue su momento. Sofá, de Ikea.

Este salón tiene un aire clásico que no resulta nada pesado porque los muebles son ligeros y el color azul pone su granito de arena en eso de añadir frescura. Sofá, de Ikea. Mesa de centro y lámparas, de Maisons du Monde. Butaca, de Carolina Blue y alfombra, de Zara Home.

¿Cuentas con un salón grande? Entonces presta atención a la medida de la mesa de centro. No debe verse "perdida" o pequeña en el espacio. Opta por una cuadrada o redonda de gran diámetro. Sofás, de Ikea. Mesa de centro, de Coton et Bois. Butacas de ratán, en Azul Tierra y alfombra, en Gra.

Indistintamente de las vistas que tengas desde tu ventana y de las dimensiones de esta, procura mantener los cristales súper limpios, tanto que parezcan inexistentes, como los de la imagen. ¡No te olvides de limpiar el marco y el alféizar! 

Porque está actualizado y, aunque rústico, no resulta nada pesado. Este salón tiene una clave de la que debes tomar nota: poner una alfombra colorida es un acierto para redecorar por primavera. Sofás, de Gemma Berenguer. Mesa auxiliar y alfombra, en India & Pacific. Lámpara, de Chamusquina. Butaca de mimbre, de Crimons y espejos, en Sacum.

Si te fijas en la decoración de este salón, el blanco predomina. Sobre él, solo algún tejido que aporta color. Nos gusta la sencillez y luminosidad que tiene. Sofá diseño de Sube Interiorismo, realizado a medida por Tapicería Deco Lur Sofá. Mesa de centro de J70 Decoración. Mesa auxiliar y banquetas, de Arterole Home. Alfombra, de Dash&Albert y lámpara de mesa, de Zara Home.

Es otro de esos colores imprescindibles: el verde aguamarina, una variedad entre azul y verde con mucha luz. Combina perfectamente con los tonos neutros o tierra (alegrándolos) y con el amarillo mostaza y otras variedades de verde y azul. Sofá, mesas de centro de roble y auxiliares y estores, en Thinking Home. Puf, en La Maison y alfombra de yute, en B&B.

Si tu salón comedor da a un maravilloso jardín y, además, desde este se divisa a lo lejos el mar, no te lo pienses dos veces: sácalo al exterior y crea un porche ideal con sofás de fibra y mesitas de centro donde puedas leer, charlar o relajarte mientras te tomas el aperitivo... Y la comida, porque no habrá quién te mueva de allí.

Toma nota de esta fórmula infalible: textiles en tonos verde, plantas repartidas por muebles y suelo, espejos en lugares estratégicos y estores subidos. Así, lograrás ampliar el espacio, duplicar la luz natural y disfrutar de la primavera aunque esté dentro, como en este salón mini.

De acuerdo, los tonos neutros en el salón son un acierto pero a veces tanta uniformidad puede hacerte caer en el tedio. Rompe esa regla monocromática e introduce ligeras pinceladas de color: en una butaca, en la chaise longue o en la alfombra florida donde el color rosa rejuvenece el ambiente sin caer en la cursilería. ¿A que ahora lo ves mejor?

La aparente frialdad del mármol en el suelo se ve compensada con el techo alistonado en madera y las impresionantes vistas panorámicas al jardín que invitan a mantener largas sesiones de tertulia desviando, de vez en cuando, la mirada al frente.

Dos sofás, cada uno de un color. Se presta a colocar cojines en una gama diferente en cada uno. Nos gustan las butacas: diseños que podrían estar en un porche y que se cuelan en el interior. Casa de la interiorista Aurora Monasterio con sofás de Tapicería Veroe y butacas, mesa de centro y auxiliar, lámpara y alfombra, de La Nave Home.

Parece que en primavera no nos apetece pensar en salones con chimenea. Decórala con una cesta con flores o plantas y hasta el invierno que viene. Esta es la casa de la arquitecta y autora del blog Lost in Vogue, Eli García Cruz. Sofá, mesa de centro, pufs y lámpara de pie, en Kenay Home. Espejo, de Taimo Interiorismo.

En este salón pequeño se ha conseguido un look primaveral que encaja en cualquier casa. Nos gusta la alfombra con textura. Sofá, de Miki Beumala. Mesa, de De-Goma. Butaca y lámpara de pie, de La Maison y alfombra, de Nani Marquina.

Este salón es un ejemplo de decoración refrescante. El azul del mar se refleja en los cojines, en diferentes tonalidades de azules y verdes. La alfombra de fibra completa el conjunto. Sofás, de Gervasoni. Silla, en Mercader de Venecia. Mesa de centro, de India & Pacific. Alfombra, de Azul Tierra y cortinas, de Ferrer & Ponce con tela de Yutes.

Hemos descubierto tu secreto. ¡Te encanta sentarte en tu mirador a tomar el sol tras los cristales mientras ves lo lozanas que están tus plantas! Le darás un aire más primaveral a este rincón si le añades a tu butaca una funda de cojín y en la ventana unos estores estampados ¡con flores, of course!