Si vas a decorar tu casa en junio, NECESITAS ver estas ideas: la nº5 rompe todas las reglas

Este mes es ideal para leer con luz natural, y si lo haces junto a una ventana (y con vistas a esos árboles que ya empiezan a brotar), tienes la postal perfecta. Solo necesitas una butaca cómoda, una mesita auxiliar y una lámpara de pie. En este caso, el uso de las fibras naturales ha sido la norma: el ratán de la butaca y las mesitas auxiliares, el yute de la alfombra redonda, el cestito de mimbre para almacenar las mantas... Si puedes, intenta que este rincón esté cerca de una estantería o una balda llena de libro s y no te olvides de añadir una cortina de lino que filtre la luz en las horas más cálidas del día.

¿Qué te inspira esta imagen? A nosotras verano, con su alfombra de fibras naturales y base de color neutro; también evoca paisajes exóticos, gracias a sus macetas y jarrones con "Aves del paraíso", pero también nos lleva a ese hogar al que volvemos siempre en vacaciones, una y otra vez, porque es acogedor, cálido, familiar. Eso se consigue a través de este color verde grisáceo, tan de tendencia, que tiñe las puertas de esta vivienda tan luminosa. Es el perfecto contraste a su base neutra y siempre será la mejor manera de dar la bienvenida a las altas temperaturas, si es que quieres dar a tu casa un cambio para adecuarla a la temporada estival.

El último grito para exprimir los espacios mini (y no tan minis) son las mesitas de centro textiles. Sí, esas que lo mismo te sirven como reposapiés que para tomarte el café sobre una bandejita. Como estamos viendo desde hace ya muchas temporadas, la cuestión es que cada pieza de la vivienda sea polivalente para adaptarte al espacio y al ritmo de vida actual. Y ¿quién no agradece un buen reposapiés para las siestas de verano? Hay infinidad de modelos, desde los más clásicos y elegantes tapizados en capitoné, hasta los más relajados con fundas de lino o estampados de rayas más veraniegos, como vemos en la imagen, que funcionan como un módulo más del sofá. Estos tienen la ventaja de ser desenfundables para una mejor limpieza. ¿Qu�� te parece esta idea?

Vivimos tiempos en los que necesitamos cada vez más conexión con el exterior. Nuestras casas demandan convertirse en un elemento más de conexión con la naturaleza, de ahí que en las nuevas reformas se tiende a difuminar los límites entre dentro y fuera. Los salones interiores y exteriores, así como los comedores outdoor e indoor, se mimetizan en los mismos tonos y se visten con muebles tan logrados que apenas se notan diferencias entre unos y otros. Lo mismo pasa con el uso de piezas que tradicionalmente se asociaban a las terrazas. Ahora, se quitan los prejuicios, refrescando estancias como este coqueto comedor, con unas sillas de ratán que, además, se han pintado de un veraniego color azul. Una forma inteligente de reutilizar tus propios muebles y dar una nueva vida a tu hogar.

Otra manera de inspirar un aire primaveral o veraniego en casa es cambiar los típicos cuadros y espejos por detalles de fibras naturales. Pueden ser bandejas grandes, cestos antiguos o, como vemos en esta imagen, una alfombra de yute que ha cambiado su uso tradicional por otro más decorativo, funcionando como un tapiz fresquito y natural. Funciona, ¿verdad? Además, los cestos de fibras donde habitualmente guardamos mantitas, cojines o zapatillas, también podemos reutilizarlos a modo de maceteros improvisados y llenarlos de flores silvestres. ¿Qué te parecen las composiciones de lavanda de esta foto? Es una manera rápida de darle un nuevo aire a la casa.

Si hay algo un elemento que determina definitivamente el paso de estación en casa es la alfombra. En mayo, toca dejar descansar las de lana, pelo largo o tonos oscuros y dar la bienvenida a materiales más ligeros, como el algodón, el yute, el cáñamo o las fibras recicladas. Son frescas, transpirables y visualmente más ligeras, algo clave cuando suben las temperaturas y apetece despejar visualmente el salón.

Pero ojo, que no se trata solo de aligerar: es el momento perfecto para añadir color. Si en invierno buscamos recogimiento y tonos tierra, en primavera y verano los interioristas apuestan por arriesgar un poco más: estampados étnicos, geométricos, tipo kilim, rayas marineras o incluso un color liso, pero potente que marque el espacio.

¿Te contamos un secreto de estilista? superponer dos alfombras distintas. Sí, has leído bien. No es un descuido, es tendencia. Una base neutra (de yute, por ejemplo) y encima una más pequeña, colorida o con estampado, que haga de foco visual. Esta técnica de capas no solo da interés, sino que también “enmarca” zonas concretas, como el rincón de lectura o el sofá. Es como vestir el suelo con personalidad. Además, si no tienes sitio para "esconder" tu alfombra de invierno hasta el año que viene, superponer una mucho más ligera que contraste te sacará del apuro en un momentito.

El dormitorio también se debe refrescar y aquí la cosa es sencilla: un cambio en la ropa de cama es fundamental. Apuesta  puesta por linos y algodones y, si no quieres fallar, empieza por crear una base de color blanco, fresquita y agradable. En los cojines, los plaids y los toppers que pondrás a los pies de la cama ya puedes introducir color. Las tendencias dictan que el mix and match de polos opuestos genera atracción, así que los ocres y terracotas serán los mejores compañeros de los azules verdosos y los verdes aguamarina. Al final, son tonos que evocan naturaleza: la más cálida del campo y la refrescante del mar. Fíjate aquí cómo han jugado con las fibras naturales. En vez de meter más madera y textiles, ha apostado por el yute en la alfombra y el ratán, tanto en la mesita de noche como en el banquito situado a los pies de la cama.

Si tienes el ánimo de meterte en obras porque quieres mejorar la calidad de tu vivienda y aprovechar la maravillosa luz de esta época del año, una de las soluciones más prácticas y bonitas es la de colocar unas puertas acristaladas. Habrá que sustituir las paredes ciegas, típicas de algunos recibidores, algunas cocinas viejas o pasillos, por estos cerramientos de cristal que dejan pasar la luz desde las estancias contiguas. A veces no se necesita más. Este es un ejemplo de carpintería en color blanco con cristales que transforma un recibidor pequeño. Como decoración, solo una alfombra y un pequeño banco tapizado para poner en valor las cosas sencillas que siempre funcionan.

Aprovechando que durante estos meses hay muchas más horas de sol y nuestro hogar se siente más luminoso, puedes prescindir de colocar espejos en el recibidor de manera puntual (o de forma indefinida). En su lugar, ¿qué te parece una bienvenida a casa con sabor marinero? Sustituye el espejo con una pareja de cuadros que mantengan la luminosidad y aporte un toque de estilo y aire veraniego a través de sus colores: el aguamarina con el blanco siempre es una buena opción. Lo vemos en este recibidor, donde triunfa la combinación de la madera con estas tonalidades, consiguiendo un look algo marinero, pero sin sobrecargar, y potenciado por las figuritas de barcos repartidas por la estancia.

Que las cocinas blancas han dejado paso a las de color es un hecho cada día más afianzado en el imaginario popular. Además, este espacio tan vivido de la casa, también reclama su dosis de naturaleza y de conectarse de alguna manera al exterior. Según Clara Masllorens, debe haber "una armonía entre el interior y el exterior, y el color juega un papel fundamental en esta relación. Cuando una cocina tiene vistas a la vegetación o paisajes exteriores, me gusta optar por colores que complementen esos elementos naturales", explica. Los tonos verdes, terracotas o piedras pueden ayudar a crear una continuidad visual y ser la elección perfecta para esta época, si es que estás pensando en reformar tu cocina.